El colesterol alto eleva al doble el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, la principal causa de muerte en EE.UU. Esta condición afecta a 71 millones de personas y sólo 1 de cada 3 que la padece, la tiene bajo control.
Hay dos tipos de colesterol: la lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) o colesterol "malo", porque lleva colesterol al cuerpo. En cambio, a la lipoproteína de alta densidad (HDL) se le llama colesterol "bueno" porque lo extrae (quita) del torrente sanguíneo.
El colesterol HDL se considera bueno porque ayuda a eliminar el colesterol LDL o malo de las arterias, según informa la Asociación Americana del Corazón (AHA).
Normalmente, se da por sentado que el colesterol “malo” aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y accidente cerebrovascular (ACV) y que el colesterol “bueno” protege al corazón.
Sin embargo, un nuevo estudio científico concluye que no siempre es así. Las mujeres, en general, tienden a tener niveles más altos de colesterol HDL que los hombres, pero ese índice comienza a disminuir cuando llegan a la menopausia. Por esta razón, algunos médicos aconsejan a las mujeres a elevar sus niveles de "colesterol bueno" a la edad madura.
Sin embargo, esto podría no ser necesario. Investigadores de la Escuela de Postgrado de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, en EE.UU. en colaboración con colegas de otras instituciones, cuestionan que las formas en que se consideran los niveles de colesterol HDL para predecir el riesgo cardiovascular pueden no ser útiles para las mujeres, sobre todo las que transitan la menopausia.
El colesterol bueno cambia en la menopausia
Con el objetivo de evaluar las asociaciones de colesterol HDL con el grosor de la íntima-media carotídea (CIMT) y la placa carotídea (indicadores del riesgo cardíaco) en mujeres menopáusicas, se analizaron a 1,380 mujeres de entre 45 y 84 años, participantes del estudio MESA (Estudio multiétnico de arteroesclerosis)
"Hemos visto una relación inesperada entre el colesterol HDL y las mujeres posmenopáusicas en estudios previos, pero nunca lo hemos explorado profundamente" señaló a Medical News Today el Dr. Samar El Khoudary, uno de los autores del estudio.
En la menopausia, los cuerpos de las mujeres pasan por varios cambios, especialmente hormonales, que pueden influir en diversos procesos del organismo. El Khoudary y su equipo creen que los cambios en los niveles de estrógeno, así como otras alteraciones metabólicas, pueden llevar a una inflamación crónica, que puede afectar la calidad de las partículas de HDL con el tiempo.
La investigación evaluó el número y el tamaño de las partículas de HDL, así como el colesterol total que portaban estas partículas, para establecer si los altos niveles de HDL protegían la salud cardiovascular en mujeres posmenopáusicas. Y llegaron a la conclusión de que el HDL elevado puede no ser siempre cardioprotector en mujeres en esta etapa.
“La capacidad del HDL-P alto puede comprometer negativamente la menopausia” señalan los autores, por lo que quizá no sería necesario recurrir a enfoques para subirlo si se encuentra bajo, y respalda la importancia de evaluar cómo la transición a la menopausia afecta la calidad del HDL. Teniendo en cuenta estos parámetros, no se debería según los especialistas, dar tanta importancia al nivel de HDL en mujeres menopáusicas para predecir su riesgo cardíaco.
"Los resultados de nuestro estudio", dice el autor principal Samar El Khoudary, "son particularmente interesantes para el público y los médicos porque el colesterol HDL total todavía se utiliza para predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular".
Los hallazgos se publicaron en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, de la American Heart Association.
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