Lo sabemos, cuando el frío "azota" lo único que se tiene en mente es buscar la forma de recuperar el calor corporal. Para que no sufras en la temporada de otoño e invierno, te presentamos una lista de sencillos hábitos y remedios naturales que seguro te ayudarán.
Platillos con jengibre
Si bien la mayoría de los ensayos que analizaron este beneficio se realizaron en animales, muchos expertos sostienen que, por su sabor picante y alimonado, el jengibre estimula al organismo y aumenta su temperatura. Puedes incorporarlo como más te guste, aunque las infusiones ayudarán a concentrar sus propiedades.
Otra manera de conseguir calor es mediante la actividad física. Esto se debe a que al mantenernos activos aumentamos el ritmo cardíaco, al igual que la circulación y la temperatura corporal. Todo esto se traduce en una menor sensación de frío.
Un poco de picor
La capsaicina, uno de los químicos presentes en el chile y responsable de su picor, no solo favorece una importante secreción endorfinas, también trabaja como estimulante de los receptores nerviosos de la boca, enviando señales al sistema nervioso para que el organismo entre en calor. Sin embargo, en algunos casos puede ser contraproducente a este fin, ya que promueve el sudor, enfriando el cuerpo.
Sopas o caldos
Nada mejor que un delicioso caldo o sopa durante el invierno para calentar el cuerpo, facilitar la incorporación de diferentes nutrientes y vitaminas, favorecer la buena digestión y fortalecer el sistema inmunitario. Además, ayuda a hidratar el cuerpo en esta época en la que se bebe menos agua que en primavera o verano.
Infusiones
Al igual que la opción anterior, las infusiones son otra alternativa para los días de invierno. Puedes prepararlos con varias plantas, que además de luchar contra el frío, contienen antioxidantes que favorecen la digestión, depuran el organismo y fortalecen las defensas, ayudando a combatir muchos virus que proliferan durante el invierno.
Papas
Además de ser uno de los alimentos más versátiles, la papa es una gran fuente de carbohidratos, nutrientes que a menudo provocan que el cuerpo eleve su temperatura durante la digestión. Este tipo de tubérculo también incrementa las reservas de energía.
Helado
Sí, leíste bien, aunque se trata de un producto que se consume frío, la cantidad de grasas que contiene ayudan a que el cuerpo se mantenga caliente. La grasa se mueve lentamente por el sistema digestivo por lo que se necesita más energía para digerirla, y así, se logra un mayor calor corporal.
Arroz integral
Si bien la ingesta de todo tipo de alimento produce calor, los expertos señalan que lo importante para lograrlo son las proteínas y carbohidratos que contienen. Para ello, una opción saludable es el arroz integral, que supera a su variante blanca en cantidad de estos nutrientes. Puedes combinarlo con otras opciones de la lista para potenciar la sensación.
Similar a lo que ocurre con el helado, el chocolate contiene niveles elevados de grasas que incrementan la temperatura del cuerpo de forma natural durante el proceso digestivo. Por supuesto, son opciones que deben consumirse con moderación, ya que en exceso pueden afectar el funcionamiento del organismo.
Alcohol
¿Qué hay de las bebidas alcohólicas "fuertes"? Muchos recurren a ellas para dar un "golpe" de calor al cuerpo y así enfrentar las bajas temperaturas. Los expertos señalan que esta sensación puede deberse a que el alcohol produce una vasodilatación que incrementa la temperatura de la piel (específicamente la dermis). Esto se traduce en el popular enrojecimiento tras un trago.
Fuentes consultadas
Base exhaustiva de datos de medicamentos naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.