El vapeo podría aumentar las probabilidades de uso de marihuana y atracones de bebida de los adolescentes

JUEVES, 18 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- Es significativamente más probable que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tengan atracones de bebida y usen cannabis, en comparación con los que no vapean, encuentra una nueva investigación.

Unas encuetas de adolescentes de 13 a 18 años revelaron que los vapeadores tienen 20 veces más probabilidades de usar marihuana que los adolescentes que no usaban ningún producto de nicotina. Y los que habían vapeado en el mes anterior tenía seis veces más probabilidades de haber tenido múltiples episodios de atracones de bebida en las dos semanas anteriores.

El vapeo podría aumentar las probabilidades de uso de marihuana y atracones de bebida de los adolescentes

Estas asociaciones fueron incluso más fuertes entre los jóvenes que fumaban cigarrillos tradicionales y vapeaban.

"Lo sorprendente es lo fuerte que fueron estos vínculos", señaló el autor principal del estudio, Noah Kreski, analista de datos de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia. "Las asociaciones que vemos aquí son con una gran diferencia mucho más altas que las que en general vemos en un estudio de cualquier tema".

Los efectos a largo plazo del vapeo en la salud no se conocen del todo, anotó Kreski, pero las evidencias desfavorables se acumulan.

Debido a este fuerte solapamiento, unas intervenciones efectivas deberían abordar el vapeo, el consumo de alcohol y el uso de cannabis de forma simultánea, planteó Kreski.

Los investigadores utilizaron la encuesta Monitorizar el Futuro, del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU., para observar las tendencias en el uso de sustancias de más de 51,000 jóvenes que estaban en el octavo, el décimo y el decimosegundo cursos (con edades de 13 a 18 años). Los estudiantes fueron encuestados entre 2017 y 2019.

Los autores se enfocaron en el uso de nicotina en los 30 días anteriores, lo que incluía no fumar, fumar solo cigarrillos, solo vapear, y la combinación de fumar y vapear.

En comparación con los jóvenes que no usaban nicotina, los que habían fumado cigarrillos en los 30 días anteriores tenían ocho veces más probabilidades de usar cannabis. Los que vapeaban tenían 20 veces más probabilidades de usar cannabis. Y los que fumaban cigarrillos y vapeaban tenían un riesgo particular: eran 40 veces más propensos a usar cannabis.

El vínculo entre el uso de nicotina en los 30 días anteriores y los atracones de alcohol en las dos semanas anteriores fue particularmente fuerte entre los que utilizaban cigarrillos tradicionales y cigarrillos electrónicos. Tenían seis veces más probabilidades de haber tenido un atracón de bebida en las dos semanas anteriores. Tenían casi 22 veces más probabilidades de haber tenido un atracón de bebida en entre tres y cinco ocasiones.

"Estos patrones son muy fuertes, en términos de que donde hay un uso de alguna sustancia, es muy probable que haya un uso de otra sustancia", advirtió Kreski.

Lo que los autores no pueden afirmar a partir del estudio es si vapear hace que un adolescente desee usar otras sustancias, o si están usando una variedad de sustancias y la combinación incluye al vapeo.

El vapeo también podría tener un fuerte componente social, dijo Kreski. Por ejemplo, los adolescentes quizá usen el dispositivo de vapeo de un amigo.

"Esto confirma lo que hace mucho que sabemos sobre el vínculo entre el uso de distintas sustancias", aseguró el Dr. Marc Fishman, director médico de los Centros de Tratamiento de Maryland, y profesor asociado de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Fishman, que no participó en el estudio, enfatizó dos mensajes clave que contiene: el vapeo es un problema prevalente e importante, y la combinación de vapear y fumar se correlacionó con los marcadores de uso de otras sustancias de la mayor gravedad.

Fishman anotó que los hallazgos son "preocupantes", y dijo que el vapeo también está deshaciendo el progreso que se ha logrado al evitar que los jóvenes se acerquen a la nicotina.

Muchos factores podrían explicar por qué el uso de una sustancia aumentaría las probabilidades de usar otra, planteó Fishman. Podrían incluir un motivo biológico, así como el acceso a más de una sustancia en ciertas circunstancias.

"Lo más importante es no pretender que no es un gran problema", enfatizó Fishman.

Es importante no atribuírselo a la mala conducta adolescente. Sí, los adolescentes se meten en problemas, pero también es importante hacer que este mensaje de salud sea ubicuo, comentó.

"Los padres deben hablar con sus hijos adolescentes. Los pediatras deben abordar estos temas. En las consultas debe haber mensajes claros de que deseamos retrasar el inicio del uso de sustancias, desde la nicotina hasta el alcohol y el cannabis y otras, hasta después de los 21 años, que la cantidad correcta de drogas que los adolescentes deben usar es cero", observó Fishman.

Kreski dijo que espera que la moraleja para los padres no sea juzgar ni criticar a sus hijos adolescentes, sino comunicarse con ellos y abrir un diálogo sobre cómo elegir opciones saludables.

"De verdad deseamos enfatizar que estos resultados son una oportunidad para comunicarse y respaldar y comprender, algo que pienso que siempre es muy importante, sobre todo a una edad tan vulnerable", apuntó Kreski.

En cuanto a las autoridades de salud pública y los médicos, quizá sea importante sopesar estos temas y sus patrones más amplios, añadió Kreski.

Los hallazgos del estudio se publicaron en la edición del 17 de mayo de la revista Substance Use and Misuse.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre los cigarrillos electrónicos y los adolescentes.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Noah Kreski, MPH, data analyst, Columbia University Mailman School of Public Health, New York City; Marc Fishman, MD, DFASAM, medical director, Maryland Treatment Centers and associate professor of psychiatry, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore; Substance Use and Misuse, May 17, 2023

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