En sus lugares de origen y en los países donde forma parte integral de la cultura local, el vino es considerado como un alimento de la dieta diaria. Sin embargo, en otras regiones, donde su consumo es más reciente, se le ha puesto erradamente al lado de alcoholes de mayor potencia, más asociados para la celebración, que para complementar los alimentos.
El vino es un producto natural que contiene compuestos fenólicos, el grupo más extenso de sustancias no energéticas presentes en los alimentos de origen vegetal. En los últimos años se ha demostrado que una dieta rica en polifenoles vegetales puede mejorar la salud y disminuir la incidencia de enfermedades cardiovasculares- De este modo, tomado con moderación, el vino se convierte en una bebida muy beneficiosa.
Dónde està el secreto
Roger Corder, profesor de terapéutica experimental de la universidad Queen Mary de Londres y autor de La dieta del vino tinto (The Red Wine Diet) confirmó que los flavanoles, junto con una alta concentración de taninos -biomoléculas que combaten el envejecimiento de las células-, pueden estar detrás de las propiedades benéficas de la bebida. Otros investigadores tienen los ojos puestos en un compuesto que se encuentra en la piel de las uvas rojas
Durante mucho tiempo se ha creído que el vino tinto, tomado con moderación, es saludable para el corazón. El alcohol y ciertas sustancias en el vino tinto llamadas “antioxidantes” pueden ayudar a evitar una enfermedad de las arterias coronarias, la afección que provoca ataques cardíacos.
Aún no se entiende por completo la conexión que existe entre el vino tinto y una menor cantidad de ataques cardíacos. Pero parte del beneficio quizás sea que los antioxidantes pueden aumentar los niveles de colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL), el colesterol “bueno”, y te protegen de la acumulación de colesterol.
Los beneficios potenciales del vino tinto para el corazón siempre han lucido prometedores. De acuerdo con estudios, las personas que beben cantidades moderadas de alcohol, incluso de vino tinto, parecen correr un menor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
Los compuestos fenólicos, taninos y antocianos presentes en el hollejo de las uvas que, mediante la fermentación y, por tanto, presentes en el vino, pueden prevenir y/o mejorar inflamaciones. En efecto, numerosos estudios han demostrado que gracias a esas propiedades de las semillas de las uvas, el vino tiene estas características.
Retrasa el envejecimiento
Investigadores de la Universidad de Harvard sostienen que una sustancia presente en el vino tinto estimula una enzima que retrasa el envejecimiento de las células y que podría prevenir enfermedades como el Alzheimer. El experimento confirmó la creencia científica de que las enzimas celulares estudiadas, las sirtuinas, son reguladoras universales del envejecimiento de todos los organismos vivos.
Según la Encuesta Global sobre Drogas, que culminó en 2016, aproximadamente la mitad de los que beben vino tinto afirmaron que les hacía sentirse relajados, despreocupados, revitalizados y enérgicos; y que después de tomar una copa podían asegurar que eran más atractivos sexualmente y tener más éxito en relaciones casuales.
El consumo de vino tinto activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las existentes, según un estudio realizado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Aunque contiene siete calorías por gramo, en dosis moderadas, contribuye a reducir la obesidad y el sobrepeso al envejecer.
Alrededor de 70 estudios demuestran que el consumo moderado de vino mejora el funcionamiento del cerebro y, en pequeñas cantidades, previene la demencia. Los científicos creen que se debe a que la elevada presencia de antioxidantes en su composición reduce la inflamación, impiden que las arterias se endurezcan e inhiben la coagulación, lo que mejoraría el riego sanguíneo.
La doctora Emma Smith, del departamento de comunicaciones científicas de la ONG Cancer Research UK, señala que es un error tomar vino rojo y creer que está haciendo algo bueno."El vino tinto sólo contiene cantidades muy pequeñas de resveratrol y no debería tomarse para obtener algún beneficio para la salud. Es importante recordar que, incluso en cantidades moderadas, el alcohol aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer".
Investigadores de la Universidad de Leicester, por su parte, están estudiando si el resveratrol, por si sólo o en el vino tinto, podría algún día ser desarrollado como un fármaco de prevención del cáncer.En experimentos con ratones, los especialistas han descubierto que una dosis diaria de resveratrol, equivalente a dos copas de vino, puede disminuir a la mitad los tumores intestinales.
Un poco de cautela
Ni la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón) ni el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (National Heart, Lung, and Blood Institute) recomiendan comenzar a beber alcohol para prevenir enfermedades cardíacas. El alcohol puede ser adictivo, y provocar o empeorar otros problemas de salud. De allí que pidan ser comedidos a la hora de tomar porque demasiada cantidad puede ser nocivo para la salud.