Cosméticos que pueden enfermarte

Muchas contienen formaldehído, un químico cancerígeno. En agosto de este año, la empresa Johnson & Johnson se ha comprometido a eliminar en un máximo de 3 años y medio, varios ingredientes cancerígenos y otras sustancias peligrosas presentes en la mayoría de sus productos de bebés y adultos, como el formaldehído.

Una buena crema de enjuague puede ayudar a combatir el frizz y neutralizar los efectos de la electricidad estática. Y la planchita en el salón o en casa, te ayudará a estar peinada por varios días. Aunque es menos efectivo, el secador y cepillo para lograr un efecto lacio, también es menos nocivo para el cabello.

No sería malo el hábito de cambiar de color de cabello, si no fuera porque la mayoría de las tinturas contienen formaldehído, una sustancia que las autoridades de salud sumaron a la lista de cancerígenos. Un componente presente en varios champúes y tintes, que puede originar una particular forma de leucemia.

Hay tinturas temporarias que se elaboran en base a solventes orgánicos, gomas y suavizantes. Son menos nocivas para el cabello porque sólo cubren la superficie externa, aunque desaparecen después del quinto lavado. Pero si prefieres algo aún más natural, utiliza tintes a base de henna.

Comprar lentes de contacto decorativos de venta sin receta, presenta varios riesgos potenciales para tus ojos: dolor, inflamación, infección grave y pérdida permanente de la visión, según la Academia Estadounidense de Oftalmología.

Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, únicamente se deben recetar lentes de contacto a los pacientes que puedan actuar de manera responsable para manejarlos y cuidarlos. Éstos deben ser limpiados y desinfectados en forma periódica y estricta.

No conviene abusar de las pestañas postizas ni de los productos a prueba de agua o de larga duración, ya que endurecen mucho las pestañas y pueden provocar que éstas se quiebren. Son difíciles de remover, agreden la delicada raíz de las pestañas y hasta se puede llegar a dañar el folículo e inhibir su crecimiento.

Demaquillar las pestañas por la noche es fundamental, y lo ideal son los productos acuosos y no grasos. Son aptos para ojos sensibles e impiden que las pestañas se ajen, además, las limpian y acondicionan. Otra cosa vital es tirar los cosméticos de los ojos cada 3 meses, para evitar los gérmenes.

Por cosmética o para evitar la discriminación, el riesgoso fenómeno conocido como “skin bleaching” (blanqueamiento de la piel) está afectando a muchos hispanos en EU. Muchas personas utilizan cremas para aclarar su piel que jamás pasaron controles sanitarios de calidad, y que contienen sustancias tóxicas para el organismo.

Muchas de las cremas blanqueadoras poseen tres sustancias que, solas o combinadas, tienen efectos nefastos en el organismo: el mercurio, la hidroquinona y los hidroxiácidos, informa la Administración de Drogas y Alimentos (FDA). Son componentes que bloquean la producción de melanina, un pigmento natural que le da color a la piel.

Hay cremas autorizadas que contienen algunas de estas sustancias que menciona la FDA, y que recetadas por un dermatólogo, se usan para tratar casos específicos de oscurecimiento de la piel, ya sea por una lesión o quemadura, o bien para tratar el vitiligo.

Al broncearse así, las personas se enfrentan a un aumento del 20 % en el riesgo de cáncer de piel: 1 de cada 20 casos de melanoma se relaciona con este sistema. Ese aumento en el riesgo llega al 87 % si se comienza a usar cama solar antes de los 35 años, indica el Instituto Internacional de Investigación en Prevención de Lyon, Francia.

Según La Academia Americana de Dermatología, los productos autobronceadores más eficaces contienen dihydroxyacetona (DHA) como ingrediente activo. Es un azúcar incoloro que se obtiene de las nueces y actúa en la piel provocando un cambio en la pigmentación, que da la apariencia del bronceado.

Los productos de manicuría tienen agentes químicos tóxicos como el formaldehído, ftalatos, acetona o tolueno. El Departamento de Control de Sustancias Tóxicas encontró en California que muchos esmaltes que se anuncian como libres de tóxicos, los tienen en muy altos niveles; luego difundió un listado de esas marcas.

Además de los agentes químicos, en los salones existen riesgos de contagio de hongos y bacterias. Cuando concurras a un centro de belleza, asegúrate de que esté bien ventilado, que cumpla con las normas básicas de higiene, y para minimizar los contagios, no te expongas si tienes heridas o cortaduras a flor de piel.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) testeó 27 productos que se comercializan en tiendas, como cosméticos para la piel y jabones, y comprobó que 11 de éstos superaban el límite permitido de mercurio. En California, una mujer estuvo hospitalizada muy grave por usar cremas sin etiquetas.

Debes comprar productos autorizados y con etiquetas claras, porque corres riesgos, al igual que los integrantes de la familia, que se intoxican al inhalar los vapores de mercurio de esos cosméticos. “El mercurio puede dañar los riñones y el sistema nervioso, expresó la FDA.

Los componentes de los productos se van degradando a medida que pasa el tiempo. Y además, todo el maquillaje que se usa para embellecer los ojos y los labios, es un gran portador de gérmenes. Las cremas se pueden contaminar sólo por introducir el dedo dentro, de modo que las manos deben estar bien limpias al hacerlo.

Una medida higiénica y saludable es reemplazar los cosméticos cada un cierto tiempo. Por ejemplo, la base cada un año; los polvos para mejillas cada dos años; los labiales cada un año y la máscara de pestañas o delineador, cada 3 a 4 meses. Pero tira a la basura enseguida el maquillaje de ojos si has tenido una infección ocular.

El deseo de estar bronceada puede ocasionar serios problemas en la piel si no se toman las medidas adecuadas. Una exposición solar razonable y cuidada, reducirá tus probabilidades de contraer cáncer de piel y prevenir la formación de arrugas. Debes apartarte del sol desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde.

Si te asoleas después de 20 minutos sin protector solar, comienzas a correr riesgo de quemaduras. Y si eliges el protector solar equivocado, tú o tus hijos pueden quemarse. Un producto de SPF 30 protege por 10 horas, pero la intensidad del sol, la ubicación geográfica, el tipo de piel y otros factores, también cuentan.