El médico de la Casa Blanca, Dr. Ronny Jackson informó que el presidente Donald Trump se encuentra con "excelente salud" en una conferencia de prensa brindada el martes 16 de enero, en la que dio a conocer algunos detalles de su examen físico, pero otra información que Jackson reveló, incluyendo algunos números y estadísticas, podrían contar una historia diferente.
Todo, desde el corazón y el colesterol de Trump hasta su peso actual, podrían ponerlo en riesgo, según un artículo de Business Insider.
"Lo único que se destaca más que nada para mí es su salud cardíaca", dijo Jackson. "No tiene muchos factores de riesgo tradicionales, como antecedentes de ataque cardíaco" agregó.
Sin embargo, Trump está tomando 10 miligramos de Crestor (un medicamento para reducir el colesterol) y aspirina diaria, que ayuda a reducir el riesgo de ataques cardíacos. Jackson reveló que está tratando de aumentar la dosis de Crestor de Trump, pero no especificó a cuánto.
Las estatinas generalmente se recomiendan para adultos mayores con riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular (ACV) o enfermedad cardíaca. Dichos medicamentos se recetan casi universalmente a personas que ya tienen enfermedades del corazón.
La razón más obvia para que Trump toma Crestor, sin embargo, es su colesterol. Los niveles de colesterol LDL de Trump (también conocido como colesterol "malo") son de 143 ml, 43 ml por encima de lo que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) consideran saludable.
La dieta de Trump, que según los informes incluye comida rápida, platillos como pan con carne y espagueti, y su debilidad por las golosinas dulces como See's Candies y helado -conocidas públicamente- probablemente no ayuden con su peso.
Sobrepeso y falta de ejercicio
También el martes, Jackson reveló que Trump pesa 239 libras, lo que lo coloca en el límite de lo que se considera obeso para su estatura, según un cálculo aproximado conocido como índice de masa corporal o IMC.
Pero Jackson dijo que no calculó el IMC de Trump y que no tenía planes de hacerlo. El médico de la Casa Blanca no midió la cintura de Trump. Ése es un dato simple que los médicos reconocen cada vez más como una medida clave para la salud en general.
"No tiene mucho sentido hacer mediciones de la cintura" dijo Jackson el martes.
Sin embargo, los expertos advierten un vínculo sólido entre la presencia de grasa abdominal y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes, más allá del peso general de una persona.
Los estudios recientes revelan que el exceso de grasa en la zona media puede estar fuertemente relacionada con los resultados negativos de salud, y los expertos creen que tiene que ver con la forma en que la grasa dentro del cuerpo, conocida como grasa visceral, puede interferir con el funcionamiento de los órganos. De ahí que la medida de la cintura pasó a ser un dato muy importante.
Aunque el Dr. Jackson no tuvo en cuenta la medición de la cintura de Trump en su análisis, mencionó planes para ayudar a mejorar la dieta del presidente y llevar a cabo un programa de ejercicios. En ese sentido, es conocida la aficción del presidente por practicar golf , pero podría no ser un ejercicio que cumpla con las pautas recomendadas en cuanto a tiempo e intensidad, sobre todo en las personas que tienen sobrepeso.
"Creo que un objetivo razonable durante el próximo año sería perder de 10 a 15 libras", dijo Jackson. "Hablamos mucho sobre la dieta y el ejercicio. Él está más entusiasmado con la parte de la dieta que con la parte del ejercicio, pero vamos a hacer ambas cosas" concluyó.