Durante la pandemia de COVID-19, la brecha de género parece perjudicar a los hombres.
Los científicos están intentando develar un misterio: por qué sufren formas más graves de la infección y tienen 2.4 más probabilidades de morir por el coronavirus, según un estudio publicado en Frontiers in Public Health.
Esta diferente reacción al nuevo agente infeccioso se está estudiando desde el comienzo de la pandemia en Wuhan, China, en diciembre. En ese país, el 70% de las muertes fueron de hombres, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades chino.
Ambos géneros tienen el mismo riesgo de contraer coronavirus y desarrollar COVID, pero los hombres tienden a sufrir complicaciones más fácilmente, y la tasa de mortalidad es mayor.
Los investigadores están viendo similitudes en el patrón de conducta del nuevo coronavirus con otras infecciones como la gripe o la hepatitis, en las que los hombres también son más propensos a enfermar de gravedad.
¿Tendrá que ver con los sistemas inmunitarios?
Científicos sostienen que una de las claves es el cromosoma X, que porta genes relacionados con la función inmune.
Las mujeres portan dos cromosomas X, mientras que los hombres tienen solo uno. Unos 60 genes vinculados a la función inmune están localizados dentro de este cromosoma. Esto podría generar una mayor fortaleza inmunológica que beneficia al género femenino.
En palabras simples: este potencial genético le permite al organismo "ordenarle" más fácilmente al sistema inmune que ataque la infección.
Además, expertos agregan que la respuesta inflamatoria también es diferente entre hombres y mujeres, lo que determina el tipo de reacción del sistema inmune ante el virus.
Cifras en otros países revelan esta diferencia. En el Reino Unido y en Gales, por ejemplo, los hombres mueren por COVID a una tasa de 23.4 muertes por cada 100,000, mientras que la de las mujeres es de 9.6 por cada 100,000, según datos del University College London.
En casi todos los países que registran sus datos discriminados por género se reproduce, con algunas mínimas diferencias, esta estadística.
Por ejemplo, en los Estados Unidos, en Nueva York, durante los meses del pico de la pandemia en esa ciudad, los hombres representaron el 62% de las muertes por COVID, aunque fueron el 55% de los casos.
Las tasas de muerte en hombres y mujeres fueron similares durante la pandemia de Gripe Española de 1918, y la conclusión fue que había diferencias en el tipo de trabajo que los hombres realizaban que los ponían en más riesgo, una variable social.
Pero también se consideró que los hombres sufrían un mayor número de condiciones preexistentes que suelen complicar el cuadro clínico.
En aquellos años los hombres eran los que registraban un mayor número de casos de tuberculosis, que sumaba un importante riesgo de fatalidad.
Hoy en día, para casi todas las infecciones, las mujeres generan una respuesta inmunológica más fuerte que la de las hombres. Por ejemplo, las mujeres con una infección por VIH severa tienen un 40% menos de material genético del virus en su sangre comparado con la misma infección en un hombre.