Son los fármacos más utilizado en el mundo para combatir el colesterol, sin embargo, una nueva investigación advirtió que podrían duplicar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Las estatinas disminuyen el colesterol a partir de bloquear la actividad de una enzima del hígado (HMG-CoA) que se encarga de producirlo.
Aunque el colesterol suele valorarse negativamente, es necesario para un correcto funcionamiento de las células. El problema ocurre cuando este se encuentra en exceso, lo que causa una acumulación de placas en las arterias que bloquean el flujo de la sangre, lo que se conoce como aterosclerosis.
Muchas personas toman estatinas con el objetivo de prevenir la aparición de enfermedades coronarias y ataques cardíacos. Solamente en EE. UU. se estima que el 83% de los adultos entre los 40 y 59 años que toman medicamentos para reducir el colesterol, las eligen.
Los tipos más comunes son: atorvastatina (Lipitor) y rosuvastatina (Crestor), son las más potentes, cerivastatina, lovastatina, mevastatina, pitavastatina (Pravachol), pravastatina, simvastatina (Zocor) y fluvastatina (Lescol), la menos potente.
A pesar de su popularidad estos fármacos también pueden causar efectos secundarios, como erupciones, diarrea, dolores de cabeza y abdominales, hinchazón y sensaciones punzantes.
Sobre esta situación, el Dr. Thomas Whayne Jr., del Instituto Cardiaco Gill de la Universidad de Kentucky, expresó "Por supuesto que las estatinas pueden tener efectos secundarios, y algunos pacientes no pueden tolerarlos" Pero en general, consideró que los beneficios de estos fármacos "superan en gran medida" los riesgos potenciales en las personas con un riesgo alto de enfermedad cardiaca.
Sin embargo, el nuevo trabajo de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus, EE. UU., encontró una nueva complicación que debería connsiderarse. Los hallazgos de la investigadora Victoria Zigmont, publicados en Diabetes Metabolism Research and Reviews, informan que el consumo de estatinas podría duplicar el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2.
Potencial peligro
Zigmont y su equipo examinaron las historias clínicas de 4,683 hombres y mujeres que no tenían diabetes al inicio del estudio, pero si riesgo de enfermedad cardíaca. Del total de participantes, el 16% (755) tomaba estatinas recetadas.
Los autores analizaron una gran variedad de factores: edad, sexo, herencia racial, niveles de educación, colesterol y triglicéridos, índice de masa corporal (IMC) y cantidad de visitas que los voluntarios realizaron a un consultorio médico.
Tras comparar esta información encontraron que aquellos que tomaban estatinas tenían el doble de probabilidades de recibir un diagnóstico de diabetes, en comparación a los que no las consumían. Si se las tomaban durante más de 2 años el riesgo podía llegar a triplicarse.
Además, los análisis revelaron que consumir estos fármacos se asoció a un riesgo 6,5% mayor de aumentar los niveles de azúcar en la sangre.
"El hecho de que la mayor duración del uso de estatinas se asocie con un mayor riesgo de diabetes, algo que llamamos una relación dependiente de la dosis, nos hace pensar que esta es probablemente una relación causal", explicó Zigmont.
Y agregó "Las estatinas son muy efectivas en la prevención de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Nunca recomendaría que las personas dejen de tomarlas si se las han recetado, pero deberían abrirse más discusiones sobre la prevención de la diabetes y la concientización del paciente y el proveedor".
Los autores señalaron que el estudio presentó algunas limitaciones, como por ejemplo que todos los pacientes eran blancos o que el hecho de ser personas monitoreadas rutinariamente por un proveedor de atención médica restringe la representatividad de los resultados.
Además, los especialistas no pudieron dar cuenta de otros medicamentos que los voluntarios podrían haber usado, ni consideraron otros hábitos de salud, como fumar o consumir alcohol.
Sin embargo, el gran tamaño de la muestra y el uso de datos "reales" de los médicos permitió a los investigadores "medir con precisión la clase y la intensidad de las estatinas". Por ello, consideran que deben realizarse más estudios para comprender esta asociación y los posibles mecanismos detrás de ella.
Otras formas de controlar el colesterol
Además de los medicamentos, existen otras medidas que puedes tener en cuenta para reducir los niveles de colesterol:
- Incorpora una dieta DASH o Mediterránea: estas se caracterizan por un consumo elevado de frutas y verduras, granos integrales y enteros, grasas saludables (como el aceite de oliva), cereales, pescado magro (como salmón o atún).
- Reduce los alimentos ricos en grasas saturadas, procesados o con azúcares añadidos, como pizzas, dulces o refrescos.
- Reduce el estrés.
- Pierde peso.
- Haz ejercicio regularmente, caminar o estar en movimiento por breves períodos de tiempo es un buen comienzo.
- Reduce o elimina el consumo de alcohol y tabaco.
- Controla el tamaño de las porciones de tus comidas.