En la carrera contra el tiempo que la ciencia está corriendo para lograr prevenir COVID-19, la farmaceútica Pfizer y la empresa de biotecnología BioNTech lanzaron al mundo una buena noticia el miércoles 1 de julio: su vacuna en desarrollo logró estimular la respuesta inmune en pacientes sanos.
Este es uno de los principios químicos básicos de toda vacuna preventiva.
La prueba también resultó en algunos casos de fiebre y otros efectos secundarios, cuando se elevó la dosis de la vacuna experimental que se le administró a los participantes en el ensayo clínico.
Los resultados preliminares de este ensayo se publicaron en medRXiv, un servidor que publica artículos que todavía no se han publicado en revistas científicas, lo que significa que aun no han sido revisados por colegas de la comunidad científica.
"Todavía tenemos mucho camino por recorrer y también estamos probando la vacuna en otros candidatos", dijo Philip Dormitzer, director científico de vacunas virales en los laboratorios de investigación de Pfizer.
"Sin embargo, lo que podemos decir en este momento es que hay una candidata viable en base a la inmunogenicidad y los datos de seguridad de tolerancia temprana", agregó.
El estudio asignó al azar a 45 pacientes para recibir una de las tres dosis de la vacuna o un placebo (una inyección que no contenía la vacuna). Doce recibieron una dosis de 10 microgramos, 12 una dosis de 30 microgramos, 12 una dosis de 100 microgramos y nueve un placebo.
La dosis de 100 microgramos causó fiebre en la mitad de los pacientes; no se administró una segunda dosis a ese nivel.
Después de una segunda inyección tres, a tres semanas de administrarse la primera, el 8.3% de los participantes en el grupo de 10 microgramos y el 75% de los del grupo de 30 microgramos desarrollaron fiebre.
Más del 50% de los pacientes que recibieron una de esas dosis informaron algún tipo de evento adverso, como fiebre y trastornos del sueño.
Ninguno de estos efectos secundarios se consideró grave, lo que significa que no resultaron en hospitalización o discapacidad, y no fueron potencialmente mortales.
La vacuna generó anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el nombre científico del nuevo coronavirus que causa COVID-19, y algunos de estos anticuerpos fueron "neutralizantes", lo que significa que al parecer podrían evitar que el virus funcione dentro del organismo y continúe atacándolo.
Todavía faltan varios pasos a seguir en el ensayo clínico. Pero existe la posibilidad, si los resultados siguen siendo positivos, que la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) realice una aprobación acelerada, para poner pronto a la vacuna en el mercado.
Pero, cuidado, no hay que generar falsas expectativas sobre los tiempos. Como dijo el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos (NIAID), el proceso para llegar a una vacuna eficaz, efectiva y segura puede llevar por lo menos 12 meses más.
El planeta ya ha registrado más de 10 millones de casos de COVID con más de 500,000 muertes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció en una conferencia de prensa virtual que, cuando ya haya una vacuna viable, planea entregar alrededor de 2 mil millones de dosis a personas de todo el mundo para fines de 2021.
Según la OMS, se comprarán mil millones de esas dosis para países de bajos y medianos ingresos.
Este nuevo objetivo es parte del programa Access to COVID-19 de la OMS, que se lanzó en abril para reunir a gobiernos, grupos de salud, científicos, empresas y filántropos para apoyar los esfuerzos para poner fin a la pandemia de coronavirus.
El gran desafío será inmunizar contra un virus que ya tiene alcance global.