Cuando estamos por ir a dormir, es muy importante cuidar lo que comemos: al estar acostados, algunos alimentos son más difíciles de digerir, causando problemas digestivos, insomnio o malestar a la mañana siguiente. Por eso, toma nota de lo que debes evitar en la cena para tener una noche de descanso.
"La cena es la última comida del día, y es importante porque, al dormir, pasarás cerca de 8 horas sin comer nada", explica la dietista Susie White, del British Association for Applied Nutrition. "Tomar una cena adecuada proveerá a tu cuerpo de energía y nutrientes para tener un buen descanso y empezar bien el día siguiente".
"La cafeína es un estimulante que incrementa la actividad del sistema nervioso central, haciendo difícil conciliar el sueño", explica la Dra. Joy Bauer, de la Academy of Nutrition and Dietetics. "Además del café, la cafeína puede encontrarse en bebidas como el té, el refresco y el chocolate".
El alcohol puede causarte somnolencia, sin embargo, te alejará de un descanso reparador: "El alcohol impide que el cuerpo llegue al sueño profundo, manteniéndonos en un sueño ligero del que despertamos fácilmente y con frecuencia, por lo que nos impide descansar", asegura el Dr. John Shneerson, del Papworth Hospital, en Inglaterra.
De acuerdo con la Dra. Sarah Remmer, del College of Dietitians, en Alberta, Canadá, "La comida picante estimula una alta producción de ácido en el estómago, por lo que si la comes antes de ir a la cama es probable que sufras reflujo y ahogo: estar acostado propiciaría que la comida y el ácido regresaran del estómago hacia el esófago".
"La comida grasosa es difícil de digerir, y tomará mucho tiempo que tu sistema digestivo la procese", explica la Dra. Brunilda Nazario, del American College of Physicians. "Si tomas una cena rica en grasas es probable que tu estómago e intestinos estén activos muchas horas, por lo que te será difícil conciliar el sueño".
Sí... si no cenas de modo adecuado. Según la Dra. Cathy Wyse, de la Universidad de Aberdeen, en Inglaterra, "Tener horarios irregulares para cenar, cenar mucho o no hacerlo, alteraría el metabolismo y provocaría problemas de sueño, lo cual propiciaría el aumento de peso y otros problemas de salud".
De acuerdo con la Dra. Nazario, con las proteínas sucede algo semejante que con la grasa: "Las proteínas de la carne roja son difíciles de digerir, especialmente durante la noche, por lo que si cenas algo con mucha carne poco antes de ir a la cama, conseguirás un sueño poco agradable".
La Biblioteca Nacional de Medicina informa que el cuerpo metaboliza el azúcar muy fácilmente, enviándola rápido a la sangre. La variación en los niveles de glucosa de la sangre propiciaría la producción de adrenalina, lo cual te haría sentir más enérgico y dificultaría que conciliaras el sueño.
"Es importante que evites tomar grandes cantidades de líquidos al menos 90 minutos antes de ir a la cama", comenta la Dra. Bauer. "Si tomas muchos líquidos justo antes de ir a dormir, tendrás que estarte levantando para ir al baño constantemente durante la noche, por lo que no disfrutarás de un sueño reparador".
Los frijoles poseen una gran cantidad de fibra, lo cual es bueno... pero tienen sus desventajas si los comes por la noche: "La fibra de los frijoles suele ocasionar gases, por lo que si los comes antes de dormir te harán sentir inflamado y pasarás una noche incómoda", explica la Dra. Remmer.
"Si tu cena es más bien sustanciosa, lo ideal es tomarla unas dos horas antes de dormir, para que el organismo complete la digestión, pero si se trata más bien de un snack, puedes tomarlo hasta 30 minutos antes de ir a la cama", explica Jason Yun, experto en fitness, de la Universidad Estatal de Ohio.
Este postre siempre ha sido visto como el enemigo de la dieta, y también lo sería del sueño: según el Dr. Michael J. Breus, del American Academy of Sleep Medicine, "El helado es rico en grasa, por lo que no es fácil de digerir, además contiene mucha azúcar y puede contener también cafeína; así que si cenas una bola de helado, podrías pasar una mala noche".
Justo como el helado, el refresco combina varias amenazas contra el sueño: la Dra. Remmer explica que "El refresco contiene mucho gas, por lo que te sentirás inflamado a la hora de dormir, asimismo, estas bebidas son ricas en azúcar y cafeína, estimulantes, y para terminar si la bebes en exceso pasarás la noche levantándote al baño".
De acuerdo con la Dra. Nazario, un bocadillo antes de dormir te ayudará a conciliar el sueño, pero ¿qué comer? La respuesta es fácil: leche y galletas (sin chispas). "La leche contiene triptofano, sustancia que promueve el sueño, y los carbohidratos ayudarán a que el triptofano llegue más rápido a la sangre y al cerebro", explica la Dra. Nazario.