Un nuevo descubrimiento de científicos podría reemplazar o complementar en el futuro a las mamografías, el recurso más utilizado para detectar el cáncer de seno, que constituye el tipo de cáncer más común entre las mujeres, independientemente de su raza o grupo étnico.
Los científicos de la Universidad de Michigan (UM), en EE.UU. están desarrollando una píldora que hace que los tumores de la mama se iluminen cuando se exponen a la luz infrarroja, y ya probaron que funciona en ratones de laboratorio. Esta técnica podría ayudar a distinguir entre los tumores benignos y malignos, evitando que las mujeres se sometan a procedimientos innecesarios.
Para diagnosticar este tipo de cáncer que afecta 1 de cada 8 mujeres y que sólo en EE.UU. alcanzará un total anual estimado de 266,120 casos nuevos en 2018 y más de 40 mil muertes, se recomienda a las mujeres hacerse anualmente una mamografía desde los 40 años en adelante, según informa el Instituto Nacional del Cáncer (NIH).
Pero las mamografías son costosas y a veces imprecisas, ya que pueden arrojar falsos positivos que generan ansiedad en las pacientes y más gastos para las instituciones médicas.
“Gastamos $4,000 millones de más al año en el diagnóstico y tratamiento de un cáncer del cual las mujeres nunca morirían,” dijo Greg Thurber, profesor asistente de ingeniería química y biomédica de la UM, quien dirigió el equipo. “Si nos cambiamos a una imagen molecular, podemos ver qué tumores deben ser tratados” agregó.
En busca de una mejor detección del cáncer de seno
El investigador principal declaró que no desean reemplazar a las mamografías, ya que son eficaces y salvan vidas, pero sí le estarían dando al profesional médico un nuevo método de detección para que llegado el caso, decida cuál es el más adecuado según la paciente.
El nuevo método se basa en un que la paciente ingiera una píldora con un colorante que responde a la luz infrarroja para iluminar o ‘etiquetar’ una molécula que comúnmente se encuentra en las células tumorales, en los vasos sanguíneos que alimentan los tumores y en el tejido inflamado. Al contar con esta información exacta sobre los tipos de moléculas, los médicos pueden distinguir mejor un cáncer maligno de un tumor benigno.
Según los investigadores, la luz infrarroja penetra en el cuerpo fácilmente y puede llegar a todas las profundidades de la mama sin rayos X, que tiene un pequeño riesgo de alterar el ADN y sembrar un nuevo tumor.
La difícil tarea de crear la píldora
No fue nada fácil diseñar una píldora que pueda reaccionar con color frente al tumor. Pero la buena noticia es que ya se ha comprobado que pasa intacta por el estómago y el hígado, y puede viajar a través del torrente sanguíneo.
La investigación fue publicada en la revista Molecular Pharmaceutics. El trabajo fue realizado en colaboración con David Smith, el profesor John Wagner de la UM, y apoyado por la Fundación para el Estudio y la Lucha contra el Cáncer y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
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