Los complejos multivitamínicos, píldoras para perder peso, y activadores de energía, serían los más controvertidos, según surge del reporte en el que se examinó los registros de admisiones a salas de emergencia de 63 hospitales entre 2004 y 2013.
De acuerdo con estos datos, los investigadores estiman que cada año se registran 23,000 visitas por problemas de salud relacionados a los suplementos. Las complicaciones van desde dolor de pecho hasta la arritmia cardiaca, entre otras, y más de 2,000 terminarían en internación.
Los suplementos utilizados para fisicoculturismo y para mejorar el rendimiento sexual, fueron los que generaron más síntomas cardiacos entre muchos de los que asistieron a la sala de emergencias.
La cifra es preocupante, ya que el mercado de hierbas y suplementos es enorme, se pueden adquirir libremente en supermercados, tiendas de productos naturales o farmacias y desde el punto de vista legal, a diferencia de los medicamentos, no están sometidos a una reglamentación tan estricta, ni a pruebas científicas que garanticen su uso.
La Oficina de Suplementos Dietéticos refiere que la mayoría de los adultos en los EE.UU. toma uno o más suplementos dietéticos todos los días u ocasionalmente. Desde 2012 la oferta no ha dejado de crecer, tanto que en la actualidad hay a la venta más de 55,000 productos. Según el doctor Paul A. Offit, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital de Niños de Filadelfia y experto en suplementos dietéticos, solo un 0.3% de ellos se ha estudiado lo suficiente para determinar sus efectos secundarios.
Aquí una lista de los suplementos más populares
La FDA define como suplemento al producto que se fabrica para suplementar la dieta. Aporta o contiene vitaminas, minerales y otras sustancias menos conocidas, como hierbas, productos botánicos, aminoácidos, enzimas y extractos animales. Algunos de ellos se publicitan como naturales y a base de hierbas, sin embargo, hay que tener claro las diferencias entre las hierbas y los suplementos.
Las hierbas son las plantas que se pueden utilizar con fines medicinales y cosméticos (pueden ser árboles, arbustos, hongos, líquenes, frutas y verduras). Mientras que los suplementos son productos diseñados para completar, aumentar o reforzar la falta de algún nutriente, debido a una alimentación deficiente, o alguna condición médica en particular.
Durante siglos, las hierbas han sido el arma terapéutica de diferentes culturas para tratar algunas afecciones de salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 85% de la población mundial continúa confiando en la medicina tradicional (en algunos países se denomina medicina alternativa o complementaria). Pero asumir que todos los productos que se etiquetan como "de origen natural" son seguros, podría tener graves consecuencias. Es por eso que el uso de hierbas y suplementos tiene sus pros y sus contras.
Algunas ventajas
- Ayudan a equilibrar una mala nutrición. Si nuestra dieta no es suficiente ni variada, es posible que existan algunas deficiencias nutricionales, por lo que en estos casos, algunos suplementos, pero no todos, podrían ser un buena alternativa para mejorar nuestra nutrición. Por ejemplo, el ácido fólico para mujeres que planeen un embarazo, o durante el embarazo para evitar defectos congénitos, el calcio y la vitamina D en las mujeres pre-menopáusicas y menopáusicas para fortalecer los huesos y evitar la osteoporosis. En su libro “Somos lo que comemos”, la doctora Mónica Katz, especialista en nutrición de la Universidad Favaloro, en Buenos Aires, explica que las vitaminas y minerales son micronutrientes de los que se necesita solo una pequeña cantidad diaria para un buen funcionamiento del metabolismo.
- Hay suplementos seguros. Para aquellas personas renuentes a tomar medicamentos alópatas y partidarias de la medicina natural, existen suplementos seguros (cuando respetamos las dosis y el tiempo de tratamiento), ya sea para estimular el sistema inmunitario o cubrir carencias nutricionales. Un indicador de calidad de los suplementos dietéticos, ingredientes dietéticos y otros componentes de los suplementos dietéticos es la marca "USP Verified", que significa que los productos que la llevan (incluidos sus ingredientes crudos) han alcanzado los altos estándares exigidos por la farmacópea de EE.UU.
Algunas desventajas
- Los alimentos son más saludables. Aunque consumir un suplemento podría ser una forma de estar nutridos, la opción más saludable es sin duda una buena dieta. Los suplementos no siempre pueden imitar el valor nutricional de un alimento y nuestro cuerpo no siempre lo absorbe con más facilidad. Los expertos en nutrición afirman que una dieta balanceada incluye todos los nutrientes que necesitamos.
- Hay suplementos de mala calidad. Debido a que no están regulados de la misma forma que los medicamentos, se puede encontrar suplementos de mala calidad que además de no funcionar, es posible se acompañen de efectos secundarios indeseables. Una marca puede tener más de ciertas hojas y tallos de una planta en particular, mientras que otra puede añadir ingredientes de “relleno” que comprometerían tu salud. Esto significa que puedes estar tomando algo diferente, tal como ocurrió con el Viagra Herbal, promocionado como un suplemento natural para activar el rendimiento sexual. Tras analizarlo, se descubrió que contiene sildenafil, una droga para tratar la disfunción eréctil cuyo uso puede ser peligroso en personas con problemas cardiacos.
- Pueden tener efectos secundarios. La FDA informa que muchos suplementos contienen ingredientes activos con efectos que podrían ser peligrosos para el organismo. También puede ser riesgoso combinar suplementos entre sí o con medicamentos recetados o de venta libre. Algunos suplementos herbales podrían afectar la manera en que el cuerpo procesa los medicamentos, esto puede significar que no se absorban a niveles suficientemente altos para ayudar a las condiciones para las cuales se recetaron y ocasionar ciertas reacciones alérgicas, o daños al hígado, por mencionar algunos ejemplos.
- Hay riesgo de sobredosis. Con la intención de lograr una nutrición completa, hay quien usa suplementos alimentarios con el riesgo de incorporar más nutrientes que los que el cuerpo necesita. Las personas que toman más del 100% de la dosis recomendada de un nutriente podrían tener reacciones adversas. En el caso de la vitamina C, por ejemplo, lo que el cuerpo no absorbe lo elimina a través de la orina. Pero el exceso de hierro, vitamina A o D queda en el organismo, y según explica la Biblioteca Nacional de Medicina de EE, UU. dependiente de los Institutos Nacionales de la Salud, puede causar hipervitaminosis, que es perjudicial para la salud.
- Pueden llegar a ser más caros. La Biblioteca Nacional de Medicina explica que algunos suplementos no son mejores que los alimentos, y además son mucho más caros. Y da como ejemplo el alga espirulina, de la que se dice que es una excelente fuente de proteínas, pero aún así no es mejor que la carne o la leche y cuesta unas 30 veces más por gramo.
Antes de comprar algún suplemento que pueda interferir con tu dieta y tu cuerpo, es preferible que te hagas un control general de salud y le preguntes a tu médico si realmente vale la pena que consumas vitaminas o suplementos en pastillas o en polvos o si ya los estás obteniendo de tu alimentación. No existe suplemento mágico que pueda reemplazar los beneficios de una dieta saludable, equilibrada y variada, ni se ha comprobado que algún suplemento cure una enfermedad importante.
Si te has decidido a consumirlos, evalúa su calidad. Recuerda que la seguridad de un suplemento dependerá de muchos factores, como su composición química, su acción en el organismo, su método de elaboración y la dosis utilizada. Algunos sitios confiables para evaluar la calidad de los suplementos es la Oficina de Suplementos Dietéticos del Instituto Nacional de Salud y el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.
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