Los sofocos de la menopausia pueden durar más de lo que crees. Los golpes de calor típicos de esa etapa pueden extenderse durante años, incluso décadas después de experimentar el proceso. Eso fue lo que encontraron investigadores de la Clínica Mayo luego de recolectar y revisar datos de casi 5000 mujeres.
El estudio consistió en preguntar a las participantes si persistía algún síntoma comúnmente relacionado con la menopausia, como sofocos o sudores nocturnos, después de pasar la mediana edad. Un alto porcentaje informó tenerlos en la década de los 60, 70 y 80 años.
"La cantidad participantes que informaron y buscaron atención para controlar los síntomas saca a la luz una posible necesidad médica desatendida de las mujeres de más de 60 años de edad. Una mayor concienciación al respecto permitirá a los médicos clínicos identificar estos síntomas molestos y revisar las alternativas de tratamiento con las mujeres, lo cual puede llevar a mejorarles la calidad de vida", explica Paru David, médico especialista en menopausia de Clínica Mayo de Arizona y autora del estudio.
Las mujeres mayores de 60 años que dijeron tener síntomas vasomotores entre moderados y fuertes (sofocos) eran menos proclives a informar que gozaban de excelente salud. Quienes tuvieron menopausia quirúrgica o inducida también eran más proclives a tener síntomas vasomotores después de los 60 años. Además, la cafeína parece aumentar la probabilidad de tener síntomas vasomotores en las mujeres mayores de 70 años.
El estudio también indicó que las mujeres bajo terapia hormonal eran menos proclives a tener sofocos y sudores nocturnos moderados o fuertes, resultado que los investigadores esperaban. La ventaja de iniciar la terapia hormonal en ciertas mujeres suele superar el riesgo en quienes aún no cumplen 60 años o que están dentro de los primeros 10 años de menopausia. Sin embargo, aún no se ha determinado cuándo es el momento más oportuno para suspender las hormonas.
"Las mujeres de 60, 70 y 80 años que todavía presentan síntomas de menopausia deben hablar con sus médicos para no solo encontrar un plan de tratamiento, sino alivio, y mejorar su calidad de vida", añade la especialista.
¿Por qué ocurren los sofocos?
Los sofocos, también llamados sofocones, hot flushes o bochornos, son síntoma de la llegada de la menopausia. Todas las mujeres comienzan a sufrirlos desde que inicia la perimenopausia, que es la etapa anterior a la menopausia, cuando los ovarios producen menos estrógeno pero la mujer sigue teniendo periodos.
Son una sensación momentánea de calor que puede ir acompañada de rubor en la cara y sudores, especialmente de noche. En cada mujer pueden variar en gravedad, frecuencia y duración.
Aún no se ha determinado qué causa los sofocos, pero podrían estar relacionados con cambios en la circulación. En un estudios de la Universidad de Pittsburgh mostró que durante un sofoco, la variabilidad de la tasa cardiaca se reducía significativamente, una señal de que el sistema nervioso parasimpático no funciona tan bien como normalmente. Sin embargo, ni estos resultados ni los de otras investigaciones han sido concluyentes.
Uno de los tratamientos recomendados para aliviar los sofocos y la sudoración es la terapia de reemplazo hormonal (HRT) en forma de píldoras. Algunas terapias botánicas y a base de hierbas han demostrado ser efectivas para aliviar los síntomas de la menopausia, pero se necesita más investigación para determinar los beneficios y riesgos que suponen estos remedios alternativos.
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