Cambian ideas sobre migrantes y Dios con estimulación magnética

El estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, refiere que administrando un campo magnético no invasivo, denominado estimulación magnética transcraneana, sobre un área del cerebro llamada corteza frontal medial posterior (asociada con la detección de problemas y comportamientos para resolverlos) es posible manipular la creencia en Dios y los prejuicios hacia los inmigrantes.

En el experimento, la mitad de los participantes recibió un procedimiento de baja energía que no afectó a su cerebro, a la otra mitad se le administró la energía suficiente para disminuir la actividad en el área objetivo del cerebro objetivo. Posteriormente los investigadores pidieron a los participantes responder a los aspectos emocionales negativos y positivos de la religión y del nacionalismo.

Cambian ideas sobre migrantes y Dios con estimulación magnética
| Foto: THINKSTOCK

Específicamente calificaron la creencia en el diablo, demonios y el Infierno, además de Dios, los ángeles, y el cielo. Con respecto a la ideología nacionalista, los participantes leyeron dos ensayos sobre inmigrantes, uno era extremadamente crítico y el otro muy cortés.

Los resultados mostraron que las personas a quienes se les aplicó estimulación magnética reportaron 32.8% menos creencia en Dios, los ángeles, o el cielo y fueron un 28.5% más positivo en sus sentimientos hacia los inmigrantes.

"Queríamos averiguar si la región del cerebro que está relacionada con la solución de problemas concretos, como el decidir cómo mover el cuerpo para superar un obstáculo, también estaba implicada en la solución de problemas abstractos abordados por la ideología”, precisó el Dr. Keise Izuma, uno de los autores del trabajo en información difundida por la institución académica.

"Cuando intervenimos sobre la región del cerebro que normalmente ayuda a detectar y responder amenazas, vimos una reacción menos negativo, menos ideológicamente motivadas", destacó.

Los resultados proporcionarían la primera evidencia de que los prejuicios contra algún grupo y las creencias religiosas son susceptibles a la neuromodulación.

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