El trabajo de la Universidad de Rochester publicado en la American Journal of Preventive Medicine, comprobó que la brecha en las tasas de vacunación contra la influenza –recomendada antes de que comience la época de invierno– en hispanos y afroamericanos, y en personas de más de 65 años, había crecido en más de un 7 por ciento cuando había problemas con el abastecimiento de vacunas.
Por el contrario, la diferencia se redujo hasta en un 11 por ciento en años en los que las vacunas estuvieron disponibles a tiempo y en suficiente cantidad.
Puntos clave
La disparidad en las tasas de inmunización son, resalta el estudio, un problema persistente de salud pública con serias consecuencias, ya que la gripe es una de las principales causas de muerte en personas mayores de 65 años.
“Hay una asociación fuerte entre el abastecimiento de la vacuna contra la gripe y las tasas de vacunación entre los distintos grupos raciales y étnicos”, señaló Byung-Kwang Yoo, autor principal del estudio y profesor de medicina preventiva y comunitaria de la universidad. “Y estas diferencias se agravan en épocas en las que hay distintas crisis con el abastecimiento de vacunas”, agregó.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron información de Medicare Current Beneficiary Survey, una encuesta permanente de pacientes beneficiarios del Medicare. Tomaron un grupo de pacientes y estudiaron su historia de vacunaciones en cuatro períodos desde 2000 a 2005.
Esto les permitió estudiar a los pacientes en épocas bien distintas: la temporada 2000-2001 y 2004-2005 se caracterizó por graves problemas en la provisión de vacunas, mientras que en 2003-2004 hubo faltas moderadas y en 2002-2003 no hubo inconvenientes con el suministro.
El porcentaje de vacunación en blancos no hispanos fue de entre 71 y 78 por ciento durante el período estudiado, significativamente más alta que entre los afroamericanos que osciló entre 43 y 63 por ciento.
Las tasas de vacunación total también fueron bajas entre hispanos, los cuales fueron clasificados en dos grupos: los que hablaban inglés y los que no. En el grupo de hispanos que contestaron la encuesta en inglés, la tasa de vacunación fue de entre 58 y 75 por ciento, mientras que el grupo que contestó en español, este número bajó dramáticamente, fue tan solo de entre 31 y 53 por ciento. Se trató del grupo con tasa más baja de inmunización de todos los analizados.
Esta cifra colapsaba aún más en tiempos de crisis con las dosis de vacunas, dependiendo de la severidad de la crisis.
El estudio, que fue financiado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, considera que hay distintos factores para explicar estos números, entre ellos: la falta de vacunas afecta más a las comunidades en donde viven minorías y, en el caso de los hispanos, la barrera del lenguaje que dificulta el acceso a la vacunación.
Los autores recomiendan que se realicen esfuerzos específicos para garantizar que las vacunas lleguen a las poblaciones más vulnerables y que el gobierno se encargue de cubrir los costos de las compras de estas vacunas, de ser necesario. La ampliación de los servicios con sensibilidad cultural y en donde se hablen distintos idiomas también es clave, indicaron.
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