Algunos factores de riesgo de la presión arterial alta son bien conocidos, como una mala alimentación, el sedentarismo o los niveles elevados de estrés.
Otros, en cambio, pueden llegar a pasar desapercibidos. Este es el caso de unos químicos sintéticos, llamados PFAS, que, según muestra un reciente estudio publicado en Hypertension, se asocian a niveles de presión arterial más altos en mujeres de mediana edad.
Puntos clave
- Según un nuevo estudio, las mujeres de mediana edad con niveles de PFAS más altos en sangre tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta que aquellas que con niveles más bajos.
- Las PFAS (sustancias per y polifluoroalquiladas) son un conjunto de químicos sintéticos que se hayan en muchos productos, como envases de alimentos, muebles, o cosméticos.
- Tener una buena dieta, controlar el estrés, hacer ejercicio regularmente y tomar los medicamentos (si así lo recomienda un médico) siguen siendo la mejores formas de prevenir la hipertensión.
Se suele denominar "químicos eternos", "químicos permanentes" o "químicos para siempre" (Forever, en inglés) al grupo de sustancias conocidas como "PFAS" (sustancias per y polifluoroalquiladas).
Se estima que existen más de 4.500 de esos compuestos a base de flúor, y se los puede encontrar en distintos artículos domésticos cotidianos, como champús, cosméticos, utensilios de cocina antiadherentes, revestimientos resistentes a las manchas, envases de alimentos, polvo, agua potable e incluso en el torrente sanguíneo.
Sus apodos de "eternos" o "para siempre" se deben a lenta descomposición que tienen tanto en el medio ambiente como en nuestros cuerpos. En las últimas décadas han sido objeto de muchas investigaciones, ya que su presencia en el organismo se suele vincular a diferentes afecciones, como daño hepático, cáncer de riñón o defectos de nacimiento.
Según los hallazgos del nuevo estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Michigan, otro problema podría añadirse a esa lista. Los autores concluyeron que las mujeres de mediana edad con niveles de PFAS más altos en sangre tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta que aquellas que presentan niveles más bajos.
Los expertos llegaron a esta conclusión tras analizar a 1.058 mujeres de entre 45 y 56 años, utilizando datos de controles anuales realizados entre 1999 y 2017. Todas tenían presión arterial normal cuando comenzó el estudio, pero con el tiempo, 470 desarrollaron hipertensión.
El riesgo varió según la concentración de las diferentes sustancias químicas en sangre. Por ejemplo, las mujeres con ácido perfluorooctano sulfónico detectable (PFOS), un contaminante que se ha encontrado en protectores de tela, pinturas y otros productos industriales, tenían 42% más de probabilidades de tener presión arterial alta que aquellas sin exposición.
El ácido perfluorooctanoico (PFOA), también conocido como C8, se asoció con un riesgo 47% mayor de desarrollar presión arterial alta. Este se encuentra en una gran variedad de productos, como tapicería, indumentaria o envoltorios de alimentos.
La exposición a múltiples productos químicos PFAS tuvo un efecto más fuerte en la presión arterial, y cuanto mayor era la concentración, mayor era el riesgo. Las mujeres en el tercio más alto de las concentraciones sanguíneas de PFAS tenían 71% más de probabilidades de desarrollar hipertensión que aquellas en el tercio más bajo.
Dos de los PFAS más comunes se encuentran en el agua potable de los hogares y son consumidos por más de dos tercios de los estadounidenses, afirmaron los autores del estudio. Estos productos químicos también se han relacionado con problemas cardiovasculares, incluida la función deteriorada de los vasos sanguíneos y niveles elevados de colesterol.
Aunque son necesarias más investigaciones para explorar los vínculos entre los productos químicos y la presión arterial alta, los autores creen que las PFAS son un factor de riesgo "potencialmente modificable", aunque no por ello deja de ser un gran desafío, dado que están presentes en muchas partes y se caracterizan por su lenta degradación.
Hábitos para controlar la hipertensión
La mayoría de las personas que tienen presión arterial alta necesitan tratamientos de por vida y cumplir con ellos es muy importante porque puede ayudar a prevenir o retrasar otros problemas cardiovasculares. Una buena forma de lograrlo es adoptando hábito saludables:
Mantener una alimentación saludable
Para mantener los niveles de presión arterial bajo control, los profesionales de la salud aconsejan seguir los Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión, mejor conocida como dieta DASH.
Este tipo de alimentación se caracteriza por incluir muchas frutas, vegetales (especialmente de hoja verde), granos integrales, legumbres, productos lácteos bajos en grasa, huevos, pollo, pescado, carnes magras y frutos secos, especialmente nueces y almendras.
Además, limita el consumo de dulces, bebidas azucaradas, alcohol, alimentos procesados y altos en grasas saturadas y sodio.
Limitar consumo de sal
Otros aspecto alimenticio muy importante para mantener los niveles de presión arterial controlados, es el consumo de sal. Limitar la ingesta de sodio es vital para prevenir la hipertensión, ya que, de lo contrario, el cuerpo retiene líquido y esto aumenta la presión que ejerce la sangre.
Los expertos aconsejan un consumo diario de sal que oscile entre 1 y 2 g. Para facilitar este hábito, puedes reemplazar la sal por hierbas y especias para que tus platillos no pierdan sabor.
Cuidado con los excesos
Además de reducir el riesgo de muchas enfermedades, dejar de fumar puede ayudar a que la presión arterial vuelva a la normalidad o sea más sencilla de controlar.
Esta advertencia también se extiende al consumo de alcohol, que en exceso puede aumentar el riesgo de hipertensión e incluso afectar los medicamentos que se usan para controlarla.
Controlar el estrés
El estrés, nerviosismo, irritabilidad y ansiedad provocan tensión muscular, fatiga y mala circulación, favoreciendo el incremento de los niveles de presión arterial.
Prueba realizar técnicas de relajación o meditación para controlar tu respiración, frecuencia cardíaca, y, por consiguiente, hipertensión.
Ejercicio y sueño
El ejercicio es un hábito muy sano, que previene cientos de enfermedades. Se conseja que las personas hipertensas realicen actividades como caminata, baile, natación o ciclismo.
Los ejercicios de alta intensidad pueden incrementar considerablemente los valores de presión arterial (200 mm/Hg), aunque tras finalizar la rutina se producen efectos hipotensivos que reequilibran esos números.
El sueño también es un factor para prevenir la hipertensión, ya que el reposo permite al organismo estabilizar los niveles de presión arterial. Lo ideal es dormir entre 7 y 8 horas, de ser posible en horarios regulares.
Fuentes consultadas: Asociación Estadounidense del Corazón, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Hypertension, Organización Mundial de la Salud.