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Los hispanos mayores tienen más riesgos de morirse por COVID

 Los hogares para adultos mayores en EE. UU. han sido el blanco de COVID-19,  desde que empezó la pandemia, y los residentes hispanos  y negros han sido particularmente los más afectados. 

Un estudio reciente encontró que las tasas de mortalidad por  COVID-19 eran más de tres veces más altas en los hogares de adultos mayores de EE. UU., en especial en aquellas instituciones donde la mayoría de los residentes eran hispanos y negros. 

Los hispanos mayores tienen más riesgos de morirse  por COVID
| Foto: GETTY IMAGES

El estudio, que involucró a más de 13,000 residencias geriátricas de todo el país,  y no es el primero que ha documentado estas disparidades raciales.

Los investigadores notaron que estas diferencias se profundizaron más durante la pandemia (a mediados de septiembre de 2020), e intentaron desentrañar los factores que explicaran la desigualdad racial.

Según la investigadora Rebecca Gorges, miembro postdoctoral de la Universidad de Chicago, se identificaron dos patrones amplios que parecían ser críticos: las residencias donde los residentes tendían a tener más edad, y aquellos que con frecuencia se ubicaban en condados con unos brotes de COVID más intensos.

El estudio no pudo indagar sobre los motivos específicos de que estos factores pudieran haber conducido a más casos y muertes.

Pero los centros más grandes, ubicados en unos condados con más casos de COVID, quizá simplemente hayan creado más oportunidades de exposición al virus, planteó Gorges.

Aunque las personas piensan que las residencias para mayores cumplieron con el confinamiento, el virus puede entrar a través de los miembros del personal que se expusieron, anotó.

Por esto se cree que la prevalencia comunitaria de la COVID es el "impulsor clave" de los casos en los hogares para mayores, comentó el Dr. Joseph Ouslander, expresidente de la Sociedad Americana de Geriatría (American Society of Geriatrics). 

Problemas para evitar el contagio

Se sabe que con frecuencia, los empleados de los hogares de adultos mayores son jóvenes, y quizá van al trabajo con unas infecciones asintomáticas..

Incluso cuando los centros realizan pruebas del SARS-CoV-2 al personal, los casos pueden colarse entre las pruebas.

Todo esto subraya la importancia de contener la propagación de COVID-19 en la comunidad general.

Gorges señaló que el público quizá no se dé cuenta de que sus acciones para ralentizar la propagación (el distanciamiento social, el uso de máscaras) pueden ayudar a proteger a las personas más vulnerables de una enfermedad grave y de la muerte.

"Que uno no vaya a un hogar para mayores no significa que no pueda ser indirectamente una fuente de las infecciones en esos lugares", añadió.

Los hallazgos, publicados en una edición reciente de la revista JAMA Network Open, se basan en los datos federales de 13,312 hogares para mayores. Hasta el 13 de septiembre, los centros reportaron casi 335,000 casos de COVID-19 y más de 51,600 muertes.

Los 

En la quinta parte de los hogares con la mayor proporción de residentes no blancos, un 87% tuvieron al menos un caso de COVID-19 entre los residentes. Esto es en comparación con un 68% en aquellos con la mayor proporción de residentes blancos.

Los centros con la proporción más elevada de pacientes hispanos y negros también experimentaron las mayores cantidades de fallecimientos. En promedio, cada hogar perdió a poco menos de seis residentes por COVID-19, mientras que hubo poco menos de dos muertes por centro en los hogares con mayoría de residentes blancos.

El estudio llega en un momento en que los hogares para mayores en EE. UU. sienten un destello de esperanza: los casos y las muertes por la COVID-19 han declinado en las últimas semanas, según los informes.

En un periodo de cuatro semanas, de diciembre a enero, los casos nuevos de COVID entre los residentes y el personal de las residencias geriátricas se redujeron en más de un 50 por ciento, según un análisis reciente de las cifras federales, llevado a cabo por CNN.

Es posible que se deba, en parte, a las vacunas.

La Asociación Americana de Atención de la Salud (American Health Care Association) y el Centro Nacional de Vivienda Asistida dijeron que el declive reciente fue mayor en los hogares donde se habían vacunado a los residentes y al personal.

Pero todavía es difícil saber cuál ha sido el impacto real de las vacunas. Las cifras muestran que aunque muchos residentes de los hogares de ancianos se han vacunado, solo una minoría de los miembros del personal lo han hecho, ya que, según los informes, muchos empleados se han mostrado renuentes a vacunarse.

Más información

La AARP ofrece más información sobre la COVID-19 en los hogares para adultos mayores.

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