El biosensor fue desarrollado en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por los profesores Catalina Stern y Mathieu Hautefeuille y sólo requiere una gota de sangre para identificar los niveles de glucosa e insulina y convertirlas en señales eléctricas.
Además de la medición, el dispositivo guarda la información en la memoria y podría enviarla al médico, a una computadora o al teléfono celular.
El sistema está integrado por cuatro partes: la microfluídica que lleva la gota de sangre a través de una ruta y controla el volumen, el biosensor que detecta la reacción química de manera específica, la conversión electrónica que obtiene la señal y transforma el proceso químico a un eléctrico y de procesamiento de datos; y por último el de comunicación que envía los datos a plataformas como el internet o teléfonos celulares.
“En la Facultad de Ciencias surgió el interés por aplicar la ciencia básica y aplicada que se hace aquí a problemas de salud y de biología, así que colaboramos con los institutos nacionales de Ciencias Médicas y Nutrición, y de Enfermedades Respiratorias. Los médicos pidieron un medidor dual de glucosa e insulina para aplicarlo en el país”, destacó Catalina Stern en información difundida por la institución académica.
Consideró que el microchip es una solución que ayudará a las personas con diabetes a ser autónomas, conocer su afección y medir sus niveles sin ir a un laboratorio, mientras que los médicos podrán tener la información de ambos niveles de manera simultánea, en cualquier momento y lugar.
El proyecto ganó uno de los 12 Premios de Investigación de Google para América Latina, en su primera edición y estará listo a fines del 2016. Se requerirán seis meses más para diseñar y probar un empaque para la fase comercial.
Por ahora, la única manera que tiene una persona con diabetes de saber cuál es su nivel de azúcar en sangre es checándola varias veces por día con un medidor de glucosa, mientras que para la insulina es necesario hacer pruebas de laboratorio que pueden demorar horas.
El control regular de los niveles de azúcar en sangre y el registro de los resultados de las pruebas es muy importante para prevenir otros problemas de salud a corto y largo plazo, así como realizar las modificaciones necesarias al plan de tratamiento.
Cuando los niveles de azúcar en sangre no están bajo control, se pueden desencadenar problemas de salud a corto plazo, como la hipoglucemia, la hiperglucemia o la cetoacidosis diabética. A largo plazo, la falta de control puede dañar los vasos que proveen de sangre a varios órganos vitales, como el corazón, los riñones, los ojos y los nervios. Esto significa que la gente que padece diabetes también puede tener problemas de corazón, ataque súbito, problemas renales, de visión y del sistema nervioso.
Las complicaciones más comunes son de la vista (retinopatía), de los riñones (nefropatía), del sistema nervioso (neuropatía) y del sistema circulatorio.
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