Las carnes rojas vuelven a estar en el banquillo de los acusados. En el año 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó a las carnes rojas procesadas y a los embutidos en la lista de cancerígenos.
En 2017, con datos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), AARP Diet and Health Study, los hábitos alimenticios de más de medio millón de personas de 50 a 71 años de 6 estados y 2 áreas metropolitanas de EE.UU., fueron seguidos por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer Bethesda, en Maryland, durante casi 16 años, y hallaron que las personas que comían más carnes rojas tenían un 26 % más de probabilidades de morir de diversas enfermedades que aquéllas que consumían menos cantidad.
Ahora, un estudio español del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) halló una relación estrecha entre el consumo de carne roja y el cáncer de mama. Y ésta podría diferir según el tipo de carne consumido, el grado de cocción y el método con el que se cocina.
Evidencias en contra de las carnes rojas
La investigación –publicada en Maturitas» incluyó a 1,006 mujeres con cáncer de mama y 1,370 mujeres sanas. El análisis se realizó considerando el estado menopáusico (pre y postmenopausia) y la biología del cáncer de mama según el tipo.
Los científicos compararon diferentes ítems como el consumo de carne blanca (pollo, pavo, pato, conejo), carne roja (vaca, ternera, cerdo, cordero, hamburguesas y albóndigas), carne procesada (salchichas, perritos calientes, paté y embutidos) y luego el total de todas las carnes nombradas.
También se tuvo en cuenta el método y grado de cocción de la carne. Así se comprobó que el riesgo de cáncer de mama aumenta en las mujeres postmenopáusicas que consumen más cantidad de cualquier tipo de carne, sobre todo de carne roja y de carne procesada. Pero un mayor grado de cocción o sobre cocción aumenta aún más el riesgo de cáncer de mama. Y respecto de los métodos de cocción, se comprobó un mayor riesgo por el consumo de carne roja guisada, sobre todo para los tumores hormonales.
Los autores resaltaron la importancia de concientizar a la población a que se reduzca el consumo de carne, sobre todo de la roja, la procesada y curada, como los embutidos y fiambres.
La incidencia del cáncer de mama
El cáncer de mama es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la mama. Se cree que una de cada 8 mujeres padecerá cáncer de seno en algún momento de su vida.
En Estados Unidos, el cáncer de mama es el segundo cáncer más común en las mujeres, después del cáncer de piel. Se puede presentar en hombres y mujeres, pero es poco frecuente en los hombres.
Los antecedentes familiares de cáncer de mama y otros factores aumentan el riesgo de padecerlo, informa el Instituto Nacional del Cáncer.