El presidente Donald Trump recibió una dosis de una droga experimental para tratar a COVID-19, un cóctel de anticuerpos, desarrollado por la empresa biotecnológica Regeneron.
Sus médicos dijeron que este cóctel es parte del tratamiento que incluye vitamina D, aspirina, un antiácido y zinc.
Aunque este medicamento todavía no ha sido aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), el presidente Trump la recibió bajo una norma de emergencia de "compasión" que permite a pacientes acceder a drogas experimentales bajo circunstancias especiales.
Este cóctel de anticuerpos funciona impulsando al sistema inmune debilitado del paciente para que produzca sus propios anticuerpos y se defienda de la infección.
El medicamento ya está siendo probado en miles de personas en todo el país.
Junto con otra droga basada en anticuerpos del laboratorio Eli Lilly, la de Renegeron es la más promisoria hasta el momento para el tratamiento de COVID-19 una vez que la persona está infectada.
Trump internado
Luego de decir que el presidente Donald Trump presentaba síntomas leves de COVID-19, fue trasladado la tarde del viernes 2 de septiembre al hospital militar Walter Reed, en Bethesda, Maryland, a 5 minutos de helicóptero de la Casa Blanca.
Según un comunicado oficial, Trump permanecerá algunos días bajo observación ya que, dijeron sus médicos, el virus tiene un comportamiento errático y prefieren que Trump esté en un entorno hospitalario por si se complica su cuadro clínico.
Trump informó a la nación que él y la primera dama Melania habían dado positivo para COVID-19 en un posteo de Twitter, el viernes 2 de septiembre hacia las 2 de la madrugada.
El vicepresidente, Mike Pence, y su esposa dieron negativo para el coronavirus.
El anuncio de Trump ocurrió menos de un día después que se supiera que una de sus asesoras más cercanas, Hope Hicks, había dado positivo para COVID.
La infección de Trump abre muchos interrogantes. ¿Se podría haber infectado el candidato demócrata Joe Biden durante el debate? ¿Usará Trump alguno de los tratamientos no probados que él mismo promocionó?
La noticia ocurre a menos de un mes de las elecciones presidenciales, cuando se está cuestionando duramente como Trump manejó la crisis de salud pública más dura que ha vivido el país y el mundo en 100 años.
Otras investigaciones similares
En GigaGen, en California, han identificado los anticuerpos correctos en pacientes recuperados de COVID-19 y esperan que esto sirva como base para poder desarrollar una terapia contra el coronavirus basada en anticuerpos.
En la misma línea, investigadores de la Universidad Rockefeller están analizando una proteína descubierta en 2017, llamada LY6E como una potencial candidata para bloquear la reproducción del coronavirus una vez que éste ingresa a un organismo.
Otros grupos científicos están analizando el uso de otro viejo amigo, el óxido nitroso (o nítrico), que a menudo se usa para relajar los vasos sanguíneos y abrir el flujo de sangre en pacientes hospitalizados que tienen problemas para respirar, incluso con ventiladores .
En Belllerophon Therapeutics están desarrollando la idea del profesor Roger Alvarez, de la Universidad de Miami, quien pensó en el uso de este gas por los problemas respiratorios y pulmonares relacionados con COVID-19.
Los laboratorios Elli Lilly y Novartis están investigando el uso de drogas contra el cáncer y medicamentos antiinflamatorios para tratar a pacientes de COVID-19. Estos medicamentos "exageran" la reacción del sistema inmunológico, para que actúe en contra del "agente externo", en este casos del coronavirus.
En la Universidad de Columbia, una leyenda de la lucha contra el Sida y padre de las terapias antirretrovirales, el doctor David Ho, junto con su equipo, está analizando un "biblioteca" de más de 4,700 fármacos.
Se trata de un archivo de medicamentos, aprobados y no, que, según Ho puede servir para descubrir potenciales medicamentos para esta pandemia o la próxima (científicos dicen que podría haber una segunda ola de brotes de coronavirus el próximo invierno).
O eventualmente otros gérmenes nuevos que desafíen a la Humanidad en el futuro.
Fuentes: NIH, FDA, CDC, universidades.