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La obesidad podría estar afectando a la salud cardiaca de niños de apenas 6 años

MIÉRCOLES, 4 de mayo de 2022 (HealthDay News) -- Incluso ya desde los 6 años, los niños que tienen peso adicional podrían estar de camino hacia la diabetes o la enfermedad cardiaca en el futuro, sugiere un nuevo estudio.

El estudio, de casi 1,000 niños daneses, encontró que los niños que tenían sobrepeso con frecuencia presentaban elevaciones en el azúcar en la sangre y la insulina cuando ya estaban en edad escolar. También tenían unos triglicéridos (un tipo de grasa de la sangre) más altos que sus pares, pero unos niveles más bajos de colesterol HDL (el "bueno").

La obesidad podría estar afectando a la salud cardiaca de niños de apenas 6 años

Pero estas diferencias no fueron aparentes entre los niños en edad preescolar con sobrepeso.

Los investigadores dijeron que los hallazgos subrayan la importancia de una dieta saludable y la actividad física en los años preescolares, antes de que los efectos del exceso de peso comiencen a surgir.

Pero nadie está culpando a los padres. Los expertos comentaron que la obesidad infantil es compleja, y que con frecuencia está entrelazada con factores sociales que las familias no controlan, como una falta de alimentos saludables asequibles o lugares seguros para que sus hijos sean físicamente activos.

"Los padres desean lo mejor para sus hijos. Quieren darles alimentos nutritivos", aseguró Amy Yaroch, directora ejecutiva del Centro de Nutrición Gretchen Swanson, un instituto de investigación sin fines de lucro en Omaha, Nebraska.

"Pero desear lo mejor y poder proveerlo son dos cosas distintas", añadió Yaroch, que no participó en el estudio.

En general, afirmó, los estadounidenses viven en una sociedad que hace que comer de forma saludable y hacer ejercicio sea difícil, en que, entre otras cosas, estamos rodeados de mercadeo de comida precocinada diseñada para ser sabrosa y atractiva.

De hecho, los restaurantes de comida rápida son mucho más abundantes que los supermercados, lamentó Amanda Staiano, una investigadora en obesidad pediátrica que no participó en la investigación.

Y la batalla puede ser particularmente dura para las familias con unos ingresos bajos.

"Mucho de esto al final se trata de los ingresos, los recursos, el tiempo y el estrés", aseguró Staiano, directora del Laboratorio de Obesidad Pediátrica y Conductas de Salud del Centro de Investigación Biomédico Pennington, en Baton Rouge, Luisiana.

La buena noticia es que hay programas nacionales que se ha mostrado que mejoran la calidad de la dieta entre los niños en edad preescolar y escolar, por ejemplo el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC), que ofrece asistencia nutricional a las mujeres de bajos ingresos con hijos pequeños, y el Programa Nacional de Almuerzos Escolares.

"Pienso que los programas de desayunos y almuerzos escolares han mejorado mucho", aseguró Staiano.

De hecho, añadió, es con frecuencia durante los meses de verano, cuando los niños han salido de la escuela, cuando sucede el aumento de peso en exceso.

En comparación con los años de edad escolar, la niñez temprana ha recibido tradicionalmente menos atención cuando se trata de la prevención y la gestión de la obesidad, aseguraron tanto Staiano como Yaroch. Pero esto está cambiando.

Yaroch apuntó a un programa financiado por el gobierno, llamado Colaboración Nacional para la Atención Temprana y el Aprendizaje en la Educación, que se implementó en varios estados de EE. UU. para fomentar una alimentación saludable y el ejercicio, y reducir el "tiempo frente a las pantallas", en los ámbitos del cuidado infantil.

"La edad de 0 a 5 años es cuando se estableen las preferencias y las conductas", aseguró Yaroch. "Y mientras antes se interviene, mejor".

En el nuevo estudio, los investigadores del Hospital de la Universidad de Copenhague en Holbaek, Dinamarca, dieron seguimiento a 335 niños en edad preescolar y a 657 niños en edad escolar, de 6 a 8 años. En ambos grupos de edad, alrededor de un 14 por ciento tenían sobrepeso, lo que significa que tenían un índice de masa corporal por encima del percentil 90 para su edad y sexo. (En Estados Unidos, el percentil 85 se considera sobrepeso).

En promedio, los niños en edad escolar que tenían peso adicional presentaban unos niveles más altos de azúcar en la sangre y colesterol que sus pares, un indicador de que podrían estar en una trayectoria hacia la diabetes tipo 2. También tenían unos niveles más altos de triglicéridos y unos niveles más bajos de colesterol HDL, que protege al corazón. Y un año más tarde, el porcentaje de niños en edad escolar que tenían sobrepeso había aumentado a un 17 por ciento.

El estudio, dirigido por la Dra. Christine Frithioff-Bøjsøe, se publicó en la edición en línea del 3 de mayo de la revista Obesity Research & Clinical Practice. Los hallazgos fueron presentados el en el Congreso Europeo sobre la Obesidad, en Maastricht, Países Bajos.

Staiano anotó que una salvedad es que, incluso entre los niños en edad escolar con sobrepeso, el azúcar en la sangre, la insulina y otros marcadores estaban dentro del rango normal. Pero añadió que es preocupante ver las diferencias a una edad tan temprana.

"No sabemos cómo los afectará más adelante en la vida", advirtió Staiano.

Una de las metas generales, según Staiano, no es solo contar con programas formales dirigidos a la nutrición y a la salud de los niños, sino también herramientas prácticas que las familias puedan utilizar en casa. Anotó que, a veces, unos consejos sencillos de los proveedores de atención de la salud pueden hacer mucho. Por ejemplo, interpretar las señales de hambre del bebé en lugar de buscar siempre que "acabe el biberón", o dar unas porciones del tamaño adecuado a los niños pequeños.

Staiano dijo que piensa que la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) ha estado haciendo un buen trabajo al ayudar a los médicos y otros proveedores a mejorar sus habilidades en la gestión del peso infantil.

"Pienso que los proveedores de la salud tienen un rol importante en esto", añadió Staiano. "Pero las escuelas, las comunidades y el supermercado de la esquina también pueden hacer su parte".


Más información

La Academia Americana de Pediatría ofrece consejos sobre la nutrición y el ejercicio.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Amanda Staiano, PhD, associate professor, director, Pediatric Obesity and Health Behavior Laboratory at Pennington Biomedical Research Center, in Baton Rouge, La.; Amy Lazarus Yaroch, PhD, executive director, Gretchen Swanson Center for Nutrition, Omaha, Neb.; Obesity Research & Clinical Practice, May 3, 2022, online; European Congress on Obesity, Maastricht, the Netherlands, May 3, 2022

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