Tomar precauciones responsables a la hora de exponernos al sol debe ser la máxima a seguir para poder disfrutar saludablemente de este verano. El sol es un poderoso factor de envejecimiento cutáneo y también está relacionado con la aparición de algunos cánceres de piel. Cada año, se reportan de dos a tres millones de nuevos casos de cáncer de piel en todo el mundo.
El Sun Protecting Factor (SPF) o Factor de Protección Solar representa un factor de tiempo que retrasa la aparición de una quemadura solar en condiciones estandarizadas. El SPF permite determinar el poder fotoprotector de un producto y, en consecuencia, elegir una fotoprotección adecuada a cada fototipo y a las condiciones de exposición al sol.
El fototipo es la calidad de la respuesta de cada persona a la acción de los rayos del sol. Existen seis fototipos determinados en función del tono de la piel, del color del cabello, de la presencia o no de pecas, de la capacidad del individuo para padecer quemaduras solares o, por el contrario, su capacidad para broncearse.
Fototipo I, II y III
• Fototipo I: piel muy clara (pelirroja), siempre se quema, no se broncea nunca, numerosas pecas.
• Fototipo II: piel clara, siempre se quema, a veces adquiere un ligero bronceado, numerosas pecas.
• Fototipo III: piel de clara a mate, a veces se quema, siempre se broncea (bronceado medio), algunas pecas.
Fototipo IV, V y VI
• Fototipo IV: piel mate, no se quema nunca, siempre se broncea (bronceado oscuro), sin pecas.
• Fototipo V: piel morena, no se quema nunca,siempre se broncea (bronceado muy oscuro), sin pecas.
• Fototipo VI: piel oscura, no se quema nunca, sin pecas.
¿Cómo debemos elegir el protector solar?
Esencialmente debemos tener un cuenta:
1. El fototipo de la piel de cada persona, ya que las pieles claras necesitan mayor protección (fototipo III, y sobre todo fototipos I y II) y más elevado tiene que ser el fotoprotector que se debe utilizar.
2. El tiempo de exposición y las características de la exposición.
¿Cómo usar el fotoprotector?
Si bien colocar el protector solar sobre la superficie de la piel comienzan a protegernos, la penetración en las distintas capas de la piel aumenta la eficacia y esto puede demandar hasta 30 minutos. El calor intenso y la consiguiente transpiración, los baños frecuentes y las horas de mayor intensidad lumínica requieren que los fotoprotectores se renueven en forma generosa, al menos cada 2 horas.
No olvidarse de los "sitios olvidados"
Hay que recordar que los fotoprotectores se deben utilizar en toda la superficie cutánea y no solamente en algunos sectores del torso, rostro y brazos. Sitios “olvidados” como los pabellones auriculares suelen ser asiento de lesiones a largo plazo por la radiación.
¿Qué debes exigir a tus gafas de sol?
Un color más oscuro no significa una mayor protección solar: a los rayos UV no les afecta que las lentes sean más o menos oscuras. Sí les afectan, en cambio, otras características de las lentes. las lentes solares ópticas, sin excepción, deben cumplir la siguientes normas: transmisión de la luz: entre 3 y 100% y filtrado UV: mínimo 99%.
Horarios de exposición solar
El horario recomendado de exposición al sol debe ser antes de las 11 de la mañana o después de las 16, evitando exponerse al mediodía ya que es cuando el sol tiene mayor cantidad de rayos infrarrojos y produce más daño en la piel.
Los niños y los ancianos tienen que tener especial cuidado cuando están al aire libre, ya que al exponerse al sol, todas las personas pierden gran cantidad de líquido que deben reponer constantemente. Por eso, es recomendable consumir entre 2 y 3 litros de agua cada vez que se toma sol.
Los pequeños necesitan protector solar aunque estén bajo el sol tan sólo 10 minutos. Según la Skin Cancer Foundation, los niños hispanos deben protegerse con especial atención ya que el cáncer de piel más común, conocido como melanoma, tiene una incidencia mayor en la comunidad.