¿Puede la fe aliviar a las personas en los momentos difíciles? ¿Los creyentes son más o menos saludables? Es un tema largamente debatido por la ciencia y que tiene varias aristas, pero este breve análisis puede acercar algo de claridad.
Un creyente es alguien practicante de cierta fe religiosa, alguien que guarda fe, según la Real Academia Española. La fe, desde el punto de vista religioso, es la totalidad de creencias, principios y pensamientos que sigue y respeta el creyente de una religión, que puede ser budista, cristiana, hinduista, judía, o musulmana.
La mayoría de los estudios no distinguen entre las diferentes religiones, sino que toman a la fe como un todo. Y muchos científicos han encontrado que ser creyente puede reducir los niveles de estrés, depresión, e incluso, alargar la vida. Por ejemplo, un estudio conjunto de 2010 de las Universidades de Wisconsin, Madison y Harvard, concluyeron que pertenecer a una comunidad religiosa brinda altos niveles de felicidad: las personas creyentes estaban más satisfechas con sus vidas (un 28%) en comparación con el 19,6% de la gente no religiosa. Esto se debe, según los expertos, a la interacción social, en donde tener un lugar y un grupo de pertenencia actúa como contención y hace más feliz a la gente.
Hay bastante evidencia de cómo la religión puede mejorar la salud mental, pero también parece guardar relación con la salud física. A las personas que hacen frente a enfermedades crónicas y discapacidad, tales como lesiones de la médula espinal, derrames cerebrales y cáncer, les fue mejor cuando tenían apoyo religioso y espiritual. "Se benefician del apoyo social proporcionado por compañeros de su congregación y por su participación en organizaciones religiosas" dijeron los científicos de la Universidad de Missouri, en Columbia, tras presentar un estudio sobre el tema.
El efecto en el cerebro
La religión podría activar los mismos circuitos cerebrales del centro de recompensas que el sexo, las drogas y otras conductas adictivas, según un estudio liderado por el Dr. Jeff Anderson, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah en Salt Lake City. En un experimento con jóvenes mormones, quienes tenían sentimientos espirituales más intensos mostraron una mayor actividad en las áreas cerebrales de placer y recompensa que también están activas frente a las relaciones sexuales, escuchar música, jugar y consumir drogas. Los participantes también informaron más sentimientos de paz y bienestar físico.
"Cuando los jóvenes de nuestro estudio -publicado en Social Neuroscience- recibieron instrucciones de pensar en un salvador, de estar con sus familias por la eternidad, de sus recompensas celestiales, sus cerebros y cuerpos respondieron físicamente", dijo el Dr. Michael Ferguson.
Estos hallazgos coinciden con otros estudios que demuestran cómo al participar en prácticas espirituales aumenta los niveles de serotonina, el neurotransmisor de la felicidad.
¿Qué opinan los médicos?
La mayoría de los médicos de Estados Unidos cree que la religión y la espiritualidad tienen un efecto positivo en la salud de los pacientes, según una encuesta publicada en 2007.
Los investigadores interrogaron a 1,144 médicos sobre cómo creen que la religión influye en el cuidado de la salud de sus pacientes. Mientras que menos del 10% de los médicos entrevistados no tenían afiliación religiosa, las otras tres partes (casi iguales) se dividieron en muy creyentes, no tan creyentes y moderadamente devotos.
En esta investigación, que fue publicada en The Archives of Internal Medicine, se reveló que en general, solo el 1% de los médicos cree que la religión tiene un efecto negativo en la salud, y el 2% dice que no tiene influencia de ninguna manera. Sin embargo, el 54% dijo que a veces afecta la salud de la gente, y el 33% dijo que la religión y la espiritualidad ayudan a prevenir eventos médicos específicos como ataques cardíacos, infecciones y muerte.
Pero la importancia que el médico le da a la religión y a su influencia en la salud de sus pacientes, está influenciada por sus propias creencias. Mientras que más del 90% de los doctores muy religiosos creen que la religión y la espiritualidad a menudo pueden ayudar a los pacientes a lidiar con sus problemas, el 38% del resto (menos creyente) sostuvo que la creencia religiosa a veces puede conducir a emociones negativas.
Un punto de vista mixto
"La gran mayoría de los estudios que han examinado las relaciones entre religión, salud mental, apoyo social y otras conductas relacionadas con la salud mental y las interacciones sociales, informan conexiones positivas. Pero esto no quiere decir que todas las religiones o cualquier religión individual siempre promueva emociones humanas positivas, satisfactorias, relaciones o estilos de vida saludables: la religión puede usarse para inducir culpa, vergüenza y miedo o justificar la ira y la agresión" afirma un documento conjunto de las universidades de Luke y de Carolina del Norte, en EE.UU.
Puede promover el aislamiento social, especialmente para aquellos que no se ajustan a las normas religiosas. Como agente de control social, la religión puede ser demasiado restrictiva y limitante. Sin embargo, la mayoría de las religiones principales con tradiciones y liderazgo responsable, tienden a promover lo positivo en lugar de lo negativo, concluyen los investigadores.
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