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Molécula del ajo, antídoto contra el Alzheimer

El investigador de la UNAM, prueba en laboratorio una molécula derivada del ajo, llamada S-alilcisteína (una de las sustancias responsable de los efectos que ejerce el extracto de ajo sobre la salud) con la que induce la activación de mecanismos bioquímicos antioxidantes que contrarrestan el estrés oxidativo, la inflamación y, en consecuencia, el desarrollo de esos padecimientos.

“Mediante estas pruebas en laboratorio, buscamos desarrollar un protocolo de ensayo clínico en pacientes del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNN) y luego tener una terapia natural, que coadyuve en el tratamiento farmacológico convencional”, aseguró.

Molécula del ajo, antídoto contra el Alzheimer
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • El estrés oxidativo juega un papel crucial en la fisiopatología de enfermedades neurodegenerativas.
  • Una molécula derivada del ajo, llamada S-alilcisteína podría contrarrestan el estrés oxidativo.
  • En quienes padecen Parkinson, Alzheimer y Huntington, el estado del estrés oxidativo contribuye al proceso neurodegenerativo.

En el artículo publicado en la Gaceta de la UNAM, el investigador señaló que el estrés oxidativo es una inestabilidad entre los radicales libres (compuestos reactivos de oxígeno que son tóxicos y generan daño celular) y el sistema antioxidante celular.

“En una persona sana, esa combinación permanece en equilibrio, sin embargo, en quienes padecen la enfermedad de Parkinson, Alzheimer y Huntington, el estrés oxidativo aumenta y disminuye el sistema antioxidante, lo que contribuye al proceso neurodegenerativo”, indicó.

Aunque no es el único elemento implicado en el desarrollo de esas enfermedades, controlarlo es fundamental para disminuir el avance.

Contra el estrés oxidativo

“Si prevenimos el desarrollo del estrés oxidativo mediante la activación de un mecanismo de citoprotección, podríamos generar una posible estrategia farmacológica. El tratamiento es preventivo y pretende inhibir estas patologías mediante la inducción del factor de transcripción Nrf2, que propicia un mejor microambiente celular frente a procesos tóxicos como el estrés oxidativo y la inflamación”, apuntó.

“El Nrf2 se encuentra en todo tipo celular y lo usamos como mecanismo de señalización de citoprotección. En un sistema in vitro o in vivo administramos el inductor específico del marcador, en este caso la S-alilcisteína, y observamos cómo aumenta en el núcleo y favorece la producción de enzimas antioxidantes. Empleamos técnicas bioquímicas y de biología celular y molecular que nos permiten inferir la actividad de este factor de transcripción”, precisó.

El investigador tiene como objetivo lograr un co-tratamiento que pueda funcionar con las terapias farmacológicas ya existentes. “Para la enfermedad de Parkinson se utiliza la Levodopa, que a largo plazo causa efectos colaterales graves. Pero si en fases tempranas se combina con la S-alilcisteína, como inductor del Nrf2, podemos inducir el proceso antioxidante y hacer más lento el desarrollo de la afección”, refirió.

Tobón Velasco lleva a cabo su investigación doctoral con Abel Santamaría del Ángel, titular del laboratorio de Aminoácidos Excitadores del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (INNN), y con José Pedraza Chaverrí, titular del laboratorio de Neurobiología Molecular y Celular, que comparten la Facultad de Química (FQ) de la UNAM y el INNN.

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Enfermedades neurodegenerativas

De acuerdo un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos neurológicos (desde la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares hasta el dolor de cabeza) afectan en todo el mundo a unos mil millones de personas. Entre los trastornos neurológicos figuran también los traumatismos craneoencefálicos, las infecciones neurológicas, la esclerosis múltiple, y la enfermedad de Parkinson.

Se estima que los desórdenes mentales y neurológicos afectan en el mundo a unos 700 millones de personas, la mayoría de las cuales no cuentan con la atención psicológica adecuada. Unos 350 millones de personas en el mundo padecen depresión; 90 millones conviven con un desorden de abuso de sustancias; 50 millones padecen epilepsia; y 35.6 millones padecen demencia. La enfermedad de Alzheimer, es la causa de demencia más común y acapara entre un 60% y un 70% de los casos.

Según estimaciones de la OMS, la cantidad de pacientes con la enfermedad de Parkinson se duplicará en veinte años. Hoy, son 6.3 millones de pacientes en el mundo. Para el 2030 llegarán a ser más de 12 millones.

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