En este momento, los médicos cuentan con dos tipos de pruebas para detectar el nuevo coronavirus y diagnosticar COVID-19, la enfermedad que causa este virus.
Se trata de pruebas moleculares (detección del virus) y serológicas (detección de anticuerpos).
A principios de enero, científicos de China, país en donde se desató la pandemia, dieron a conocer la secuencia del genoma del nuevo coronavirus: toda la información genética necesaria para desarrollar pruebas para detectarlo.
Con esta información, en Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) crearon el primer test para COVID-19. A mediados de febrero, los CDC enviaron muestras de virus a compañías privadas para que desarrollaran sus propios tests de diagnóstico.
Estas pruebas "privadas" deben pasar un proceso de aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA). Por la urgencia de salud pública, la FDA los analiza y, si es el caso, los aprueba mucho más rápido que lo habitual.
La FDA ha aprobado más de 30 pruebas moleculares para COVID-19 desarrolladas por farmacéuticas y laboratorios de detección. Y unos 10 para pruebas serológicas.
Hay más de 100 pruebas de otras empresas en lista de espera para ser aprobadas.
Pruebas moleculares
Cuando una persona desarrolla COVID-19, el coronavirus suele detectarse en muestras de saliva o fluidos tomadas de las vías respiratorias bajas y superiores.
La muestra que se toma se compara con la secuencia genética del coronavirus que ya se conoce, y se observa si coinciden. Si coinciden, significa que la persona es positiva para COVID-19.
Las siguientes son las diferentes formas de tomar una muestra para una prueba molucular para COVID-19.
Prueba con hisopado nasal. Un profesional de salud toma una muestra con un hisopo (una varilla con un algodón en la punta de unas seis pulgadas), haciéndolo rodar en la parte superior profunda de la fosa nasal por unos 10 a 15 segundos. El proceso se repite en la otra fosa nasal. Luego, el hisopo se coloca en un recipiente que se sella y se envía al laboratorio para ser analizado.
Prueba con saliva. Un profesional de salud toma una muestra de la boca. Esta opción, desarrollada por científicos de la Universidad Rutgers acaba de recibir la autorización de emergencia de la FDA y al parecer es igual de efectiva para detectar el coronavirus. Expertos dicen que esta prueba llega en un momento en el que comienza a haber escasez de los hisopos necesarios para la prueba nasal.
Prueba casera con muestra nasal. El 20 de abril, la FDA aprobó una prueba casera desarrollada por LabCorp, llamada Pixel. La persona recibe un kit que contiene todos los suministros necesarios para tomar una muestra. A diferencia de los hisopados nasales mencionados antes, esta prueba casera solo requiere tomar una muestra de la fosa nasal, sin insertar el hisopo profundamente. El envío incluye una caja en donde enviar la muestra al laboratorio para ser analizada.
Solo médicos y personal de salud autorizado pueden escribir órdenes para estas pruebas de COVID-19.
Prueba con auto recolección de muestra. El condado de Los Angeles, en California, ha liderado esta estrategia en 21 sitios de pruebas al paso, en donde cualquier persona puede proporcionar una muestra moviendo un hisopo de algodón alrededor de sus bocas, colocándolo en un tubo y dejándolo en una caja al salir, todo dentro de sus autos.
Algunos expertos sugieren que este enfoque de auto recolección puede proporcionar una forma más fácil de tener pruebas masivas en los Estados Unidos.
“Abogo firmemente por el hisopado oral”, dijo el doctor Clayton Kazan, director médico del Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles, que supervisa el programa de pruebas al paso del condado. “Puede o no ser inferior, dependiendo del estudio que leas, pero, logísticamente, no tiene comparación”.
Las muestras nasofaríngeas han sido estándar durante mucho tiempo para diagnosticar la gripe y otras infecciones respiratorias porque se sabe que los patógenos colonizan la parte superior de la garganta detrás de la nariz.
Por el contrario, el método más simple que se usa en el condado de Los Ángeles, en el que se pide a los pacientes que tosan y luego se pasen un hisopo por dentro de las mejillas y la parte posterior de la boca, se basa en un conjunto limitado de investigaciones emergentes.
Actualmente, los CDC llaman a los hisopos nasofaríngeos la “opción preferida” para las pruebas de coronavirus. No recomiendan los fluidos orales recogidos por la persona misma, y el número de jurisdicciones que siguen esta estrategia sigue siendo limitado.
Aunque esto puede cambiar a medida que se publiquen más estudios científicos sobre esta opción de auto recolección.
Los resultados de las pruebas moleculares rápidas para COVID-19 van desde 5 minutos (Abbott) hasta 45 minutos (Cepheid).
La prueba en base a la muestra de saliva de Rutgers arroja resultados entre las 24 y 48 horas. La prueba de LabCorp con auto recolección de muestra de saliva a domicilio toma de uno a dos días.
Las pruebas standard de muestras nasofaríngeas detectan el coronavirus (resultado positivo), del 96.5% al 100% de los casos.
Un estudio de la Clínica Cleveland (que está siendo revisado por colegas) indicaría que la eficacia de las pruebas denominadas rápidas tendrían una efectividad del 85%.
Si la persona tiene síntomas que parecen ser los típicos de COVID-19 y su prueba dio negativo con un test de saliva, la FDA recomienda que se repita con una muestra de hisopado nasal.
Pruebas serológicas
La FDA en Estados Unidos ha autorizado hasta el momento una docena de pruebas serológicas. A diferencia de las pruebas moleculares, éstas detectan anticuerpos del coronavirus, es decir, revelan si una persona estuvo infectada y generó anticuerpos.
Esta prueba se realiza con una muestra de sangre. Y no requiere de toda la protección adicional para analizarla.
Cuando una persona resulta expuesta a un germen, en este caso al coronavirus, el organismo genera anticuerpos, que básicamente son proteínas que actúan para expulsar al microorganismo invasor.
Si la muestra revela anticuerpos, eso significa que la persona estuvo expuesta al coronavirus. Puede haber desarrollado la enfermedad, o no, o haber tenido una forma leve. Una gran proporción de personas portan el coronavirus sin desarrollar síntomas.
El cuerpo humano tarda de una a varias semanas en generar anticuerpos, luego de la exposición a un agente infeccioso.
Las pruebas serológicas arrojan resultados más rápido que las moleculares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía no está claro si el haber estado expuesto al coronavirus y haber generado anticuerpos es señal de que la persona no se infectará de nuevo en el futuro.
Sin embargo, conocer el número de personas que han generado anticuerpos provee información muy valiosa a los científicos sobre el recorrido del coronavirus, y cómo luchar contra la pandemia.
Costo de las pruebas para COVID-19
El Families First Coronavirus Response Act, firmado por el Congreso de los Estados Unidos, ofrece un marco legal y de ayuda económica para proteger a los ciudadanos de los efectos médicos y socioeconómicos de COVID-19. Está vigente hasta el 31 de diciembre de 2020.
Entre sus provisiones, requiere que todas las pruebas para COVID-19 sean gratuitas. Sin embargo, si la persona recibe el diagnóstico, habrá cargos por atención, internaciones, y otros que el paciente deberá pagar seguramente de su bolsillo.
Algunas de las más grandes aseguradoras han dicho que no cobrarán algunos de los gastos que tengan los pacientes de COVID-19. De todas formas hay muchos costos relacionados con servicios fuera de la red de un plan de salud que hay que tener en cuenta, y que son difíciles de discernir en medio de una emergencia.
Hasta el momento, más de 8 millones de personas se han realizado pruebas para detectar coronavirus en todo el país. La combinación de pruebas públicas y privadas genera un total de entre 200,000 y 3000,000 tests por día.
Fuentes: FDA, CDC, KHN, Rutgers University, LabCorp, GoodRX.