El Día de Acción de Gracias es uno de los feriados más importantes en los Estados Unidos. No sólo representa el homenaje a los pioneros que llegaron a la costa este del país hace cuatro siglos sino que es la fecha que marca el comienzo de la temporada de Fiestas.
Pero ese momento de agradecimiento y encuentro familiar va a ser muy distinto este año a causa de la pandemia de COVID-19.
Habitualmente, cerca de 55 millones de personas viajan para el Día de Acción de Gracias alrededor del país. Pero por el aumento de casos de COVID-19 con la cercanía del invierno, expertos recomiendan ser cautelosos y, sí, posiblemente cambiar de planes.
Desafortunadamente, se ha comprobado que los eventos sociales y festivos son focos de propagación.
En todo el mundo, los feriados nacionales han impulsado la propagación de COVID-19 de manera explosiva. En China, donde comenzó la pandemia, se estima que 5 millones de personas que viajaban por el Año Nuevo chino abandonaron Wuhan, el epicentro del brote, antes de que se promulgara la prohibición de viajar.
En Irán, la pandemia se impulsó por Nowruz, una celebración de primavera de dos semanas durante la que viajan millones de personas. En Israel, las fiestas y reuniones religiosas de Purim provocaron una transmisión generalizada a fines de marzo.
Las celebraciones de Memorial Day, el 4 de julio y el Día del Trabajo en los Estados Unidos impulsaron aumentos repentinos de casos, en su mayoría a causa de reuniones sociales de muchas personas. Por eso el Día de Acción de Gracias preocupa a los funcionarios de salud pública.
Cuidado con la falsa seguridad
Muchas familias están haciéndose la prueba para COVID en estos días, esperando ansiosos el resultado negativo para decidirse a "viajar tranquilos".
Pero cuidado. Lo que hay que recordar es que porque un test para COVID de negativo un día, no significa que la persona no pueda contagiarse dos días después.
El resultado negativo puede generar una sensación de falsa seguridad, pero ten en cuenta que el virus es algo activo, que está diseminándose por todas partes: se puede entrar en contacto con el gérmen en cualquier momento.
Cómo celebrar el Día de Acción de Gracias de manera más segura
¿Viajar o no viajar? Epidemiólogos dicen que es preferible no viajar y mantener la celebración en el núcleo familiar que vive bajo un mismo techo. Aeropuertos, terminales de buses, gasolineras, paradas de descanso en las rutas son todos lugares por donde circulan muchas personas y hay muchas superficies de contacto comunes. Recomiendan reconsiderar aún más el viaje si la meta es visitar a padres mayores o enfermos que son más frágiles ante el virus.
Qué hacer si se tiene que volar sí o sí. Házte la prueba antes del vuelo para tu tranquilidad (como dijimos más arriba, no es garantía de inmunidad), compra boletos en un avión que deje los asientos del medio vacíos, usa cubrebocas N95 y escudos faciales, y coloca las rejillas de ventilación individuales del avión directamente sobre cada miembro de la familia para romper las posibles partículas de virus. Siempre lávate las manos con frecuencia.
Si es posible, cenar al aire libre. Aunque en la mayoría del país las temperaturas de la noche de Thanksgiving son congelantes, los que puedan disfrutar del pavo al aire libre estarán más seguros. Se ha comprobado que la propagación del coronavirus es menos probable en lugares abiertos, respetando siempre la distancia social y usando máscara.
Evitar el potluck. La costumbre de que cada miembro de la familia ponga en la mesa una comida no es recomendable. Lo ideal es que no se compartan platos, ni cubiertos o servilletas. Que cada uno tenga su plato ya listo para que no haya ningún tipo de intercambio.
Limitar el tiempo de la reunión. Las celebraciones que duran más tiempo presentan más riesgo. Estar a 6 pies de alguien que tiene COVID-19 durante un total acumulativo de 15 minutos o más aumenta en gran medida el riesgo de enfermarse y requiere una cuarentena de 14 días.
Limitar el número de las personas en la reunión. La ecuación es simple, más personas, más riesgo. Es importante tener un número de comensales en un espacio que permita mantener la distancia social.
Sinceridad a la hora de organizar. Debes saber si estás recibiendo en tu hogar a alguien que respeta las reglas de salud pública. Un invitado que sabes que usa cubreboca y sigue las normas de distanciamiento social de manera consistente será más seguro que uno que no respeta estas recomendaciones críticas.
Comportamientos de los asistentes durante la reunión. Las reuniones con más medidas de seguridad implementadas, como el uso de máscaras, el distanciamiento social y el lavado de manos, presentan menos riesgo que aquéllas en donde no se toma ninguna medida preventiva. Ten en cuenta también que el consumo de alcohol puede alterar el juicio y dificultar la práctica de las medidas de seguridad para COVID-19.
Cómo se propaga el coronavirus
Los oficiales de salud insisten en que éstas no son recomendaciones caprichosas. Está comprobado que ayudan a frenar la propagación de un virus.
El coronavirus es algo tan pequeño que no puedes verlo. Al expeler las partículas virales, éstas flotan en el aire por un tiempo y luego caen. Si "aterrizan" en una superficie, pueden permanecer allí por horas y hasta días, y una persona también puede infectarse al pasar la mano por alguna de esas superficies y luego tocarse la cara.
Con el nuevo coronavirus, se ha comprobado que también puede transmitirse de manera aérea. ¿Cuál es la diferencia con respecto a la primera transmisión?
Bueno, la diferencia es que en la transmisión por vía aérea, las partículas virales no caen rápidamente luego de ser expelidas, sino que se mantienen en el aire flotando por horas luego que una persona infectada habló, tosió, estornudó o respiró.
Esta forma de propagación genera más casos potenciales porque la persona ya no tiene que estar cerca de otra que porta el coronavirus para estar en riesgo. Si las partículas virales permanecen por horas en el aire, simplemente caminar por el lugar puede exponer a la persona al contagio.
Tanto si ocurre una transmisión u otra, o las dos, el uso de máscara y la distancia social siguen siendo dos formas de prevención críticas para frenar la propagación del coronavirus que causa COVID-19.
Esas dos y por supuesto, lavarse las manos con frecuencia, una de las medidas de salud pública más simples y menos costosas de prevenir no solo COVID, sino muchas otras enfermedades.
Las reuniones del Día de Acción de Gracias pueden propiciar la propagación.
Qué van a hacer los epidemiólogos en Thanksgiving
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, no es inmune al dilema de Thanksgiving. El 13 de octubre, le dijo a “The World” que él y sus tres hijas adultas, que viven en distintos estados, todavía estaban decidiendo si estar juntos “valdría la pena”.
Al día siguiente, Fauci le dijo a “CBS Evening News” que la reunión de Acción de Gracias de su familia estaba cancelada, dados los riesgos que plantean los vuelos.
El doctor Iahn Gonsenhauser, director de calidad y seguridad del paciente del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, dijo en una entrevista con KHN que planea conducir con su familia, pasando la noche en un hotel en el camino, para pasar el Día de Acción de Gracias con la familia de su hermana en Colorado.
Él y su familia se mantienen aislados y trabajan desde casa tanto como sea posible, dejando la casa solo para compras y mandados básicos mientras evitan restaurantes y centros comerciales, dijo. Si alguien en cualquiera de las familias comenzara a mostrar síntomas de COVID, o confirmara la exposición a una persona con COVID positivo, todo el viaje se cancelaría instantáneamente.
El doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y la doctora Deborah Birx, coordinadora del equipo de respuesta a COVID de la administración Trump, advirtieron que las reuniones de Thanksgiving podrían propagar el virus. Y dijeron que ellos mismos iban a limitar los encuentros sociales en la temporada de Fiestas.
Fuentes: UCSF, CDC, KHN, LA Times