Obamacare sigue en la encrucijada

La Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act), también conocida como Obamacare, sigue siendo la ley establecida con muy pocas enmiendas a discutir todavía.

En marzo, los líderes republicanos introdujeron un proyecto de ley para derogar y reemplazar la Obamacare en la Cámara de Representantes de EE. UU. Al final, la medida no logró reunir el suficiente respaldo entre las facciones del partido republicano, y fue retirada de forma abrupta antes de que los legisladores de la Cámara tuvieran la oportunidad de votar.

Obamacare sigue en la encrucijada
| Foto: ISTOCK

Después de este fracaso, la Casa Blanca y los líderes republicanos han estado trabajando silenciosamente en un punto medio que intenta aplacar al ala conservadora del partido sin enojar a los republicanos moderados.

La más reciente versión supuestamente incluye una enmienda que permite a los estados no participar en ciertas protecciones del consumidor de Obamacare.

La enmienda propuesta, que ha circulado esta semana, prohíbe explícitamente a las aseguradoras que limiten "el acceso a la cobertura médica" de las personas con afecciones preexistentes. Pero sí permite a los estados solicitar dispensas que permitan a las compañías aseguradoras cobrar unas tarifas más altas por el seguro médico de las personas más enfermas.

Los estados también podrían permitir a las aseguradoras vender pólizas que excluyan uno o más de los "beneficios médicos esenciales" de la Obamacare.

Las nuevas normas reducen el periodo de inscripción abierta de tres meses a seis semanas, a partir del 1 de noviembre de 2017. Para inscribirse fuera de ese periodo, se pedirá a los consumidores que provean documentación para verificar su elegibilidad, tal como es ahora.

Ed Haislmaier y Drew Gonshorowski, miembros del grupo de expertos conservadores Heritage Foundation, alabaron el miércoles los esfuerzos por librar a los estados de las "costosas cláusulas de obligatoriedad de Obamacare".

Pero en una carta a todos los líderes del Congreso, el presidente del Colegio Americano de Médicos (American College of Physicians), el Dr. Jack Ende, dijo que los cambios propuestos son un retroceso a los días anteriores a la sanción de  Obamacare, cuando las personas con afecciones preexistentes se salían del mercado debido a los altos precios y los productos de seguro no cubrían los servicios médicamente necesarios.

Animó al Congreso a evitar tales "políticas fundamentalmente fracasadas y nocivas", y a buscar una solución bipartita.

Aún lejos de la derogación y el reemplazo 

No está claro en qué momento los líderes de la Cámara planifican introducir un proyecto de ley enmendado. Y aunque fuera aprobado en la Cámara, se enfrentaría a un duro escrutinio en el Senado.

Sean Spicer, vocero de la Casa Blanca, reiteró el martes el deseo de la administración de derogar y reemplazar la Obamacare "lo antes posible" con un sistema de seguro que proteja el seguro de las personas sin hacer que los costos se disparen.

Pero según algunas versiones, la Obamacare está en terreno más seguro ahora que hace un año.

Unas grandes pérdidas por los clientes más enfermos de lo anticipado obligaron a varias grandes aseguradoras a salirse de la Obamacare o reducir sus ofertas en 2017, mientras que muchas otras aumentaron pronunciadamente las tarifas de las primas para que el costo de ofrecer la cobertura les saliera más a cuenta.

Deep Banerjee, director y analista de créditos de seguros médicos en S&P Global Ratings, dijo que con ciertas modificaciones, pero sin una derogación completa de la Obamacare, "las aseguradoras, en promedio, probablemente reporten unos márgenes sin ganancias ni pérdidas" para 2017. En 2018, las aseguradoras tendrían beneficios, aunque los márgenes serían bajos, señaló.

"Es un mercado frágil que necesita tiempo para estabilizarse", añadió Banerjee, que declaró el lunes ante los reporteros durante una conferencia de prensa de la Commonwealth Fund.

Lo inmediatamente preocupante es si el Congreso seguirá pagando los miles de millones de dólares a las aseguradoras médicas por la cobertura de la Obamacare que reduce la parte del costo del consumidor.

Esos pagos de "reducción de los costos compartidos" se han convertido en moneda de cambio en las negociaciones para evitar el cierre del gobierno federal. El Congreso debe aprobar una nueva ley de gastos antes del sábado para mantener el funcionamiento de gran parte del gobierno.

Los proveedores de atención de la salud, las compañías aseguradoras y los grupos empresariales insisten en que los pagos son necesarios para estabilizar al mercado del seguro médico individual de 2017 y 2018. Pero los que se oponen a la Obamacare están exhortando a los legisladores a detener los pagos.

Los costos compartidos subsidiados están disponibles para las personas con unos ingresos más bajos (de entre un 100 y un 250 del nivel federal de pobreza) que eligen planes médicos "plata" en el mercado.

Más de siete millones de estadounidenses eligieron planes médicos de la Obamacare con deducibles, copagos y límites de desembolso más bajos en 2017, dijo Sara Collins, vicepresidenta de cobertura y acceso a la atención de la salud de Commonwealth Fund, con sede en la ciudad de Nueva York.

Los subsidios son un escollo

Si los legisladores paran los pagos, la mayoría de aseguradoras tendrían dos opciones, según Banerjee de S&P.

Si quieren seguir en el mercado y continuar mejorando sus resultados financieros, "tendrán que aumentar las primas", dijo. "La segunda opción, obviamente, sería ser más selectivas sobre [las áreas] en que participan".

Si eso sucede, algunos condados de EE. UU. tendrían menos opciones de planes de seguro en 2018, apuntó.

Un análisis de la Kaiser Family Foundation publicado esta semana encontró que detener los pagos de reducción de costos costaría al gobierno federal incluso más dinero: 2.3 mil millones de dólares más en 2018, y 31 mil millones de dólares más a lo largo de los próximos 10 años.

Esto se debe a que las aseguradoras médicas subirían las tarifas para compensar los subsidios perdidos por la reducción de costos, y esas primas más altas, a su vez, provocarían unos créditos fiscales federales más altos para ayudar a los consumidores de ingresos bajos y moderados a pagar su seguro médico.

Katherine Hempstead, consejera principal del vicepresidente ejecutivo de la Robert Wood Johnson Foundation, siente confianza de que el tema de la financiación se solucionará.

Pero los consumidores tendrán que prestar atención a las nuevas normas de la administración de Trump que afectarán a las inscripciones de la Obamacare en 2018, anotó.

Las nuevas normas reducen el periodo de inscripción abierta de tres meses a seis semanas, a partir del 1 de noviembre de 2017. Para inscribirse fuera de ese periodo, se pedirá a los consumidores que provean documentación para verificar su elegibilidad.

Las normas responden a preocupaciones de la industria aseguradora sobre el costo de proveer cobertura de la Obamacare a medida que consideran las tarifas de las primas para 2018. Muchos planes médicos comenzarán a presentar las tarifas propuestas en junio, pero no tomarán decisiones finales sobre la participación hasta un momento posterior este año.

"No creo que la gente deba pensar que no tendrá un lugar donde comprar un seguro médico el próximo año", dijo Hempstead.

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