Preguntas y respuestas para conocer a fondo la enfermedad del legionario;
¿Cuál es el origen de la enfermedad?
La mayoría de los casos son causados por la bacteria Legionella pneumophila, que puede sobrevivir en ambientes cálidos y húmedos, y no se ha demostrado que se pueda contagiar de persona a persona.
¿Dónde vive la bacteria?
Generalmente, la enfermedad del legionario se origina en sistemas donde las condiciones son favorables para el crecimiento de la bacteria Legionella, tales como las bañeras de hidromasaje, humidificadores, tanques de agua caliente, torres de refrigeración y condensadores o evaporadores de grandes sistemas de aire acondicionado (como los hospitales) según informa el Departamento de Salud de Nueva York.
¿Puede provocar la muerte?
Es potencialmente mortal -hasta en el 30% de los casos- y el riesgo de morir es mayor en pacientes que tienen enfermedades crónicas o resulten infectados mientras están en el hospital tratándose por otras afecciones.
¿Quiénes pueden contraerla?
Las infecciones ocurren con más frecuencia en adultos de mediana edad o en personas mayores. En raras ocasiones, los niños pueden contraerla, y cuando esto sucede, la enfermedad es menos grave, informan los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
¿Cuales son los factores de riesgo?
Los principales son: el alcoholismo, tabaquismo, enfermedades como la insuficiencia renal o diabetes, o aquéllas que debilitan el sistema inmunitario -como el cáncer- o padecer de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el uso prolongado del ventilador, de medicamentos que inhiben el sistema inmunitario -como la quimioterapia- y el abuso de esteroides; y por último, la edad avanzada.
¿Qué síntomas presenta?
Los signos tienden a empeorar durante los primeros 4 a 6 días y casi siempre mejoran en otros 4 a 5 días, y pueden incluir: dolor toráxico, tos seca, expectoración con sangre, diarrea, náuseas, vómito y dolor abdominal, fiebre, malestar, intranquilidad o indisposición general, dolor de cabeza y articular, decaimiento, rigidez y dolores musculares, problemas con el equilibrio, escalofríos, temblores y dificultad para respirar.
¿Cuál es el tratamiento indicado?
Se utilizan antibióticos para combatir la infección, y el tratamiento debe comenzar tan pronto como se sospecha de la enfermedad, sin esperar la confirmación por medio de una prueba de laboratorio. Otras terapias pueden incluir suministrar líquidos y oxígeno.
Casos en el país
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que entre 8,000 y 18,000 personas son hospitalizadas con la enfermedad del legionario cada año. Sin embargo, sólo se reportan alrededor de 3.000 casos.