Una investigación innovadora sugiere que cuidar la salud intestinal podría aliviar los síntomas en algunas personas asmáticas, como las sibilancias, la tos y la dificultad para respirar.
El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes que duran toda la vida. Hay 24 millones de personas viviendo con asma en EE.UU.
En la búsqueda de nuevas formas de prevención, un grupo de investigadores de la Universidad de Newcastle, en Gales del Sur, Inglaterra, realizó un ensayo en el que proporcionaron suplementos diarios de fibra soluble a personas que padecían de asma.
Después comenzaron observar los cambios en el control del asma y la función pulmonar, mientras se modificaba la microbiota o flora intestinal y comprobaron cómo la alteración intestinal tuvo un impacto positivo en el control de los síntomas típicos de la enfermedad.
¿Cómo se da esta relación? gracias a la reducción de la inflamación intestinal, se produce también la desinflamación de las vías respiratorias. Y aunque todas las personas asmáticas se beneficiaron del consumo de fibra, el tratamiento fue más efectivo en personas que estaban mal controlados en el inicio del estudio, es decir, con síntomas más acentuados.
Los resultados del estudio se presentaron por primera vez el lunes 20 de marzo de 2017 en la Reunión Científica Anual de Nueva Zelanda, en Canberra, realizada en la Sociedad Torácica de Australia (TSANZ).
Otro estudio presentado por el mismo grupo examinó el impacto de las comidas grasosas sobre el asma: según sus hallazgos, una sola comida alta en grasas saturadas puede empeorar la inflamación y causar estrechamiento temporal de las vías respiratorias.
La investigadora principal, Lisa Wood dijo: "cada vez más estamos aprendiendo cómo nuestra dieta occidentalizada y altamente procesada, está impactando negativamente en nuestra salud”.
"Estos estudios muestran cómo las dietas altas en grasas pueden empeorar el asma, y cómo, por el contrario, una dieta alta en fibra soluble puede ayudar a controlarla” agregó Wood.
Entonces, la prevención estaría al alcance de nuestra mano. Este hallazgo innovador ofrece la esperanza de un tratamiento viable y que podría ayudar a millones de asmáticos de todo el mundo que luchan para controlar sus síntomas con medicamentos, según la especialista.
"Éste es el primer estudio que examina el efecto de alterar el microbioma intestinal para controlar el asma en las personas. Estamos en la puerta de un nuevo paradigma de cómo la dieta puede ser utilizada para tratar el asma”, dijo el profesor Peter Gibson, Presidente de TSANZ.
"Ilustra cuán importante es comer de una forma saludable y a su vez, la importancia que las bacterias intestinales tienen sobre nuestro bienestar" concluyó Gibson.