La tos ferina, también llamada tos convulsa es una infección respiratoria altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella Pertussis, y es más perjudicial para los bebés.
Generalmente afecta a bebés y niños pequeños y puede ser fatal, especialmente en bebés menores de 1 año de edad. Con el resurgimiento de la tos ferina en los últimos años -en 2012, las tasas de EE. UU. alcanzaron el máximo de los últimos 50 años con 48,000 casos reportados- sigue existiendo una gran necesidad de investigación para apoyar el desarrollo de medidas de prevención nuevas y efectivas.
La tos ferina se propaga entre las personas cuando alguien infectado tose o estornuda. También puedes contraerla al tocar a una persona o superficie infectada.
Síntomas iniciales típicos
Este tipo de tos comienza como un resfriado. Los primeros síntomas duran entre 1 y 2 semanas e incluyen: fiebre baja, tos, goteo nasal, garganta seca o dolor de garganta, apnea, que es una pausa en la respiración o respiración superficial, a menudo mientras la persona duerme.
Síntomas de la fase tardía
• Tos que emite un sonido “ferino”
• Ráfagas de tos que duran más tiempo
• Vómitos después de toser
• Cambio de color en la cara (roja o azul) por la tos
• Sensación de agotamiento después de toser
• Aumento de la tos por la noche
• Apnea agravada
Los síntomas varían en bebés y niños, adolescentes y adultos. Por ejemplo, los bebés tosen menos y son más propensos a tener apnea y a ponerse azules. Si has recibido la vacuna, los síntomas serán más leves y no durarán tanto.
¿Cómo se puede prevenir?
La vacunación es la mejor manera de prevenirla. La vacuna DTP es parte del cronograma de vacunación recomendado para niños, quienes deben recibir 5 dosis antes de los 6 años de edad, pero el efecto puede comenzar a desaparecer en 5 a 10 años.
Por eso, los expertos en salud, incluyendo la Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), recomiendan que la mayoría de los adolescentes y los adultos reciban una vacuna DTP de refuerzo. Habla con tu médico para asegurarte de que tus vacunas y las de tu familia estén al día.
Tratamiento indicado
El médico probablemente recetará antibióticos. Estos aliviarán los síntomas y matarán a las bacterias, para que no exista peligro de contagio.
Los bebés y los niños pequeños pueden necesitar permanecer en el hospital. Si tienes esta enfermedad, debes evitar el contacto con otras personas, especialmente con los bebés.
Cuidados en el hogar
La tos ferina puede durar entre 1 y 6 semanas. Los medicamentos antitusivos de venta libre no sirven para aliviarla. Debes descansar y beber líquidos para prevenir la deshidratación.
Puedes intentar usar un humidificador de vapor frío, o tomar un baño o una ducha caliente. Esto puede ayudar a limpiar los pulmones y facilitar la respiración.
Evita fumar y no concurras a las áreas donde el aire no es limpio. Es posible que tengas que permanecer en tu hogar sin asistir al trabajo ni a la escuela, para recuperarte y evitar contagiar a otras personas.
Fuentes: Academia Americana de Médicos de Familia, Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID).
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