Joe Biden, presidente electo de EE. UU., dijo el jueves 3 de diciembre en una entrevista para CNN, que pedirá a los estadounidenses que usen mascarillas durante los 100 días posteriores a que asuma el cargo.
Junto a la vicepresidenta electa, Kamala Harris, Biden dijo que "solo serán 100 días, no para siempre. Creo que veremos una reducción significativa". Con esta medida, busca mostrar un enfoque totalmente opuesto al de Donald Trump para enfrentar al nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).
También dijo que le pidió al doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y miembro del grupo de trabajo sobre coronavirus de Trump, que sea jefe, asesor médico y parte de su equipo de respuesta al COVID-19.
"Le pedí que se mantuviera exactamente en el mismo puesto que tuvo durante los últimos presidentes, y también que fuera mi asesor médico en jefe y parte del equipo de COVID", afirmó Biden.
Respecto a las mascarillas, Biden señaló que emitirá una orden para que se utilicen donde tiene autoridad, como en edificios federales, transportes interestatales (autobús o avión), o aeropuertos, entre otros.
Según informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), junto al distanciamiento social y el lavado frecuente de manos con agua y jabón, el uso de mascarillas es una de las mejores formas de prevenir la transmisión del coronavirus.
Qué máscara es mejor
Esencialmente, la clasificación de las mascarillas se puede dividir en dos grandes categorías: caseras y profesionales.
Mascarillas profesionales
En este grupo podemos hallar:
- N95: está diseñada para lograr ajuste facial y una filtración muy eficiente de partículas en el aire. "N95" significa que cuando se somete a pruebas cuidadosas, el respirador bloquea al menos el 95% de las partículas de prueba muy pequeñas (0.3 micras). Están hechas de tela no tejida mejorada con una carga electrostática para atrapar partículas que de otro modo podrían penetrar en su superficie. Se recomienda que estas mascarillas se reserven para el uso de profesionales de la salud.
- Quirúrgicas: están hechas de un material similar al de las N95, aunque pueden no tener una carga electrostática. Con su diseño, que no permite formar un sello alrededor de la nariz y la boca como en el caso de la N95, se busca evitar la exposición de los pacientes a saliva o mucosidad. Normalmente son desechables.
- Antivirales, bactericidas y fungicidas: aquí podemos encontrar mascarillas de uso social como como Atom Protect (Argentina), Livinguard y Fine Guard, Nanox Tecnología (Brasil), Argaman y Sonovia (Israel), Respilon (República Checa) o Copper Compression y Copper Clothing (Reino Unido). En general, se desarrollan con tejidos de algodón poliéster que adquieren la propiedad de inactivar virus y matar bacterias u hongos a partir de ser tratadas con diversos productos antivirales y antimicrobianos.
Mascarillas caseras
Estas suelen ser desarrolladas con algodón tejido o de punto, son más porosas que las profesionales y no suelen encajar tan bien. Tampoco cuentan con carga electrostática.
Respecto a su efectividad, un reciente estudio publicado en Science Advances halló que podrían ser tan efectivas como las máscaras quirúrgicas estándar. Mientras que las alternativas populares, como los pañuelos o polainas para el cuello hechas de material delgado y elástico, pueden llegar a ser incluso peores que no usar una cubierta facial en absoluto.
Esto se debe a que la tela porosa de la polaina rompe las partículas más grandes en muchas más pequeñas, que tienen más probabilidades de permanecer en el aire por más tiempo, un efecto que los expertos consideran "contraproducente".
Cómo limpiar una máscarilla
Los especialistas aconsejan tener más de una mascarilla, para poder usar una mientras se desinfecta la otra.
Respecto a la desinfección, también existe información contradictoria. Normalmente el agua y jabón se alzan como las mejores opciones, por su potencial para romper la estructura que mantiene al virus compacto, desmoronándolo y permitiendo que todas sus piezas queden sueltas y se eliminen durante el enjuague.
Si bien esto parece funcionar para las opciones caseras, en el caso de las máscaras profesionales no es lo recomendable.
Limpiarlas de esa forma puede dañar la tela de la máscara y los elásticos que la sostienen en la cara. Además, se fabrican con fibras muy finas que se deshilachan fácilmente en contacto con el agua y otras sustancias.
Por ello, muchos optan por rociar alcohol, ya que es una manera de desinfectar sin necesidad de refregar. Aunque, nuevamente, la evidencia indica que esto sería contraproducente, ya que distintos estudios hallaron que tras aplicarse alcohol en máscaras N95, estas capturaban menos partículas.
Entonces ¿cómo se debe lavar la mascarilla? La respuesta, según indican los CDC, es bastante sencilla: dejarlas colgadas por 72 horas, de ser posible al aire libre. De lo contrario, puedes optar por reservarla en una zona seca en el interior. De esta forma lograrás eliminar el virus sin afectar la estructura de la mascarilla.