Cuando el deseo de ser madre es muy intenso, las mujeres luchan contra viento y marea para alcanzar su sueño de tener un hijo. Ese es el caso de Laura Worsley, una mujer de Reino Unido de 35 años.
En el transcurso de una década, Laura padeció 13 abortos involuntarios, pero finalmente (y tras descubrir y tratar su problema) tuvo a un bebé sano, según informó Fox News.
Desde 2008, Worsley perdió a todos los bebés que concibió, y muchos embarazos duraron solo unas pocas semanas. Pero lo que nunca perdió fue la esperanza de tener un hijo junto a su esposo Dave.
La pareja no encontraba razones y padecía un fracaso tras otro, pero al perder su tercer embarazo, los médicos los derivaron a un equipo de investigación médica especializado para que los ayude.
Así fue que en la Unidad de Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Coventry y Warwickshire (UHCW), en Reino Unido, investigaron el problema de Laura. Y descubrieron que tenía el síndrome antifosfolípido, también conocido como "síndrome de la sangre pegajosa" que puede causar abortos espontáneos, y Laura comenzó su tratamiento. Pero aun estando bajo ese plan perdió más embarazos y entonces los médicos decidieron estudiar también la placenta, porque podrían existir otros problemas.
Los resultados mostraron que Worsley también tenía una segunda enfermedad, la Intervilositis Histiocítica Crónica (CHI), que hace que el cuerpo rechace el embarazo.
Los médicos le recetaron esteroides para fortalecer el revestimiento de su matriz y finalmente, se logró el resultado esperado. Laura concibió de forma natural por 14ª vez en marzo de 2018 y dio a luz a Ivy por cesárea a las 30 semanas, el 12 de septiembre.
Ivy fue colocada en una incubadora neonatal en cuidados intensivos pero después de 11 semanas estuvo lo suficientemente fuerte como para ir a casa.
"Incluso ahora, nueve meses después, no puedo creer que sea realmente mía", dijo Worsley.
"A través de mi historia, quiero darles a otros la esperanza y la fortaleza para continuar incluso cuando las cosas parecen imposibles. La miro y pienso que los milagros ocurren. Leí sobre los milagros de otras personas, y ahora tengo el mío" declaró Laura.
Dos condiciones raras que complican el embarazo
El síndrome de anticuerpos antifosfolipídicos o APS es una enfermedad autoinmunitaria que se presenta principalmente en mujeres jóvenes. En quienes padecen APS, se forman en la sangre unas proteínas anormales. Esto hace que la sangre no circule bien y puede producir peligrosos coágulos en las arterias y venas, problemas para los fetos en desarrollo, y abortos espontáneos.
La gente que padece esta afección puede ser sana o sufrir una enfermedad subyacente, la más frecuente es el lupus eritematoso sistémico.
El APS afecta cinco veces más a las mujeres que a los hombres. Lo habitual es que se lo diagnostique entre los 30 y 40 años de edad. Como en la mayoría de las enfermedades autoinmunes, el APS tiene un componente genético, aunque no se transmite directamente de padres a hijos, informa la Academia Americana de Reumatología.
La Intervilositis Histiocítica Crónica (CHIV, por sus siglas en inglés) la segunda enfermedad que sufría Laura, es una rara lesión placentaria que se cree que tiene un origen inmunológico. Se ha asociado con la pérdida recurrente de los embarazos, según informa Science Direct.
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