¿Sabías que las personas que viven cerca del Mediterráneo suelen tener una mayor esperanza de vida así como menos riesgo de problemas cardíacos, Alzheimer, cáncer y diabetes? Muchos científicos se han dado cuenta de esto, y muchas pruebas apuntan a que esto se debería a la alimentación.
"Mucho más que mirar a los estudios, bastaría observar la calidad de vida de quienes han seguido la dieta mediterránea a través del tiempo; podríamos decir que ésta es la mejor dieta del mundo", asegura el Dr. Dimitrios Trichopoulos, de la Universidad de Harvard, y uno de los principales estudiosos de este tipo de alimentación.
Puntos clave
- La dieta mediterránea reduciría el riesgo de múltiples enfermedades.
- Consiste en consumir diversos grupos de alimentos en proporciones correctas.
- Los vegetales, el vino y el aceite de oliva son los principales elementos.
Si bien sabemos que es buena, ¿cómo podemos adaptarla a nuestro estilo de vida? Ésta no es una dieta precisamente estricta, así que bastará con conocer sus bases para poder hacer cambios que beneficien tu salud.
Dieta mediterránea, ¿en qué consiste?
La Dra. Artemis Simopoulos explica que la dieta mediterránea perfecta puede ser descrita en cuatro niveles: alimentos básicos, secundarios, terciarios y esporádicos.
- Alimentos básicos: serían legumbres, frutas y verduras, granos enteros, cereales integrales, aceite de oliva y especias. "Estos deben formar parte de todos los platillos que comas cada día, no deben faltarte nunca", asegura la Dra. Simopoulos.
- Alimentos secundarios: incluirían pescados, especialmente salmón y atún, y todo tipo de productos del mar. Lo ideal sería consumir estos alimentos al rededor de dos veces por semana.
- Alimentos terciarios: serían las carnes (res, cerdo y pollo), huevos, leche y productos lácteos; estos alimentos deben consumirse una vez por semana solamente, y con moderación.
- Alimentos esporádicos: incluirían todos los productos que han atravesado por un proceso de refinación como los dulces y la comida rápida o empacada. "No están prohibidos, pero hay que tener mucho cuidado al comerlos", explica la Dra. Simopoulos.
¿Te parece complicado? Bueno, el Dr. Walter Willett, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, asegura que seguir esta dieta es más fácil de lo que parece: “la dieta está basada en grandes grupos alimenticios, por lo que más seguir un menú rígido puedes escoger los alimentos que más te gusten y combinarlos, siempre y cuando respetes las proporciones entre los grupos”.
¿Cómo te beneficia esta dieta?
Para el Dr. Gregory Cole, de la Universidad de California en Los Angeles, el principal beneficio se obtendría por el incremento en el consumo de vegetales y frutas: a ellos se debería una reducción en el riesgo de diversos tipos de cáncer, diabetes y problemas cardíacos. “Esto se debería a que los alimentos vegetales son ricos en atioxidantes y fibra, que tienen efectos excelentes en la salud”, asegura.
Otro gran componente de este tipo de alimentación es el vino, que tomado con moderación ayudaría a reducir el riesgo de problemas cardíacos, ataque cerebral, diabetes y cálculos, según un estudio publicado en el British Medical Journal.
Por último, una parte del beneficio también se debe al cambio en el consumo de grasas: dejar las grasas saturadas (animales principalmente) por grasas monoinsaturadas (como el aceite de oliva) reduce los niveles de colesterol en la sangre así como el riesgo de padecer problemas cardíacos y diabetes.
Aunque estos serían los principales elementos benéficos, la dieta mediterránea es un todo: "Esta dieta funciona gracias a la combinación de todos sus elementos: pescados, grasas, vegetales y frutas, granos, etc., si quitamos uno, la dieta ya no estará completa y podría no tendría el efecto ideal", asegura el Dr. Francesco Sofi, de la Universidad de Florencia.
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