¿Qué es la "depresión sonriente"?

El 10% de la población de los Estados Unidos sufre de depresión, indica el Instituto Nacional de Salud Mental. Pero no todos la manifiestan de la misma manera. 

En el imaginario colectivo, la persona depresiva es aquélla que tiene una cara triste, desesperanzada, que se encierra en su casa y que apenas puede funcionar. Sin embargo, no todo el que padece de depresión encaja en ese estereotipo.

Puede ser el amigo alegre de la fiesta, el payaso. Parecen felices... porque esconden bien su estado depresivo, dicen expertos. | Foto: ISTOCK

Un artículo en Psychology Today explica que hay una forma de depresión enmascarada tras una fachada de felicidad a la que se define como "depresión sonriente".

La persona con "depresión sonriente" parece estar feliz, pero internamente presenta síntomas depresivos. Esta forma de depresión a menudo pasa desapercibida. Los mismos que la padecen la descartan, y dejan de lado sus propios sentimientos. Pueden no estar conscientes de su depresión, o querer ocultarla por temor a que se los considere débiles.

¿Por qué es muy peligrosa?

Expertos coinciden en que es muy difícil detectar la "depresión sonriente" (su término técnico es depresión atípica) y por ende, tratarla.

El sello distintivo de la "depresión sonriente", algunos también la llaman la tristeza del payaso, es justamente la tristeza. La sonrisa y la fachada externa es un mecanismo de defensa, un intento de ocultar los verdaderos sentimientos que están minando el alma de la persona. 

La "depresión sonriente" comparte síntomas con la forma tradicional: sentimientos de ansiedad, miedo, ira, fatiga, irritabilidad, desesperanza y desesperación. Aquéllos que sufren de ésta y otras formas de depresión también pueden experimentar problemas para dormir, incapacidad para disfrutar de actividades que antes eran placenteras y una pérdida de la libido. 

Por supuesto, la experiencia de cada uno es diferente. Es posible sentir solo uno o varios de estos síntomas.

Las personas que sufren de esta forma de depresión suelen no ofrecer ningún indicio de su problema al mundo exterior. Puede hasta ser el amigo gracioso, el alma de la fiesta.

A menudo mantienen un trabajo de tiempo completo, tienen un hogar, participan en deportes y tienen una vida social bastante activa. Con su máscara puesta, todo se ve genial, incluso hasta perfecto. Sin embargo, debajo de la máscara sufren tristeza, ataques de pánico, baja autoestima, insomnio y, en algunos casos, pueden tener pensamientos suicidas.

Y esto puede ser particularmente peligroso. En la depresión clásica, la persona simplemente no tiene fuerzas para actuar. Pero el paciente con "depresión sonriente" tiene más energía para hacer realidad sus pensamientos. 

Suele ser el caso de un suicidio luego del cual el entorno de personas cercanas, familiares y amigos, no entienden cómo pudo haber pasado. Simplemente porque la depresión estaba escondida y no tuvieron ninguna pista o señal.

El mensaje de terapeutas como Rita Labeaune, de California y autora del artículo de Psychology Today, es: "Mientras continúes negando o evitando lo que te hace sentir vacío o vacía, será casi imposible solucionar el problema. Cuando los pensamientos y sentimientos depresivos no se abordan, generalmente se acumulan y empeoran. Hay que buscar ayuda".

Si bien no se hizo una distinción entre los distintos tipos de depresión, el Estudio SOL (Study of Latinos), que se llevó a cabo por una década en distintas comunidades latinas de los Estados Unidos comprobó que un 27% de los latinos que viven aquí presentan síntomas de depresión.

De todas las comunidades latinas, la que tuvo más síntomas de depresión fue la puertorriqueña, algo que, aseguran expertos, se ha exacerbado tras la tragedia del Huracán María, con más casos en la isla y en los Estados Unidos continental.

Seguramente durante tu chequeo médico anual, tu médico de cabecera te pregunte sobre tu estado de ánimo, pueda detectar señales de alerta, y dar el primer paso en lo que será una cadena de ayuda.

La American Psychiatric Association sugiere que la combinación de antidepresivos con tratamiento psicológico funcionan bien en la mayoría de los pacientes. Combinar estrategias tiene una explicación: la gente suele abandonar más fácilmente a las píldoras que a los psicólogos. Si esto ocurre, el médico será el balance para volver a encarrilar el tratamiento.

La clave es romper el ciclo, saber que la "depresión sonriente" existe y que es tratable. La desazón puede alejarse, y el vacío llenarse.

Los siguientes son recursos que la persona con depresión, o un ser querido, pueden utilizar para pedir ayuda e iniciar el camino de regreso a la vida normal:

  • Línea de Prevención del Suicidio: 1-800-273-8255
  • Línea de texto para hablar sobre una crisis: Textear HOME al 741741.
  • Grupo de apoyo para la depresión: 1-800-826-3632
  • Violencia adolescente-línea de apoyo: 1-800-992-2600
  • Línea para personas que escaparon de sus casas (los llamados son confidenciales): 1-800-231-6946
  • Línea para asalto sexual: 1-800-223-5001
  • Línea nacional para violencia doméstica: 1-800-799-SAFE

Fuentes: FDA, NDMDA, American Psyquiatric Association, CDC, Psychology Today.

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