Mezcla fatal: cocaína, metanfetamina y fentanilo

 Como si usar cocaína o metanfetamina no fuera suficientemente riesgoso, una nueva investigación muestra un marcado aumento del consumo de esas drogas junto con fentanilo, un potente opioide sintético.

Los hallazgos, basados en resultados de análisis de orina para identificar el consumo de drogas,  podrían explicar el abrupto aumento en las tasas de sobredosis relacionadas con la cocaína y la metanfetamina.

Mezcla fatal: cocaína, metanfetamina y fentanilo
El aumento de muertes por consumo de cocaína y metanfetamina se debería al agregado de fentanilo | Foto: ISTOCK

Se analizaron,  en los Estados Unidos, datos de un millón de análisis de orina tomados en varios ámbitos médicos, y se encontró que entre enero de 2013 y septiembre de 2018, la presencia de fentanilo en las pruebas de orina --que también daban positivo de cocaína o metanfetamina--,  aumentó en un 1850 y un 798 por ciento, respectivamente.

En todas las muestras se observaron resultados positivos de cocaína o metanfetamina con fentanilo no recetado. Todavía no se ha determinado si esas combinaciones son creadas por los traficantesde drogas o por los consumidores. 

¿Qué es el  "fentanyl" o fentanilo?

El fentanyl o fentanilo es un medicamento opioide sintético. Se usa para tratar el dolor en pacientes con cáncer, para aliviar los episodios repentinos de dolor que ocurren a pesar del tratamiento continuo con medicamentos analgésicos. El fentanilo pertenece a una clase de medicamentos llamados analgésicos narcóticos (opiáceos). Funciona al cambiar la manera en que el cerebro y el sistema nervioso responden al dolor. 

Un factor importante es que, además de aliviar el dolor, los opioides también activan las regiones de recompensa del cerebro, lo que causa un estado de euforia o "high". Esta euforia es lo que crea la posibilidad de abuso o de un trastorno por consumo de drogas.

Desde el punto de vista químico, estos medicamentos son muy similares a la heroína, que originalmente se sintetizó como fármaco a partir de la morfina hacia fines del siglo XIX. Estas propiedades hacen que estos medicamentos aumenten el riesgo de adicción, es decir crear un trastorno por consumo de drogas, incluso en pacientes que los toman tal como lo indicó el médico, según se indica en un artículo sobre opioides  del National Institute on Drug Abuse (NIDA).

Una tableta de fentanilo se conigue a menos de 20 dólares.| Foto: Getty

Más muertes por cocaína y metanfetamina

Esas estadísticas sugieren que los aumentos en las sobredosis de la cocaína y la metanfetamina podrían relacionarse con que se añadiera fentanilo a esas drogas, o con que se usaran al mismo tiempo, según los autores del estudio, que se publicó en una edición reciente en línea de la revista JAMA Network Open.

Una investigación publicada tan solo la semana pasada llegó a conclusiones similares, pero desde un ángulo distinto. Casi tres cuartas partes de las muertes en que estuvo implicada la cocaína en 2017 también implicaron a los opioides, al igual que más o menos la mitad de las muertes en que hubo psicoestimulantes implicados, como la metanfetamina. 

Los opioides sintéticos (el fentanilo con una mayor prominencia) con frecuencia tuvieron un papel clave y letal, dicen investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

"El uso concurrente de fentanilo con cocaína o metanfetamina, que es cada vez más común, podría ayudar a explicar los aumentos recientes en las muertes por sobredosis en que se implican estimulantes", señaló el coautor del estudio, Bob Twillman, asesor de la compañía de análisis de drogas Millennium Health, con sede en San Diego.

"Tanto los profesionales clínicos como los pacientes deben ser conscientes de las consecuencias potenciales de la exposición al fentanilo, ya sea con o sin conocimiento, y tomar las medidas necesarias para maximizar la seguridad de los pacientes", concluyó Twillman.

¿Qué es la metanfetamina?

Cristal de metanfetamina en un laboratorio clandestino, en México. | Foto: Getty

La metanfetamina es un estimulante sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central. Aunque la mayoría de la metanfetamina que se usa en los Estados Unidos viene de laboratorios internacionales o nacionales, también se puede producir fácilmente en pequeños laboratorios clandestinos con ingredientes relativamente económicos que se pueden conseguir sin receta médica. 

Estos factores hacen de la metanfetamina una droga con un alto potencial para el abuso masivo, según el National Instituto on Drug Abuse (NIDA).

La metanfetamina se conoce comúnmente como “anfeta”, “meta” y “tiza” en español o como “speed”, “meth” y “chalk” en inglés. Generalmente se refiere a la forma de la droga que se puede fumar como “hielo” (“ice”), “cristal” (“crystal”), “arranque” (“crank”) y “vidrio” (“glass”). 

Es un polvo blanco, cristalino, sin olor, y con sabor amargo que se disuelve fácilmente en agua o licor. La metanfetamina fue desarrollada a comienzos del siglo pasado como derivado de la anfetamina y originalmente se usó en descongestionantes nasales e inhaladores bronquiales. Al igual que la anfetamina, la metanfetamina aumenta la actividad y el habla, disminuye el apetito y produce una sensación general de bienestar. 

Sin embargo, la metanfetamina difiere de la anfetamina en que, cuando se usan en dosis similares, son mayores los niveles de metanfetamina que entran al cerebro, haciéndola una droga estimulante más poderosa con efectos más duraderos y dañinos sobre el sistema nervioso central.

La metanfetamina es un estimulante de la Lista II de la “Ley sobre Sustancias Fiscalizadas”, lo que significa que tiene un alto potencial para ser abusada y que se puede obtener solamente por medio de prescripción médica. Se utiliza para el tratamiento de la narcolepsia (un trastorno del sueño) y del trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Sin embargo, estos usos médicos son limitados y las dosis son mucho más bajas que las que se usan típicamente cuando se abusa de la droga.

La mayor parte del tráfico mundial de metanfetamina sigue concentrándose en las subregiones de Asia oriental y sudoriental y América del Norte. Según el reporte de 2018 de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, la disponibilidad de la metanfetamina en América del Norte aumentó entre 2013 y 2016, y en 2016 esa sustancia se convirtió en la segunda mayor amenaza derivada de las drogas en los Estados Unidos, después de la heroína. 

Metanfetamina en tabletas producidas en Myanmar, en la frontera con China, uno de slos principales proveedores de la droga | Foto: Getty

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