No existe un momento ideal para recibir malas noticias, pero si lo hubiera, ¿cuándo sería?
Según un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, las malas noticias se procesan mejor durante situaciones estresantes.
Por definición, el estrés es una tensión emocional con la que el cuerpo reacciona ante una actividad demandante, por ejemplo, el realizar alguna tarea agobiante como una rutina física. Pero el estrés también puede ocurrir durante el trabajo, la escuela, los cambios importantes de la vida y situaciones traumáticas; explica el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos.
Durante el estudio, los investigadores realizaron un experimento donde se indujo estrés a los participantes: se les pidió elaborar un discurso para recitar en público, una tarea que muchos consideran intimidante.
Tiempo después, se les pidió a los participantes formular ejemplos de posibles escenarios ficticios donde ellos lidiaran con situaciones negativas que afectaran la armonía de su vida, como el haber sido víctima de un fraude o haber sufrido un accidente automovilístico.
Por naturaleza, indica el estudio, los humanos son optimistas, por eso esto puede haber afectado los ejemplos de varios participantes, quienes mostraron favoritismo por los ejemplos menos catastróficos.
En conclusión, aquellos que se encontraron bajo un mayor nivel de estrés, proporcionaron un mayor número de ejemplos negativos que aquellos que se consideraban ser personas más positivas. Los resultados demuestran que las personas estresadas toman las malas noticias de mejor manera que las personas optimistas, explicaron los autores del estudio que fue publicado por la revista especializada Journal of Neuroscience.
El lado negativo de estar estresado
Aunque se haya encontrado un lado positivo al estar estresado, esto no significa que la gente deba someterse a situaciones similares que puedan afectar su salud, ya que el estrés puede alterar el funcionamiento del sistema inmune, el sueño, el sistema digestivo e incluso el sistema reproductivo.
“Diferentes personas pueden sentirse de diferentes modos bajo estrés. Por ejemplo, algunas personas experimentan síntomas digestivos comúnmente, mientras otros pueden experimentar dolores de cabeza, insomnio, tristeza, enojo e irritación”, explica el Instituto de Salud Mental de EE.UU.
“La gente bajo estrés crónico corre un mayor riesgo de contraer infecciones virales severas, como la gripe”.
El estrés de rutina puede ser el más grave de todos los tipos de estrés porque no es fácil de detectar y tiende a convertirse en otros casos de estrés más severos.
El estrés puede llevar a la gente a comportamientos poco saludables, como el comer en exceso, fumar, dormir demasiado, o no dormir suficiente, beber alcohol en exceso, e incluso usar drogas.
Ignorar el estrés tampoco es una práctica saludable, ya que con el tiempo puede causar problemas del corazón, presión arterial alta, diabetes y trastornos como ansiedad e incluso depresión.
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Fuentes: Kidshealth.org, Eurekalert.org.
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