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¿Vacuna sin aguja? Nueva alternativa contra la influenza

Las microagujas, de menos de un milímetro de longitud (o sea, alrededor de la mitad de una moneda de cinco centavos de lado), se disuelven en la piel y son tan pequeñas que no sacan sangre ni causan dolor, aseguran los investigadores.

Por ahora el parche sólo se ha experimentado con ratones, pero si funcionan en humanos, el proceso podría ser tan sencillo como pasar por la farmacia, comprar el parche y ponérselo.

"Podría cambiar todo el panorama de la vacunación", aseguró el autor principal del estudio Sean Sullivan, que realizó la investigación mientras era candidato doctoral de la Universidad de Emory y el Instituto de Tecnología de Georgia. "Esto podría eliminar tantas de las pequeñas molestias del proceso [estándar] de vacunación".

El estudio aparece en la edición en línea del 18 de julio de la revista Nature Medicine.

Los expertos concurrieron en que los hallazgos son promisorios. "Se trata de un tremendo adelanto en la tecnología", apuntó Rick Bright, director científico del Proyecto de vacuna contra la influenza de PATH, en Washington, D.C.

Dado que parece que el parche funciona usando menos vacuna que la inyección típica, el descubrimiento tiene el potencial de reducir la cantidad de vacuna que hay que producir, lo que podría aliviar la escasez en caso de gripe pandémica, añadió Bright.

El Dr. Paul A. Offit, director del Centro de educación en vacunas y jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Pediátrico de Filadelfia, también calificó a la tecnología de "gran adelanto".

Sin embargo, "el pero es que hay que llevarlo a los humanos", apuntó Offit. "No es poco común que las vacunas o los sistemas para administrarlas parezcan muy promisorios en animales experimentales, y luego fracasen con los humanos. Pero todo indica que este tipo de tecnología podría ser aplicable para niños y adultos".

Otros intentos de administrar vacunas por vía cutánea no han logrado producir suficiente respuesta inmune, en parte porque el espesor y contenido de agua de la piel de las personas varía según la edad, la raza y la etnia mucho más que la piel de los ratones. Sin embargo, la nueva tecnología parece superar el problema al suministrar la vacuna un poco más profundamente, añadió Bright.

El próximo paso es obtener financiación para iniciar ensayos clínicos. Los investigadores esperan poder comenzar en el próximo par de años.

En la vacuna normal contra la gripe, la vacuna se administra en el músculo. En el parche, la vacuna se recubre en agujas de polímero soluble en agua. Cuando se coloca en la piel, las agujas se disuelven casi de inmediato, administrando la vacuna en la piel y provocando una respuesta inmunitaria localizada.

Desde allí, las células inmunes viajan a través del sistema linfático por el organismo, provocando una inmunización sistémica (o sea, de todo el cuerpo), al menos en los ratones.

Los ratones que recibieron los parches mostraron una robusta respuesta inmune a la vacuna. Además, los ratones vacunados sobrevivieron con facilidad lo que de otra forma hubiera sido una dosis letal de gripe.

En adición a sus otros beneficios, una vacuna con parche cutáneo no tendría que ser refrigerada, un problema en los países en desarrollo, y habría menos problemas con los desperdicios médicos, como eliminar las jeringuillas usadas, señalaron los investigadores.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más información sobre la gripe.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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