Por qué ocurre la hipertonía y cómo prevenirla

La hipertonía es una afección que tiene sus efectos sobre los músculos, aunque su origen se encuentra en el sistema nervioso.

Ocurre cuando el tono muscular es mayor de lo normal, provocando rigidez o mayores esfuerzos o resistencias para moverse o estirarse. Conoce aquí los distintos tipo de hipertonía, sus causas y formas de prevención.

Por qué ocurre la hipertonía y cómo prevenirla
La hipertonía muscular puede causar rigidez o limitación en el movimiento. | Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • La hipertonía muscular se caracteriza por la reducción en la agilidad de los músculos. Esto se traduce en resistencias, rigidez, trayectorias limitadas o movimientos más lentos.
  • Si sientes dolores es importante que consultes a un profesional. Un fisioterapeuta puede realizar sesiones de estiramiento y movilidad para aliviar el problema.
  • Para prevenir la hipertonía, los expertos señalan que también es importante mantener una dieta y peso saludable, ser activo, evitar las sobrecargas y evitar o limitar el tabaco y la cafeína.

Los músculos son estructuras y tejidos presentes en el organismo de los seres humanos y la mayoría de los animales. Tienen la capacidad de generar movimiento al contraerse y relajarse, siempre actuando entre pares antagónicos.

Están formados por miocitos, células especializadas que tienen la propiedad de aumentar o disminuir su longitud cuando son estimuladas por impulsos del sistema nervioso.

La hipertonía muscular se caracteriza por la reducción en la agilidad de los músculos. Esto se traduce en resistencias, rigidez, trayectorias limitadas o movimientos más lentos. A la larga, esta afección puede causar contracturas u otras lesiones musculares.

Lo contrario a la hipertonía es la hipotonía, es decir, la disminución del tono muscular o flacidez. Los especialistas diferencian tres tipos de hipertonía:

Espasticidad

La espasticidad es el tipo de hipertonía más frecuente en niños con parálisis cerebral y se caracteriza por que algunos músculos se mantienen permanentemente contraídos.

Esto provoca rigidez y acotamiento de los músculos, afectando distintas funciones y movimientos como equilibrio, deambulación, deglución, manipulación o habla.

Distonía

Otra tipo de hipertonía es la distonía, esta es una alteración del movimiento en la cual se produce una contracción muscular mantenida o intermitente que puede causar movimiento involuntarios o alteraciones en la postura del paciente.

La distonía puede ser generalizada o focal, en este último caso afecta grupos musculares específicos de un segmento corporal.

Rigidez

La rigidez se caracteriza por una o más articulaciones que ofrecen resistencia al movimiento, sin importar la velocidad en la que se realice. También puede ocurrir que el miembro que se mueve no vuelva a la posición fija o ángulo correcto.

Qué hacer para prevenir la hipertonía

Los expertos señalan que mantener un estilo de vida saludable es la mejor forma de prevenir cualquier tipo de hipertonía, esto incluye los siguientes hábitos:

Mantener una dieta saludable

Este tipo de alimentación incluye frutas, vegetales, legumbres, cereales y carnes magras. En algunos casos se suelen recomendar alimentos específicos para fortalecer los músculos y tendones, como frutos secos, acelga, espinaca, caballa, salmón, pollo o huevos.

También se aconsejan aquellos que favorecen la función cerebral, como atún, sardinas, o anchoas, frutos secos, aceite de oliva, arándanos, fresas, frambuesas, manzanas o vegetales de hoja verde.

Mantener un peso saludable

La obesidad o sobrepeso son factores de riesgo de la hipertonía, ya que someten a una mayor carga o dificultan la correcta movilidad de los músculos y articulaciones.

Para saber si alguien tiene sobrepeso se utiliza el índice de masa corporal, una técnica que se calcula dividiendo los kg. por el cuadrado de la estatura en metros (IMC = peso [kg] / estatura [m2]).

El peso se considera normal cuando se encuentra entre 18.5 y 24.9, sobrepeso cuando está entre 25 a 29,9 y obesidad cuando supera los 30.

Ser activo

El estilo de vida sedentario consiste en estar mucho tiempo sentado o acostado, haciendo poco o nada de ejercicio. Esto puede ser la causa de muchas enfermedades crónicas, como obesidad, un factor de riesgo de la hipertonía.

Los especialistas aconsejan hacer actividad física frecuentemente, preferentemente de intensidad moderada, para mantener la salud muscular, ósea y articular.

Es importe que antes y después de hacer ejercicio elongues o estires, así los músculos adquieren mayor flexibilidad y se reduce el riesgo de sufrir lesiones o rigidez.

Evitar las sobrecargas

Cuando sea necesario cargar o mover objetos pesados, procura utilizar las articulaciones y músculos más grandes y fuertes. De esta forma, distribuirás la carga en áreas de gran superficie y disminuirás el estrés sobre las articulaciones más pequeñas.

Evitar o limitar el tabaco y la cafeína

Los fumadores o quienes consumen cafeína en exceso tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones articulares, óseas y musculares, a la vez que daño o problemas en las funciones cerebrales.

Tratamientos para la hipertonía

Si tienes hinchazón, enrojecimiento, sensibilidad o dolor al intentar mover el músculo, deberás consultar a un profesional cuanto antes.

En caso de tratarse de hipertonía, un fisioterapeuta puede realizar sesiones de estiramiento y movilidad para aliviar el problema.

También puede recomendar no mover el músculos afectado para que evitar el malestar o que empeore la situación, y usar de analgésicos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o naproxeno sódico (Aleve), para calmar el dolor.

Fuentes consultadas: Biblioteca de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel.

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