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La gripe estacional de hoy en día podría descender de la cepa de la pandemia de 1918

MARTES, 10 de mayo de 2022 (HealthDay News) -- La gripe H1N1 de hoy en día, que con frecuencia se conoce como la gripe porcina, parece ser una descendiente directa del virus de la influenza que provocó la catastrófica pandemia de 1918, muestra un análisis reciente.

Unos datos genéticos extraídos de muestras de la gripe de 1918 que se descubrieron hace poco en Alemania sugieren que todos los segmentos genómicos de la gripe estacional H1N1 podrían descender directamente de esa terrible cepa inicial, señalaron los investigadores.

La gripe estacional de hoy en día podría descender de la cepa de la pandemia de 1918

"El virus subsiguiente de la gripe estacional que circuló después de la pandemia podría bien haber evolucionado de forma directa y por completo del virus de la pandemia", comentó el investigador sénior, Sebastien Calvignac-Spencer, biólogo evolutivo del Instituto Robert Koch, en Berlín.

Si es correcta, la nueva teoría contradice a otras hipótesis que han sostenido que la gripe estacional actual surgió cuando distintos virus compartieron su código genético, anotaron los autores del estudio.

Este estudio comenzó cuando Calvignac-Spencer y sus colegas descubrieron una rara colección de especímenes que databan de entre 1900 y 1931, todos conservados en el Museo de Historia Médica de Berlín y el Museo de Historia Natural de Viena, en Austria.

A partir de estos especímenes, los investigadores pudieron desarrollar un genoma completo de la gripe con una muestra de genoma recolectada en Múnich en 1918, además de dos genomas de gripe parciales recolectados en Berlín en el mismo año.

"Estos datos son importantes", aseguró Calvignac-Spencer. "La pandemia de 1918 afectó a más de la mitad de la humanidad, y acabó con las vidas de entre 50 y 100 millones de personas, pero en el momento en que comenzamos este trabajo había disponibles apenas 18 especímenes y solo dos genomas completos, y la mayoría de EE. UU.", explicó.

Los investigadores aplicaron un modelo de "reloj molecular", y compararon la genética de la gripe de 1918 con la de la gripe estacional de hoy en día.

El equipo encontró que los virus H1N1 estacional y de 1918 se "aglomeran entre sí", lo que indica que la cepa inicial de la influenza siguió evolucionando por su cuenta en los humanos, las aves y los mamíferos, en lugar de combinarse con otros virus, y que al final se convirtió en una de las principales cepas de gripe actuales.

Por ejemplo, se sabía que la influenza de 1918 entró en la población porcina durante la pandemia, y se mantuvo como una cepa de gripe que solo afectaba a los cerdos, apuntó el coinvestigador Thorsten Wolff, director de investigación sobre la influenza y los virus respiratorios del Instituto Robert Koch.

Entonces, en 2009, la cepa volvió a los humanos, y creó el brote de gripe porcina de ese año, señaló Wolff.

Los hallazgos del equipo se publicaron en la edición en línea del 10 de mayo de la revista Nature Communications.

El trabajo de estos "arqueólogos virales" ayuda a explicar por qué la gripe porcina de 2009 variaba respecto a cómo afectaba más a las personas jóvenes que a las personas mayores, planteó el Dr. William Schaffner, director médico de la National Foundation for Infectious Diseases.

"Fue un virus que atacó más a los niños y a los adultos de mediana edad y a los adultos jóvenes", dijo Schaffner. "Al contrario de lo que la gripe hace con frecuencia, que es tener el mayor impacto en las personas mayores, las personas mayores se libraron, hablando relativamente", anotó.

"Hubo datos que se generaron en ese momento que sugerían que se debía a que habían tenido cierta experiencia, algunos, con este virus H1N1 temprano que data de 1918, o con sus sucesores", continuó Schaffner. "Estos datos concuerdan muy bien con esas investigaciones epidemiológicas".

También ayuda a explicar por qué las peores temporadas de gripe tienden a suceder cuando la cepa de influenza H3N2 de "Hong Kong" es la dominante, dado que es una cepa más nueva contra la cual las personas tienen menos inmunidad natural y desarrollada mediante vacunas, añadió Schaffner.

"Las vacunas actuales contra la influenza que usamos funcionan mejor contra las cepas H1N1 que contra las H3N2", aclaró Schaffner. "Es obvio que este virus ha mutado y ha adquirido elementos genéticos porcinos y de las aves, así que no es un virus idéntico, pero está claro que es una descendencia, uno de los nietos o bisnietos".

Hay evidencias de que la gripe de 1918 evolucionó durante oleadas sucesivas de esa pandemia, de forma muy parecida a lo que ha hecho el coronavirus de la COVID-19 durante la pandemia moderna, apuntó Calvignac-Spencer.

Tanto Calvignac-Spencer como Schaffner advirtieron que la influenza y el coronavirus proceden de dos familias de virus del todo distintas y sin parentesco, así que es difícil sacar lecciones directas de lo que sucedió en 1918 para hoy en día.

Pero Schaffner anotó que las cepas más recientes de la COVID, como la ómicron, tienden a ser más infecciosas pero a producir una enfermedad algo menos grave en las personas que se han vacunado o infectado antes.

"Así que podría haber algo más o menos análogo a lo que sucede con la COVID", añadió Schaffner. "Hay una verdad general: mientras más aprendamos sobre los virus y la forma en que funcionan, mejores vacunas podremos producir en el futuro".

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la pandemia de gripe de 1918.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Sebastien Calvignac-Spencer, evolutionary biologist, Robert Koch Institute, Berlin, Germany; Thorsten Wolff, head, influenza and respiratory virus research, Robert Koch Institute, Berlin, Germany; William Schaffner, MD, medical director, National Foundation for Infectious Diseases, Bethesda, Md.; Nature Communications, May 10, 2022, online

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