Cómo identificar los distintos dolores de espalda

El dolor de espalda es un tipo de malestar muy común y una de las principales razones por las que las personas acuden al médico. Para que las molestias que provoca acaben es necesario ocuparse de aquello que originó el dolor en un principio. Conoce aquí cuáles son las causas más comunes y cómo identificarlas.

Foto: GETTY IMAGES

Ciática

La ciática es un dolor que se produce a lo largo del ciático, el nervio más largo del cuerpo. Este se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos hasta el final de cada pierna. Generalmente, la ciática les ocurre a personas de entre 30 y 50 años.

Cómo identificarlo

El dolor que produce la ciática suele definirse como un tirón o pellizco molesto que puede llegar a paralizar a quien lo padece, al punto tal que parece que no podrá volver a agacharse o caminar. Normalmente afecta solo un lado del cuerpo.

Daño hepático

El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo, como tal, se encuentra expuesto a muchas lesiones o enfermedades. Las principales causas del daño hepático suelen ser: consumo excesivo de alcohol, cirrosis, enfermedad del hígado graso no alcohólico, hepatitis, síndrome de Reye o cáncer de hígado.

Alimentos para depurar el hígado
Foto: GETTY IMAGES

Cómo identificarlo

Aunque la mayoría de las personas con daño hepático sufren una sensación punzante en la parte superior derecha del abdomen, esta molestia también se puede irradiar hacia la espalda u omoplato derecho. Este dolor se puede ver acompañado por hinchazón y llegar a dejar sin aliento a quien lo padece.

Daño renal

El daño renal suele ser provocado por una infección en los riñones. También puede deberse a la presencia de cálculos renales, depósitos sólidos de minerales y sales que se forman cuando la orina se concentra. Pueden aparecer en uno o ambos riñones y sus dimensiones varían (desde un grano de arena hasta una perla).

Cómo identificarlo

El dolor que provoca el daño renal se suele sentir a cada lado de la columna entre la parte baja de la caja torácica y las caderas. Este dolor es agudo si el origen es un cálculo renal, o sordo (más leve pero constante) si proviene de una infección renal. En estos últimos casos, el dolor puede llegar a irradiar hacia la zona interior del muslo o a la parte inferior del abdomen.

Foto: GETTY IMAGES

Hernia discal

Los vértebras de la columna son huesos que se encargan de proteger los nervios que salen del cerebro y bajan por la espalda para formar la médula espinal. Entre ellas se encuentran discos cartilaginosos. En una hernia discal, estos discos pueden salirse de su lugar (herniarse) o romperse a causa de una lesión o distensión, provocando presión sobre los nervios raquídeos.

Cómo identificarla

Aunque algunas hernias de disco no causan síntomas, es común que generen dolor punzante en distintas partes de las piernas, caderas o glúteos, y entumecimiento en otras zonas de la espalda. También se puede experimentar dolor o entumecimiento en la parte posterior de la pantorrilla o la planta del pie.

Mal esfuerzo

La lesión por sobrecarga, también conocida como mal esfuerzo, ocurre cuando se realizan movimientos repetitivos, levantan objetos pesados o se mantiene una misma posición durante mucho tiempo, sometiendo a demasiado esfuerzo a los músculos, huesos o articulaciones.

Cómo identificarlo

Si bien este problema puede afectar a las distintas partes del cuerpo que se vieron sometidas a la sobrecarga, cuando ocurre en la espalda se caracteriza por provocar inflamación, distensión muscular y sensación de debilidad o fatiga generalizada.

Mala postura

Ciertos factores pueden influir sobre nuestra postura de forma negativa, por ejemplo, malos hábitos, como sentarse encorvado y no estar parado correctamente, tener músculos inflexibles que disminuyen el rango de movimiento, afectando qué tan lejos puede moverse una articulación, o tener músculos débiles que aumentan el riesgo de caídas.

Foto: GETTY IMAGES

Cómo identificarlo

El dolor originado por una mala postura se caracteriza por causar tensión en la zona del cuello y trapecio. Esta puede aumentar al punto que dificulta la circulación o respiración, provoca rigidez y genera problemas para realizar movimientos.

Precauciones

Normalmente, el dolor de espalda tiende a desaparecer con el tiempo (cuando se lo acompaña con cuidados en casa). Sin embargo, deberás consultar a un médico si este persiste tras un par de semanas, se vuelve cada vez más intenso, o genera debilidad o entumecimiento en ambas piernas.

Cómo corregir los dolores de espalda

Qué hacer para aliviar el dolor

Cómo señalamos anteriormente, para que el dolor acabe es necesario ocuparse de aquello que lo genera, por lo que visitar al médico es fundamental para conocer las causas. Los profesionales también suelen recomendar ciertos hábitos para aliviar el dolor de espalda y prevenir futuras lesiones, como realizar ejercicio regularmente, controlar el estrés, mantener un peso saludable y descansar correctamente.

Foto: GETTY IMAGES

Muchas prácticas ancestrales no invasivas, como el yoga o la acupuntura, también pueden ayudar a aliviar el dolor de espalda. Existen tratamientos quiroprácticos tendientes a eliminar el dolor, tracción, y otras técnicas como relajación, respiración y biorretroalimentación.

Fuentes consultadas:

Asociación Estadounidense de quiropráctica, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel.