Es natural tener miedo después de que algo aterrador o peligroso ocurre. Cuando sientes que estás en peligro, tu cuerpo responde con una avalancha de sustancias químicas que te ponen más alerta. Esto se llama respuesta de "huida o lucha". Nos ayuda a sobrevivir a eventos que amenazan la vida.
Pero la respuesta del cerebro a eventos aterradores también puede conducir a problemas crónicos. Esto puede incluir problemas para dormir; sentirse al borde del abismo con frecuencia; sobresaltarse con facilidad, estar ansioso o nervioso; tener flashbacks; o evitar cosas que te recuerden el evento.
Algunas veces estos síntomas desaparecen después de algunas semanas. Pero a veces duran mucho más. Si los síntomas duran más de un mes y se vuelven lo suficientemente graves como para interferir con las relaciones o el trabajo, pueden ser un signo de trastorno de estrés postraumático o TEPT.
"Hay consecuencias neurobiológicas reales del trauma que están asociadas con el TEPT", explica el Dr. Farris Tuma, que supervisa el programa de investigación de estrés traumático de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), quienes están explorando la biología detrás de estos cambios cerebrales y buscando formas de prevenir y tratar el TEPT.
¿Qué es un Trauma?
"La mayoría de las personas asocia los síntomas de estrés postraumático con los veteranos y las situaciones de combate", dice el Dr. Amit Etkin, experto en salud mental en la Universidad de Stanford, financiado por los NIH. "Sin embargo, ocurren todo tipo de traumas durante la vida que pueden llevar a un trastorno de estrés postraumático y a padecer sus síntomas”.
Esto incluye a las personas que han sufrido un ataque físico o sexual, abuso, un accidente, un desastre u otros eventos graves.
Cualquiera puede desarrollar TEPT, a cualquier edad. Según el Centro Nacional para el Trastorno de Estrés Postraumático, aproximadamente 7 u 8 de cada 100 personas experimentarán TEPT en algún momento de sus vidas.
Cómo afecta al cuerpo el estrés traumático
Los científicos están analizando qué pone a las personas en riesgo de TEPT. Un equipo, dirigido por el Dr. Samuel McLean, experto en trauma de la Universidad de Carolina del Norte, en EE.UU., está investigando cómo se desarrollan los síntomas de estrés postraumático en el cerebro. Seguirán a 5,000 sobrevivientes de trauma por un año.
Están recopilando información sobre su historia de vida antes del trauma, identificando los síntomas postraumáticos, recogiendo datos genéticos y biológicos, y realizando escáneres cerebrales. Estas herramientas ayudarán a descubrir cómo los eventos “malos” afectan la vida cotidiana de las personas.
Lidiando con el trauma
La forma en que reaccionas cuando ocurre algo traumático, puedes ayudar o retrasar tu recuperación.
Una buena estrategia de afrontamiento, explica Tuma, es encontrar a alguien con quien hablar sobre los sentimientos, un amigo o un familiar. Una mala estrategia sería recurrir al alcohol o las drogas.
Cualquier persona con síntomas similares tiene que ser tratada por un profesional de la salud mental capacitado en terapia del trauma.
Un sitio web de autoayuda del Departamento de Asuntos de Veteranos de EE. UU. y estas aplicaciones, también pueden brindar apoyo luego de un trauma.
¿Qué tratamiento funciona mejor?
El TEPT afecta a las personas de manera diferente, por lo que un tratamiento que funciona para una persona puede no ser igual para otra. Y a veces es necesario probar varias opciones hasta descubrir cuál es más efectivo.
La mayoría de las personas se recupera naturalmente del trauma. Pero puede llevar tiempo.
Si tienes síntomas por mucho tiempo o son demasiado intensos, habla con tu proveedor de atención médica o con un profesional de salud mental.
Frente a una crisis, llama al National Suicide Prevention Lifeline al 1-800-273-TALK (8255) o visita una sala de emergencias.
Consejos para lograr la recuperación del trauma
Del Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA)
- Habla con otros sobre cómo te sientes. No te aísles.
- Tranquilízate. Intenta hacer meditación o ejercicios de respiración profunda. Haz actividad física, como caminar o yoga.
- Cuídate. Duerme lo suficiente. Come una dieta saludable. Bebe suficiente agua
- Evita usar alcohol, drogas y tabaco.
- Regresa a tu rutina diaria. Haz las cosas que normalmente harías, incluso si no tienes ganas.
- Participa en tu comunidad. El voluntariado es una excelente manera de crear un sentido de significado.
- Obtén ayuda si los síntomas persisten. Habla con un profesional de salud mental.
- Si intentas ayudar a un amigo, escucha y descubre dónde está en el proceso de afrontamiento. Intenta aceptar sus sentimientos y ayúdalo de la forma en que puedas.
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