El té verde, además de ser delicioso, ha demostrado poseer diversos beneficios para la salud. A través de varios estudios se halló que puede prevenir el Alzheimer, ayudar a bajar de peso, disminuir la presión arterial y prevenir los accidentes cerebrovasculares (ACV), entre otras virtudes.
Ahora, se le puede agregar un nuevo atributo: es rico en una sustancia que ayudaría a proteger contra la arterioesclerosis, una causa común de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (ACV).
La arterioesclerosis, conocida también como endurecimiento de las arterias, es una enfermedad en la que se deposita placa en la pared de una arteria. La placa es una sustancia pegajosa compuesta de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre, que con el tiempo, se endurece y estrecha las arterias. Eso limita el flujo de sangre, según informa la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
Lo peligroso de la arterioesclerosis es que no presenta síntomas hasta que una arteria se estrecha demasiado o por completo, pero puede provocar: enfermedad de las arterias coronarias, enfermedades de las arterias carótidas y enfermedad arterial periférica.
Sin embargo, además de llevar una dieta saludable y hacer actividad física, consumir una infusión como el té verde, podría reducir la formación de placa. Esto es gracias a un compuesto químico llamado epigalocatequina-3-galato (EGCG) que está presente en el té verde, negro y blanco, pero es más abundante en las hojas secas del té verde.
Cómo actúa el té verde
La sustancia protectora de nombre difícil -EGCG- se une a la apolipoproteína A-1 (apoA-1), que promueve las placas amiloides responsables del Alzheimer y también de la arterioesclerosis, ejerciendo un efecto “bloqueador”.
Este hallazgo pertenece a un grupo de investigadores de la Universidad de Lancaster y la Universidad de Leeds, en el Reino Unido. Ellos comprobaron que, en la aterosclerosis, la apoA-1 se adhiere a las placas, haciéndolas más grandes y restringiendo aún más el flujo sanguíneo.
Sin embargo, la sustancia del té verde puede revertir el proceso. Los científicos expresaron que “Usando diferentes técnicas, comprobamos un sorprendente efecto cooperativo de la heparina y el polifenol del té verde, la epigalocatequina-3-galato (EGCG), un inhibidor y modulador conocido de la formación de placa amiloide en las fibrillas apoA-I”. En otras palabras, si no hay placa, el flujo sanguíneo se mantiene óptimo y se evitan los riesgos mencionados más arriba.
Al probar distintas sustancias para ver cómo reaccionaban frente a este fenómeno, descubrieron que la EGCG, de la cual el té verde posee una buena proporción, descompone la apoA-1 cuando está en presencia de heparina, un anticoagulante de origen natural.
Es decir, la combinación de moléculas convierte a la apoA-1 en moléculas más pequeñas y más solubles, dificultando la formación de placas que culminan con el bloqueo del flujo sanguíneo, exponiendo a la persona a un accidente cerebrovascular, ataque cardíaco o trombosis, todas consecuencias negativas de la arterioesclerosis.
El estudio fue publicado en Journal of Biological Chemistry
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