- 1
- 2
- 3
- 4
Anatomía normal
El seno femenino está compuesto de tejido graso entremezclado con tejido fibroso o conectivo. La región circular alrededor del pezón frecuentemente tiene un color o pigmentación diferente y se llama areola.
Indicaciones
La mayoría de las protuberancias en las mamas no son diagnosticadas por un proveedor de atención médica, sino que son detectadas por las mujeres que se realizan autoexámenes de las mamas. Cualquier protuberancia en las mamas que persista más allá de unos cuantos días se debe reportar a un proveedor de atención médica. Casi dos tercios de todas las protuberancias en las mamas son benignas, pero la posibilidad de una protuberancia maligna se incrementa significativamente si la mujer ya pasó la menopausia. Se pueden usar ultrasonidos y mamografías para ver si una protuberancia es un quiste lleno de líquido o una masa sólida de tejido. Si la protuberancia es un quiste, se puede dejar sin intervención o aspirarse si ocasiona síntomas. Si un quiste parece sospechoso en las imágenes, se puede realizar una aspiración con aguja o una biopsia con aguja. Si la protuberancia es una masa sólida, el siguiente paso usualmente es que un radiólogo o un especialista en mamas realice una biopsia con aguja. Un patólogo evaluará el tejido para ver si se trata de cáncer o no.
Procedimiento
A veces una masa se debe extirpar para ver si hay presencia de cáncer. Esto se denomina biopsia excisional. Mientras la paciente está despierta y no tiene dolor (usando anestesia local) o dormida y sin dolor (usando anestesia general), se hace una incisión sobre la protuberancia. La longitud y posición de la incisión dependerá del tamaño y localización de la protuberancia que deba ser extirpada. Después de extirpar la protuberancia completa, se envía al patólogo para un examen microscópico. El reporte final generalmente se realiza varios días después.
Cuidados postoperatorios
El resultado de la biopsia excisional depende del tipo de protuberancia que se encuentre. Si la protuberancia es benigna, no se requiere más tratamiento. Si la protuberancia es maligna, el tratamiento puede incluir cirugía, radiación, quimioterapia y terapia endocrina. Los especialistas en cada área discutirán con usted las opciones de tratamiento.