Investigaciones médicas indican que hábitos alimentarios saludables y el consumo de algunos compuestos como antioxidantes que se encuentran en los alimentos pueden ayudar a disminuir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.
El cáncer es la segunda causa de muerte en EE.UU. en especial cáncer de pulmón, de colon, de mama y de próstata. 
En el desarrollo del cáncer interactúan varios factores determinantes, entre ellos el medio ambiente, estilo de vida y factores genéticos.
Cambios en el estilo de vida, como tener una vida activa y una dieta adecuada alta en antioxidantes contribuyen a disminuir el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer.
Consumo diario variado de vegetales y frutas
Se recomienda una dieta rica y variada en verduras y frutas, debido a que reducen el riesgo de algunas enfermedades crónico degenerativas, entre ellas el cáncer. Ya que contienen fitoquímicos, que son protectores del cáncer.
La ingesta de frutas y vegetales en cantidades suficientes está relacionada con menor riesgo de algunos tipos de cáncer. De ahí la importancia de campañas como “5-al- día para una mejor salud” ( “5-A-Day for Better Health”).
Pautas Dietarias para los Estadounidenses de USDA también recomiendan 5 porciones diarias de frutas y vegetales (Esto equivale a 2.5 tazas de vegetales y 2 tazas de frutas) para una dieta de 2000 Calorías, sin embargo varían las porciones dependiendo de las recomendaciones de energía.
Flavonoides
Se ha demostrado que dietas altas en vegetales y frutas con flavonoides están asociadas a un menor riesgo de cáncer.
El arándano, comparado con otras frutas, tiene una de las más altas concentraciones de antioxidantes poderosos como polifenoles, que incluyen a los flavonoides y a los ácidos fenólicos.
Así mismo investigaciones preliminares realizadas en laboratorio sugieren que los componentes de los arándanos contribuyen a la inhibición del proceso cancerígeno por lo que es recomendable consumirlas por su posible prevención.
Otras frutas con alto contenido en flavonoides son las moras (berries), zarzamora, frambuesa, cereza roja, fresas, uvas.
Dieta ácida y sedentarismo
Desde hace varias décadas se investiga sobre las causas y prevención del cáncer. Según el científico Otto Heinrich Warburg, premio Nobel en 1931, la falta de oxígeno y acidosis tienen gran relación y dañan las células.
Las células sanas requieren oxígeno para funcionar adecuadamente y viven en un entorno alcalino, en cambio las cancerígenas pueden vivir sin oxígeno y en un ambiente muy ácido.
Así mismo se recomienda desde hace tiempo que el organismo se oxigene adecuadamente mediante ejercicio y se evite el sedentarismo e incluir en la dieta abundantes vegetales, frutas, nueces, almendras y cereales integrales y limitar la carne roja, entre otros.
Prevención de cáncer
Para su prevención se sugieren una serie de lineamientos estipulados por la Sociedad Americana de Cáncer y del Instituto Nacional de Cancerología:
Guía alimentaria para ayudar a reducir los riesgos de cáncer
-Mantente en tu “peso ideal”.
-Ten diariamente una alimentación variada.
-Incluye diario una diversidad de frutas y verduras, mínimo 5 porciones al día.
-Consume alimentos altos en fibra, como granos enteros, leguminosos (frijoles, lentejas, habas, garbanzos, vegetales y frutas.
-Reduce las grasas de tu dieta (30% o menos del total de la ingesta calórica).
-Limita tomar bebidas alcohólicas.
-Consume lo menos posible de alimentos curados y preservados con nitritos y nitratos, por ejemplo los embutidos y carnes ahumadas.
-Consume máximo una o dos veces a la semana carne roja.
-Evita métodos de cocción como la parrilla al carbón.
Así mismo debes evitar exceso de azúcar y productos azucarados, así como excesos de algunos aditivos y edulcorantes por sus posibles efectos cancerígenos a largo plazo.
Aunque hay mucha controversia al respecto a los edulcorantes, es recomendable consumirlos con moderación.
Un estilo de vida saludable, dieta adecuada alta en antioxidantes y fitoquímicos y realizar ejercicio son aleados en la prevención para el cáncer.
