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El racismo empeora la salud cardiaca de las mujeres negras

JUEVES, 2 de marzo de 2023 (HealthDay News) -- Las mujeres negras expuestas a ciertas formas de racismo quizá sean más propensas a desarrollar una enfermedad cardiaca, señalan unos investigadores.

En específico, las mujeres negras que dijeron que se enfrentaban a la discriminación en el empleo, la vivienda y en sus interacciones con la policía tenían unas probabilidades un 26 por ciento más altas de desarrollar una enfermedad cardiaca que sus contrapartes que no habían experimentado un racismo estructural de este tipo.

El racismo empeora la salud cardiaca de las mujeres negras

El racismo estructural se refiere a las formas en que una sociedad fomenta la discriminación racial a través de los sistemas de vivienda, educación, empleo, atención de la salud y justicia criminal.

El nuevo estudio no se diseñó para determinar cómo el racismo percibido aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca, pero los investigadores tienen sus teorías. "Los factores estresantes psicosociales crónicos, como el racismo, aumentan los niveles de inflamación, la presión arterial y otros factores de riesgo de la enfermedad cardiaca", comentó la autora del estudio, Shanshan Sheehy, profesora asistente de medicina de la Facultad de Medicina Chobanian y Avedisian de la Universidad de Boston.

En el estudio, los investigadores monitorizaron a más de 48,000 mujeres inscritas en el Estudio de la salud de las mujeres negras, de 1997 a 2019. Ninguna tenía una enfermedad cardiaca en 1997. Durante 22 años de seguimiento, 1,947 de las mujeres desarrollaron una enfermedad cardiaca.

Las mujeres respondieron a cinco preguntas en 1997 sobre sus experiencias relacionadas con el racismo en sus vidas diarias, y a tres preguntas sobre el racismo estructural en el empleo, la vivienda o sus interacciones con la policía.

El riesgo de enfermedad cardiaca no se vinculó con las experiencias de racismo en la vida diaria, pero las mujeres que reportaron que experimentaban racismo en el empleo, la vivienda y en sus interacciones con la policía tenían un riesgo más alto de enfermedad cardiaca, en comparación con las mujeres que respondieron que no a las tres preguntas sobre el racismo estructural.

Pero el estudio es observacional, y no puede probar una relación causal directa.

En el futuro, los investigadores planifican observar otros tipos de racismo, y ver cómo afectan a la salud del corazón. "Esto podría conducir a nuevas perspectivas, y avanzar nuestro conocimiento sobre la forma en que el racismo afecta a la salud", planteó Sheehy.

Muchos adultos negros ya presentan un riesgo más alto de desarrollar una enfermedad cardiaca, debido a la hipertensión o la diabetes tipo 2, de forma que es importante que hagan todo lo posible por mejorar su salud cardiaca. "Mantener la presión arterial en el rango normal, no fumar, llevar una vida físicamente activa y dormir bien son cosas buenas para el corazón", añadió Sheehy.

Los hallazgos se presentarán esta semana en una reunión de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en Boston. Los hallazgos presentados en reuniones médicas deben considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

El nuevo estudio también amplía a la creciente investigación sobre cómo el racismo afecta a la salud, aseguró Tené Lewis, profesora asociada de epidemiología de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, en Atlanta.

"Hay estudios que muestran que los informes de discriminación se asocian con la enfermedad cardiaca temprana y los marcadores de inflamación, pero, hasta ahora, los estudios que vinculan el racismo con los resultados clínicos han sido pocos y poco frecuentes", señaló Lewis, que no participó en el nuevo estudio.

"[El efecto del racismo en la salud] importa, sabemos que importa, y aquí están las pruebas, así que ha llegado el momento de tomar unas medidas más abarcadoras y colectivas contra el racismo", enfatizó.

La responsabilidad es de la sociedad. "Ocultar estos problemas no ayuda a nadie. Debemos reconocer la complejidad de nuestra historia alrededor de la raza, y comenzar a pensar sobre lo que podemos hacer para fomentar la igualdad para todo el mundo como sociedad", planteó Lewis.

"Debemos reconocer que esto es algo que existe, y que no pasa nada si no se está bien", añadió.

El racismo provoca estrés, de forma que tomar medidas para reducir el estrés podría tener unos efectos positivos para la salud. "Busque respaldo social, practique mindfulness y haga ejercicio", sugirió Lewis.

Más información

La Asociación Americana del Corazón ofrece más información sobre el racismo estructural y cómo afecta a la salud.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Shanshan Sheehy, ScD, assistant professor, medicine, Slone Epidemiology Center, Chobanian & Avedisian School of Medicine, Boston University; Tené Lewis, PhD, associate professor, epidemiology, Rollins School of Public Health, Emory University, Atlanta; American Heart Association, annual meeting, Boston, Feb. 28 to March 3, 2023

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