Si bien andar en bicicleta y correr son una excelente manera de bajar de peso, hay diferencias entre ambas actividades. El doctor Edward Coyle, de la Universidad de Texas, en Austin, EE.UU. creó junto a su equipo de colaboradores una tabla para comparar el gasto calórico, la velocidad adquirida y la distancia recorrida. Así se puede saber cuál es la más efectiva según lo que se quiera lograr: entrenamiento, esparcimiento o bajar de peso.
Coyle sostiene que al pedalear hay que tomar en cuenta que la velocidad hace que el viento ofrezca resistencia, y por eso hace falta más esfuerzo para seguir avanzando.
Tradicionalmente estaba establecido que en 1 milla (1,6 kilómetros), un corredor quema las mismas que un ciclista en 4 millas (6,4 km). Pero este cálculo no considera la velocidad de la bicicleta ni el oxígeno consumido, datos que sí figuran en la tabla elaborada por el doctor Coyle.
Con esta nueva herramienta para calcular el gasto calórico, se sabe que un ciclista que pedalea a 15 millas por hora (24,1 km/h) en un trayecto de 20 millas (32,1 km) consume 620 calorías. Para hacer el mismo gasto, un corredor debería recorrer 5,5 millas (9 km). Esta conversión sirve para un adulto de 155 libras (unos 70 kg); si el ciclista tuviera un peso mayor o menor habría que hacer otro cálculo.
Según una investigación de la Universidad de Siracusa, los hombres queman al correr unas 124 calorías por milla (1,6 km) y 105 las mujeres. ¿Qué significa todo esto? Si un corredor promedio en una maratón se toma una hora para correr 10 kilómetros (6,2 millas), dicho de otro modo, corre a 10 kilómetros por hora. Si lo hiciera en bicicleta, haría 15 millas (24 km) en ese mismo tiempo.
Pero correr insume más esfuerzo ya que se involucra todo el cuerpo, y por eso es que la actividad se puede sostener durante períodos más cortos. Al comparar la grasa que se quema en ambas actividades, un estudio del Journal Internacional de Nutrición Deportiva y Metabolismo del Ejercicio demostró que el cuerpo oxida la grasa mucho mas rápido al correr que al andar en bicicleta.
Esto ocurre porque el cuerpo soporta más peso e involucra más fibras musculares. En defensa de la bicicleta, se puede decir que permite pedalear y hacer tramos más largos con un menor impacto para las articulaciones.
Las cartas están sobre la mesa, solo falta decidir si es en bici o a pie. Lo importante es hacer ejercicio.