Una vuelta hacia lo natural para no saturarte de fármacos. Si bien no suplantan al médico, los remedios de las mujeres más sabias, esos que se han trasladado por varias generaciones en toda Latinoamérica y que siguen funcionando, pueden aliviar muchos síntomas y condiciones molestas. ¡Vamos a conocerlos!
Miel
Es uno de los remedios más utilizados por las abuelas de América Latina. Es muy eficaz y se puede combinar con pimienta blanca, ya que ambos poseen un poder expectorante muy potente que facilita la expulsión de la flema. Se recomiendan 2 cucharaditas diarias de miel con una pizca de pimienta. O bien agregarle miel a un té de hierbas con limón.
Popular en todo el mundo, el té caliente alivia la gripe y reconforta. Las infusiones preparadas van desde el té negro tradicional, hasta el té verde, de sauco, jengibre, salvia, manzanilla, lavanda, menta, anís y orégano. El limón es rico en vitamina C, por lo que forma junto al té una dupla exitosa.
Pisco con limón
En Chile y Perú hace varias generaciones que cuando una persona enferma se le da a beber un vasito de pisco (un aguardiente en base a uva) y se le agrega limón. Al parecer funciona muy bien porque el enfermo entra en calor, suda y comienza a recomponerse.
Vapores de eucalipto
En Argentina, Uruguay y otros países de América del Sur, se hacen inhalaciones caseras de agua con hojas de eucalipto, ya que esta hierba actúa como expectorante. Solo se deben hervir las hojas en un recipiente y se aspira el vapor acercándose y cubriendo la cabeza con una toalla para un mejor resultado.
En Puerto Rico, además de usar bastante miel, tienen un jarabe propio muy efectivo: se corta una cebolla y se vuelca en un bol, se mezcla con el jugo de un limón hasta cubrirla y luego de dejar reposar durante toda la noche, se cuela y se toman dos vasos calientes por día.
Jarabe de manzanas
Otro remedio muy utilizado en Puerto Rico es una bebida a base de manzanas. Para prepararla ralla una manzana y vierte en medio vaso de agua. Cuando la preparación hierva, añade 1 cucharada de miel, media de jugo de limón y hojas de menta. Deja un par de minutos y luego retira. Tómalo caliente y despacio para aliviar los estados gripales.
Friega de alcohol
Las abuelas mexicanas han pasado una receta que las madres siguen utilizando: para que el cuerpo entre en calor y sane más pronto hacen una friega de alcohol en las plantas de los pies y en la espalda antes de ir a dormir. También frotan jitomate en las plantas de los pies.
Sopa de pollo
Este es un caso en que la ciencia confirmó lo que todas las abuelas ya sabían: una sopa de pollo es curativa porque reduce la congestión y lubrica la garganta, aliviando la irritación. También tiene compuestos parecidos a los antigripales, que ayudan a sanar más rápido.
Cítricos
El limón, la naranja y la toronja, entre otros cítricos, son muy ricos en vitamina C, por lo que las abuelas y madres latinas suelen dar a beber un vaso de sus jugos para combatir los estados gripales. Según los investigadores, esta vitamina fortalece el sistema inmunológico, ayuda al cuerpo a combatir la gripe y se ha vinculado a un menor riesgo de complicaciones, como la pulmonía.
En Colombia circula desde hace décadas este preparado: se forma una masa pastosa con una cucharada de mostaza, harina y clara de huevo, se unta un pañuelo con ese emplasto y luego se coloca otro pañuelo arriba; antes de aplicar en el pecho del enfermo, se unta con aceite de oliva. Según la tradición popular ayuda a aliviar síntomas gripales.
Sábila o Aloe Vera
Esta hierba es muy popular y utilizada con fines medicinales en todo el mundo. Pero, en Colombia específicamente se abre la hoja o penca de la planta en dos mitades, se raspan los cristales con una cuchara y se los pone en la licuadora con algo de miel y limón. Las mujeres de ese país aseguran que con esto el catarro y las tos desaparecen más rápido.
Agua de coco y jengibre
En Brasil las molestias causadas por la gripe, como el dolor de cabeza, se alivian con un vaso de agua de coco a la que se agrega una cucharadita de jengibre molido. Otra receta clásica allí es preparar manzana rallada o en rodajas con miel, dejarla macerar y consumirla durante varios días.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.