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El autismo, el alcohol y el abuso de drogas pueden ser una mezcla peligrosa

JUEVES, 8 de julio de 2021 (HealthDay News) -- Los adolescentes con autismo podrían ser menos propensos que otros a consumir drogas y alcohol, pero una investigación reciente encuentra que los que sí lo hacen tienen nueve veces más probabilidades de utilizar estas sustancias para enmascarar los síntomas, incluso los relacionados con el autismo.

Esto se conoce como camuflaje, y se ha vinculado con problemas de la salud mental y un mayor riesgo de suicidio entre las personas con autismo.

El autismo, el alcohol y el abuso de drogas pueden ser una mezcla peligrosa

"Ver unos resultados tan duros fue bastante chocante", aseguró la coautora del estudio, Elizabeth Weir, estudiante doctoral del Centro de Investigación en Autismo de Cambridge, en Reino Unido.

Los trastornos del espectro autista afectan a 1 de cada 54 niños en Estados Unidos, y es el término general para un conjunto de discapacidades del desarrollo que pueden provocar problemas sociales, de comunicación y conductuales significativos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.

En el estudio, los investigadores preguntaron a casi 1,200 personas con autismo y a unas 1,200 personas sin autismo con qué frecuencia usaban drogas o alcohol, a través de una encuesta anónima en línea. De ellos, más de 900 participantes proveyeron unas respuestas más detalladas sobre por qué recurrían a las drogas y al alcohol.

Los investigadores no preguntaron directamente qué tipos de drogas usaban las personas, pero muchas hicieron referencia a la marihuana, el MDMA (éxtasis), la heroína, la cocaína, los hongos alucinógenos, la ketamina y el LSD.

En general, las personas con autismo fueron menos propensas que sus pares que no eran autistas a usar drogas o consumir alcohol.

Esa es la buena noticia. La noticia no tan buena es que, a pesar de las tasas más bajas, las personas con autismo eran mucho más propensas a reportar que usaban drogas recreativas para enmascarar los síntomas indeseados del autismo, por ejemplo la sobrecarga sensorial, mostró el estudio.

Esto es muy preocupante, señaló Pamela Feliciano, directora científica de SPARKforAutism.org de la Simons Foundation Autism Research Initiative, en Ridgewood, Nueva Jersey.

"En la población autista, las estrategias de camuflaje se han vinculado con los síntomas de las salud mental y con un riesgo más alto de tendencias suicidas", apuntó Feliciano, que no participó en el nuevo estudio.

Las personas con autismo tenían más de tres veces más probabilidades de usar drogas o alcohol para autotratar la ansiedad, la depresión o los pensamientos suicidas, encontró el estudio.

En algunos, esta automedicación les permitió reducir las dosis de medicamentos recetados para esas afecciones de la salud mental. "Ajustar las dosis de varios medicamentos recetados, y usarlos junto con las sustancias recreativas puede ser muy peligroso", apuntó Weir.

Muchas de estas sustancias también tienen claros riesgos de sobredosis, y la automedicación podría aumentar estos riesgos, apuntó Weir. "También hay posibilidades de interacciones entre las drogas recreativas y los medicamentos recetados para otras afecciones", añadió.

No hay directrices específicas para tratar el abuso de sustancias en las personas con autismo. "Este campo es realmente nuevo, y se deben considerar unos protocolos de tratamiento para el abuso de sustancias que estén personalizados para los individuos con autismo", dijo Weir.

El estudio se publicó en la edición del 1 de julio de la revista The Lancet Psychiatry.

Los nuevos hallazgos se hacen eco de lo que una especialista en el autismo, la Dra. Melissa Nishawala, observa en su consultorio en el Hospital Pediátrico Hassenfeld de Langone Health de la NYU, en la ciudad de Nueva York.

"He conocido a muchos jóvenes autistas que están fundamentalmente opuestos a las sustancias, entre ellas el alcohol, debido al potencial de resultados de salud y sociales negativos", comentó Nishawala, que no participó en la nueva investigación. "Pero los trastornos de la ansiedad y la depresión son más prevalentes en el autismo, y quizá contribuyan a un aumento en el uso de sustancias en los adolescentes y adultos jóvenes".

Muchos se automedican con alcohol o cannabis para aliviar la ansiedad social o calmar sus pensamientos para poder dormir, observó.

"Con el fin de ser exitosos, los programas de tratamiento deben adaptarse para incorporar estrategias que aborden las dificultades sociales y otras características específicas del autismo, además del tratamiento estándar para el abuso de sustancias", añadió Nishawala.

Más información

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre los servicios para el tratamiento del autismo.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Elizabeth M. Weir, PhD student, Autism Research Centre, Cambridge, United Kingdom; Pamela Feliciano, PhD, scientific director, SPARKforAutism.org, Simons Foundation Autism Research Initiative, Ridgewood, N.J.; Melissa Nishawala, MD, medical director, Autism Spectrum Disorder Clinical Research Program, Hassenfeld Children's Hospital at NYU Langone Health, New York City, and clinical assistant professor, child and adolescent psychiatry, NYU Grossman School of Medicine, New York City; The Lancet Psychiatry, July 1, 2021

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