Un estudio reciente sugiere que las personas físicamente activas tienen más probabilidades de vivir varios años más que las inactivas, pero no aclaran si estos años son buenos. Los límites de la investigación no demuestran que la actividad pueda garantizar que la esperanza de vida se prolongue, pero aún así, aporta más evidencias de que llevar una vida activa es algo beneficioso a largo plazo.
Los mejores resultados los obtuvieron las mujeres negras. Se esperaba que aquellas que hacían al menos dos horas y media de actividad moderada a la semana vivieran casi seis años más. Y se esperaba los hombres blancos con una vida activa a los 20 años vivieran dos años y medio adicionales en comparación con los que se pasaban el día en el sofá. Pero los hispanos, por razones que no están claras, no obtuvieron ganancia alguna por ser más activos.
Puntos clave
El autor del estudio, Ian Janssen, profesor que estudia la actividad física en la Universidad de la Reina en Ontario, Canadá, afirmó que los hallazgos suponen una evidencia que podría convencer a las personas inactivas a empezar a hacer ejercicio. Por ejemplo, "una de las razones por las que [las personas] dicen que no realizan actividades físicas es que les lleva mucho tiempo", aseguró Janssen. "Pudimos mostrar que si las mujeres negras realizan una hora de actividad física que implique bastante esfuerzo, como trotar o nadar, alargaría 11 horas sus vidas", o sea 11 horas por cada hora de ejercicio realizado, añadió.
No es ningún secreto que la actividad y el ejercicio son buenos para la salud, porque reducen el riesgo de algunas enfermedades. Pero no está claro cuál es su efecto en la esperanza de vida, sobre todo en las personas de edades y grupos étnicos distintos.
Los investigadores examinaron las estadísticas de salud de los estadounidenses desde 1990 hasta 2006, incluyendo las tasas de mortalidad y las encuestas sobre la actividad física, y las extrapolaron. Los hallazgos del estudio son complicados de entender porque examinan solo los posibles efectos de la actividad física en un momento dado de la vida de una persona, no a lo largo de toda su vida.
Por ejemplo, el estudio halló que se esperaba que las mujeres blancas físicamente activas a los 20 años vivieran 3 años más que las demás. Pero se basa solo en los informes sobre lo activas que eran a los 20 años; no está claro si tenían que continuar siendo activas durante el resto de sus vidas para vivir esos años adicionales.
Con respecto a la gente mayor, se estima que los hombres y mujeres blancos aumentan su esperanza de vida 1.2 y 1.6 años respectivamente si llevan una vida activa a los 80 años. Los hispanos aparentemente no obtenían beneficio alguno de la actividad física con respecto a su esperanza de vida, aunque la razón de esto podría ser que las encuestas no estuvieran diseñadas con preguntas adecuadas a su cultura, afirmó Janssen.
Los hallazgos también estaban limitados porque es posible que algo que no fuera la actividad (como llevar una dieta sana) aumentara la esperanza de vida de aquellos que vivieron más años. Sin embargo, los investigadores intentaron tomar esto en cuenta.