Los países que prohíben los azotes experimentan menos violencia adolescente

Los países que desaprueban oficialmente pegarles a los niños como forma de castigo parecen tener unos adolescentes que son menos propensos a la violencia, sugiere una investigación reciente.

En los países con una prohibición total del castigo corporal (los azotes y las bofetadas), las tasas de pleitos físicos entre los adolescentes son hasta un 69 por ciento más bajas que en los países sin ese tipo de prohibición, encontró el estudio.

Los países que prohíben los azotes experimentan menos violencia adolescente
Las prohibiciones legales podrían tener influencia que fomente un cambio en la cultura. | Foto: GETTY IMAGES

Lo que no está claro a partir de esta investigación es si la prohibición de los azotes provocó directamente o no una reducción en la conducta violenta.

El autor del estudio, Frank Elgar, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de McGill, en Montreal, dijo que hay varias posibilidades respecto a la asociación entre las prohibiciones de azotar y las tasas más bajas de violencia en los jóvenes.

"Estas prohibiciones legales podrían tener alguna influencia que fomenta el cambio en la cultura. Que los niños crezcan con esa experiencia (que no les peguen ni les azoten) es una posibilidad para la asociación", dijo.

Otra posibilidad, anotó Elgar, es que quizá haya algo sobre la cultura de un país que disuada de la violencia en primer lugar, y que por eso eligen implementar una prohibición de los azotes.

Pero dijo que hubo una diversidad significativa entre los países que prohibían los azotes y las bofetadas.

"Nos sorprendió mucho ver que los países con una prohibición de los azotes o las bofetadas, los países que han decidido que esta es la forma en que los padres deben disciplinar, en realidad eran muy distintos. No se basaba solo en factores económicos o culturales", apuntó Elgar.

El castigo corporal se define como el uso de un adulto de la fuerza física para corregir o controlar la conducta inadecuada de un niño. Busca que el castigo resulte doloroso, pero que no haga daño físicamente al niño. Alrededor de un 17 por ciento de los adolescentes reportaron que habían experimentado un castigo corporal en la escuela o en casa en el mes anterior, según el equipo del estudio.

Los investigadores observaron a 88 países que participaban en una investigación a largo plazo sobre la violencia juvenil. Los adolescentes de esos países representaban a casi la mitad de los adolescentes de todo el mundo.

Treinta países tenían unas prohibiciones totales de los azotes y las bofetadas a los niños en casa o en la escuela. Estonia, Finlandia, Honduras, Kenia, Nueva Zelanda y Portugal estaban entre los países con dichas prohibiciones.

38 países, entre ellos Estados Unidos y Canadá, tenían prohibiciones parciales sobre el castigo corporal, en que se prohibían los azotes o las bofetadas en la escuela, pero no en casa. Veinte países no tenían prohibiciones.

El estudio definió la violencia adolescente frecuente como cuatro o más peleas físicas en el año anterior.

Las tasas de violencia física adolescente variaron ampliamente entre los países. Las chicas adolescentes en Costa Rica tenían las tasas más bajas, con un 1 por ciento. Los chicos adolescentes de Samoa tenían la más alta, con un 35 por ciento.

Los chicos adolescentes de los países con una prohibición total tenían un 69 por ciento menos de probabilidades de verse implicados en violencia adolescente frecuente, en comparación con los países sin la prohibición. Entre las chicas adolescentes, esa cifra fue de un 42 por ciento menos, reportaron los investigadores.

En los países con una prohibición parcial, la tasa de violencia frecuente solo fue más baja entre las mujeres jóvenes.

Elgar dijo que los investigadores controlaron varios factores en los datos, por ejemplo la riqueza de un país y las tasas de homicidios.

Anotó que este tema es controversial, y dijo que no prevé que este estudio cambie la opinión de nadie, pero que espera realizar más investigaciones para ver si la tendencia a la baja en la violencia continúa.

Aunque Estados Unidos solo tiene una prohibición parcial de los azotes, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) desaconseja el uso del castigo físico, explicando que enseña a los niños una conducta agresiva.

El Dr. Victor Fornari, director de psiquiatría infantil y adolescente en el Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York, advirtió que "los niños aprenden de sus padres. Si los padres usan la fuerza, los niños aprenden a usar la fuerza. Si los padres utilizan el razonamiento y la calma, los niños aprenden el razonamiento y la calma".

Fornari, que no participó en el estudio, sugirió que los padres se mantengan calmados cuando los niños pequeños se comporten mal.

"Ofrecer una advertencia es muy útil. Si el niño sigue sin escuchar, un pequeño periodo de tiempo fuera podría ser útil, siempre y cuando se haya informado al niño que el tiempo fuera sería lo siguiente tras la advertencia", aseguró. Si un niño sigue comportándose mal, sugiere una consecuencia, como un día sin televisión o videojuegos.

Fornari también sugirió que los padres sepan cuándo pedir ayuda. "Un padre cansado y frustrado no está en buenas condiciones para disciplinar a un niño", dijo.

El estudio aparece en la edición del 15 de octubre de la revista BMJ Open.

Más información

Lea más sobre por qué se desaconsejan los azotes en la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association).

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